La socialdemocracia alemana se aferra al milagro ante el empuje de Merkel
El SPD lucha por dar la vuelta a los sondeos que conceden una clara ventaja al partido de la canciller
M¨²sica en directo, banderas rojiblancas y algo de ilusi¨®n forzada, a la espera del milagro. El de Hamburgo el jueves era uno m¨¢s de las decenas de m¨ªtines con los que Martin Schulz, la esperanza blanca de la socialdemocracia alemana, bate el pa¨ªs en busca de votos. Uno, en el que el ex presidente del Parlamento Europeo, dej¨® claro que se resiste a ser el actor secundario de unas elecciones que parecen decididas de antemano en su contra. Schulz, que logr¨® superar la adicci¨®n al alcohol y que de joven quiso ser futbolista profesional sabe que los partidos no se deciden hasta el ¨²ltimo minuto. ¡°Todav¨ªa podemos ganar estas elecciones¡±, ha dicho el viernes el hombre fuerte del SPD en una entrevista digital con el diario Bild. ¡°Hay un deseo de una alternativa a Angela Merkel¡±.
?Pero puede Mart¨ªn Schulz dar todav¨ªa la sorpresa y ganar las elecciones alemanas? El SPD cree que s¨ª, o al menos es lo que quiere hacer creer a los millones de alemanes que todav¨ªa no han decidido a qui¨¦n votar¨¢n el pr¨®ximo 24 de septiembre. El SPD se aferra a los datos de los indecisos -46% seg¨²n dijo el viernes Schulz al sensacionalista Bild, pero apenas 10% para la casa de sondeos Forsa- . En cualquier caso, son tiempos de extrema volatilidad en los que todo cambia de un d¨ªa para otro, piensan y el debate televisado del domingo, que enfrentar¨¢ a Merkel y a Schulz puede marcar un antes y un despu¨¦s. ¡°Los votantes quieren que sigamos peleando, que seamos m¨¢s beligerantes¡±, explican fuentes del partido en Berl¨ªn.
Un mundo inestable
Por los m¨¢rgenes del mitin del SPD merodean algunos de los famosos indecisos. Vienen a husmear y ver si el librero de W¨¹rselen acaba por convencerles. Moritz, un estudiante de derecho de 19 a?os es uno de ellos. Cree que lo de insistir en la justicia social est¨¢ bien y es necesario, pero ¡°no es suficiente como para votar por ¨¦l¡±. ¡°Mire, el mundo es ahora muy inestable. Trump, Corea del norte, Putin, Erdog¨¢n, Hungr¨ªa¡ Es importante tener a alguien como Merkel que conoce a toda esa gente y sabe como tratarles. Creo que no es el momento de hacer experimentos con Schulz¡±.
Sophie, de 21 a?os tampoco sabe a qui¨¦n votar¨¢ por primera vez. No le gust¨® que Merkel abriera la puerta a m¨¢s de un mill¨®n de refugiados, pero tampoco conf¨ªa en que los socialdem¨®cratas vayan a hacer algo muy distinto. Los ¨²nicos que se desmarcan en el tema migratorio son la extrema derecha de Alternativa por Alemania, una opci¨®n impensable para Sophie.
A dos horas de tren hacia el norte, en Hamburgo, m¨¢s de un millar de votantes socialdem¨®cratas van dej¨¢ndose caer en un c¨¦ntrico parque de la ciudad hanse¨¢tica. Tim Petschulat, secretario de organizaci¨®n del SPD en Hamburgo espera al olor de las salchichas a la brasa la llegada del gran l¨ªder. ¡°Todav¨ªa hay esperanza de que salga un tema que acabe decidiendo las elecciones. Pas¨® en 2002 con la guerra de Irak y las inundaciones. Creo que el gran tema de la campa?a alemana no ha llegado¡±.
Como otras fuentes consultadas del SPD, Petschulat culpa a la gran coalici¨®n de la ca¨ªda en las encuestas. ¡°No es buena para la democracia. Ya no se ven las diferencias entre los dos grandes partidos y eso hace que la gente piense que todos los pol¨ªticos son iguales y que no se molesten ni en votar¡±. Los socialdem¨®cratas acusan tambi¨¦n a Merkel de invisibilizar sus ¨¦xitos en el Gobierno de coalici¨®n, como por ejemplo el establecimiento de un salario m¨ªnimo y de apunt¨¢rseos como tantos propios. Por eso, la oposici¨®n dentro de las filas del SPD a reeditar una gran coalici¨®n despu¨¦s de septiembre es creciente. Creen que no les beneficia. Los socialdem¨®cratas aspiran si no a ganar, al menos a lograr un 27% o 28% de los votos con la idea de acceder a la canciller¨ªa de la mano de Verdes y liberales o Verdes y La Izquierda.
Porque m¨¢s all¨¢ del bipartidismo, hay cuatro partidos que se disputan un tercer puesto, que se perfila crucial y decisivo a la hora de formar alianzas. La extrema derecha Afd, con cerca de un 10% de intenci¨®n de voto es uno de ellos. A pesar de que los grandes partidos rechazan compartir Gobierno con ellos, Afd tiene todas las papeletas para entrar por primera vez en el Bundestag. Liberales, Verdes y Die Linke son las otras formaciones que compiten por la tercera posici¨®n.
