Blair propone dureza contra la inmigraci¨®n para evitar el Brexit
El ¨²ltimo laborista en ganar unas elecciones defiende endurecer los controles dom¨¦sticos y negociar dentro de Europa modificaciones al principio de libertad de movimiento
El ex primer ministro brit¨¢nico Tony Blair propone endurecer el control de la inmigraci¨®n europea como ¨²nica manera de evitar el Brexit. La propuesta, resumida en un art¨ªculo que firma este domingo en The Times, entra?a un formidable ejercicio de contorsionismo pol¨ªtico, no solo por su naturaleza aparentemente contradictoria, sino por la propia historia personal de quien la formula: muchos en Reino Unido culpan a Blair del aumento en la preocupaci¨®n p¨²blica por la inmigraci¨®n que aliment¨® el voto por salir de la Uni¨®n Europea.
Cuando ocho pa¨ªses de Europa del Este se unieron a la UE en 2004, el Gobierno laborista de Blair, al contrario que la mayor¨ªa de pa¨ªses europeos, decidi¨® no aplicar controles transitorios a la inmigraci¨®n procedente de esos nuevos socios. Pero ¡°eran otros tiempos¡±, escribe quien fue jefe de Gobierno entre 1997 y 2007, ¡°y en aquel entonces la econom¨ªa era fuerte¡±. Hoy, a?ade, ¡°no hay desv¨ªo posible del Brexit sin afrontar las quejas que lo alimentaron. Parad¨®jicamente, debemos respetar el voto del refer¨¦ndum para cambiarlo¡±.
El ¨²ltimo laborista en ganar unas elecciones generales defiende, en un art¨ªculo que resume un documento producido por su Instituto para el Cambio Global, endurecer los controles dom¨¦sticos y ¡°negociar dentro de Europa modificaciones al principio de libertad de movimiento¡±. De esa manera, explica Blair, se cumplir¨ªa el deseo de la gente expresado en el refer¨¦ndum de hace un a?o, permitiendo que Reino Unido siguiera en la UE.
¡°Si genuinamente creen que el Brexit es el camino adecuado, entonces h¨¢ganlo¡±, conmina a la clase pol¨ªtica. ¡°Pero si no lo creen, al menos prueben una v¨ªa diferente, respondiendo a las ansiedades detr¨¢s del Brexit con soluciones que funcionen; y alejen al pa¨ªs del inmenso da?o de un Brexit duro, ya que, francamente, no hay otra oferta¡±.
Blair propone forzar a los inmigrantes europeos a registrarse a su llegada a Reino Unido, una medida que ya ponen en pr¨¢ctica algunos pa¨ªses comunitarios. Adem¨¢s, negar¨ªa el derecho a alquilar una vivienda, a solicitar ayudas p¨²blicas, a abrir una cuenta bancaria o a acceder a la sanidad p¨²blica a aquellos europeos que vengan sin contrato de trabajo. La medida entra?a un ataque a Theresa May, ya que se?ala que la primera ministra no ha aprovechado la actual legislaci¨®n que permitir¨ªa ciertos controles a la inmigraci¨®n europea sin salir de la UE.
La propuesta de Blair trata de producir un giro en un debate atascado en la imposibilidad de superar la evidencia de que, solo aceptando un perjuicio a la econom¨ªa, se podr¨¢ recuperar el control de la inmigraci¨®n. El reloj de Michel Barnier, jefe negociador de los Veintisiete, corre y el horizonte pasa del gris al negro oscuro.
La tramitaci¨®n parlamentaria de la gran ley del Brexit, que llega a su segunda fase este lunes, exhibir¨¢ de nuevo el enconado conflicto entre los dos bandos del Partido Conservador que amenaza la supervivencia de una primera ministra desautorizada tras unas desastrosas elecciones en las que perdi¨® su mayor¨ªa absoluta. Bruselas desprecia, por vagos y poco serios, los pocos documentos producidos por Londres. Las carencias del jefe negociador, David Davis, se hacen cada vez m¨¢s evidentes, y el Gobierno brit¨¢nico no parece capaz de avanzar un solo paso por temor a irritar a uno u otro de los bandos enfrentados.
As¨ª las cosas, nadie en su sano juicio espera que, en las dos rondas negociadoras que quedan antes de la cumbre de mediados de octubre, se alcance el ¡°suficiente progreso¡± en los t¨¦rminos del divorcio que Barnier dijo necesario para empezar a hablar de la relaci¨®n futura. Parece imponerse, y as¨ª lo reclaman los m¨¢s pragm¨¢ticos, un periodo de transici¨®n en que Reino Unido siga de facto en la UE a partir de 2019, una vez vencido el plazo impuesto por los tratados. Pero el sector duro de los tories euroesc¨¦pticos, que esta semana ha circulado una carta rechazando medias tintas y exigiendo un Brexit duro, est¨¢ dispuesto a dar la batalla. Parece el momento adecuado para ideas nuevas.
Blair reconoce que ¡°no est¨¢ claro¡± que una estrategia como la que propone pueda tener ¨¦xito. ¡°Los ataques ser¨¢n amargos y se me acusar¨¢ ferozmente de fomentar la decepci¨®n¡±, reconoce, anticip¨¢ndose a las criticas de uno y otro bando que no han tardado en llegar. ¡°Pero en este momento que definir¨¢ el futuro del pa¨ªs¡±, concluye, ¡°todos los diputados tienen la obligaci¨®n de poner el pa¨ªs por delante del partido¡±.
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