A principios de a?o parec¨ªa que Schulz se iba a comer el mundo. Escal¨® en las encuestas y por momentos pareci¨® que la era Merkel estaba pr¨®xima a su fin. Lo llamaron el ¡°efecto Schulz¡±. Pero todo lo que sube baja y el socialdem¨®crta descendi¨® a gran velocidad. Para la primavera no quedaba ya ni rastro del efecto. El entusiasmo se hab¨ªa evaporado. El SPD perdi¨® una serie de elecciones regionales y la defunci¨®n del efecto Schulz qued¨® certificada.
A tres escasas semanas de las elecciones, Schulz est¨¢ empe?ado en resucitar ese ef¨ªmero deseo de cambio en un pa¨ªs al que a la mayor¨ªa de la gente le va bien y que est¨¢ m¨¢s por conservar lo que tiene que por experimentar nuevas alianzas pol¨ªticas. La econom¨ªa va bien, el paro es insignificante y Merkel, alias Mutti, es para muchos la mujer que lo ha hecho posible y en la que conf¨ªan desde 2005 para no perder lo conseguido. Y s¨ª, hay grandes bolsas de desigualdad, el tema estrella de Schulz, pero no tanta como para decidir las elecciones, seg¨²n los analistas.
Nuevas detenciones de alemanes en Turqu¨ªa
Nuevas detenciones de ciudadanos alemanes en Turqu¨ªa amenazan con dinamitar la ya maltrecha relaci¨®n entre Berl¨ªn y Ankara. La canciller alemana Angela Merkel reaccion¨® furiosa a las noticias de los nuevos encarcelamientos y advirti¨® que las relaciones entre Turqu¨ªa y Alemania corren peligro. "Tal vez sea necesario repensar" la relaci¨®n con Ankara, dijo Merkel en Nuremberg, seg¨²n recoge la agencia Reuters. "Hay que actuar de manera decisiva", a?adi¨® en alusi¨®n al proceso de acercamiento con la Uni¨®n Europea.
El Gobierno alem¨¢n inform¨® el viernes de que se hab¨ªan producido dos nuevas detenciones que Berl¨ªn considera pol¨ªticas y que elevan a doce el n¨²mero de ciudadanos alemanes detenidos en Turqu¨ªa por motivos pol¨ªticos. El caso de uno de ellos, el periodista de Die Welt Deniz Y¨¹cel, encarcelado desde hace 200 d¨ªas, est¨¢ teniendo una enorme repercusi¨®n en Alemania. Berl¨ªn desconoce todav¨ªa de qu¨¦ se acusa a los dos nuevos detenidos. "Asumimos que se trata de cargos pol¨ªticos, que se les acusa de presuntos terroristas como a los dem¨¢s", dijo una portavoz gubernamental. La represi¨®n y las campa?as de detenciones masivas por parte del Gobierno turco tras el intento de golpe de Estado del a?o pasado han sido duramente criticadas por Alemania.
¡°A los alemanes les preocupa la justicia social en general, pero cuando se les pregunta por su situaci¨®n personal, la gente dice estar contenta con su vida. No hay una ansiedad de cambio¡±, sostiene Peter Matuschek, investigador de la casa de sondeos Forsa en Berl¨ªn.
Canciller "calvo y con barba"
En Hamburgo, la banda ¨Cguitarra, bajo, bater¨ªa- toca a los rolling para calentar. Subida al escenario, una pol¨ªtica local da el paso al cabeza de cartel sin miedo a la exageraci¨®n: ¡°Con ustedes, el pr¨®ximo canciller de Alemania¡±. Schulz saluda, sonr¨ªe y se atreve con un discurso de una hora en el que ataca ¡°decisiones personales de Merkel¡±, que han resultado a su juicio en el crecimiento de la subcontrataci¨®n o en la subida de los alquileres. Critica la ¡°arrogancia¡± de la CDU y ofrece una meticulosa lecci¨®n de historia de la segunda guerra mundial para justificar la necesidad de una Europa fuerte.
Pero Schulz trata sobre todo de conectar con el hombre corriente, el que como ¨¦l no fue a la universidad. Defiende una Alemania m¨¢s social y en la que ¡°todos tengan los mismos derechos, el conductor de autob¨²s y el profesor de universidad¡±. El intelectual hace un ¨²ltimo esfuerzo por venderse como un hombre corriente: ¡°El 24 de septiembre habr¨¢ un canciller alem¨¢n calvo y con barba que no ha hecho la selectividad¡±.
Una pareja de risue?as jubiladas comparte la esperanza del futbolista frustrado. ¡°?Creen que todav¨ªa puede ganar?¡± No, pero esperamos un milagro. Hasta el ¨²ltimo momento no hay nada decidido¡±, dice E. Zins, de 67 a?os. Pero ni siquiera Zins acaba de creerse sus palabras y pasa r¨¢pido de la enso?aci¨®n al victimismo del perdedor. ¡°Es imposible que Schulz compita con una canciller que aparece d¨ªa s¨ª d¨ªa tambi¨¦n rodeada de l¨ªderes mundiales negociando la paz global. Y Schulz mientras, aqu¨ª, en este escenario¡±.
El mitin acaba y da comienzo la sesi¨®n de selfies con padres, ni?os, migrantes y alg¨²n joven hip hopero. ¡°Martin, Martin¡±, gritan tres o cuatro. Media hora despu¨¦s, Schulz est¨¢ subido ya en su Mercedes negro, de nuevo en la carretera.
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