La fr¨¢gil victoria de Merkel complica las reformas en Alemania y Europa
La canciller se enfrenta a la complicada tarea de formar un tripartito y a las cr¨ªticas por el peor resultado de su partido desde 1949
Alemania amaneci¨® el lunes m¨¢s inestable. Angela Merkel es la vencedora de las elecciones del d¨ªa anterior, pero al mismo tiempo la perdedora. Se enfrenta ahora a la complicad¨ªsima tarea de unir bajo un mismo Gobierno a cuatro partidos con programas y culturas en las ant¨ªpodas. A la canciller le reprochan en casa el peor resultado de su partido desde 1949. Duele especialmente el mill¨®n de votos que, descontentos con su pol¨ªtica migratoria, han volado de la CDU a la ultraderecha. Merkel admiti¨® su ¡°responsabilidad personal¡± en la polarizaci¨®n de la sociedad. Su fr¨¢gil victoria complica, adem¨¢s, la agenda reformista europea.
Merkel tiene pocos, pero importantes motivos para celebrar. Tras 12 a?os en el Gobierno, su partido fue el m¨¢s votado, a 12,5 puntos de distancia del segundo; y no hay forma de construir una coalici¨®n alternativa que deje fuera a la familia democristiana. Las buenas noticias acaban aqu¨ª.
La intranquilidad era el lunes patente ante una formaci¨®n de Gobierno que se va a alargar meses y que puede descarrillar en cualquier momento. Hay analistas que hablan ya de nuevas elecciones, aunque esta parece una opci¨®n remota en un pa¨ªs en el que la mayor¨ªa de partidos repite constantemente la palabra ¡°responsabilidad¡±. Merkel lo descart¨® categ¨®ricamente. ¡°Los votantes nos han dado una orden y tenemos que ejecutarla¡±, dijo.
El camino para formar Gobierno est¨¢ plagado de minas. Primero, porque cuatro partidos ¡ªla CDU de Merkel, sus aliados b¨¢varos de la CSU, los liberales del FDP y Los Verdes¡ª tienen que ponerse de acuerdo. Y no ser¨¢ f¨¢cil en asuntos tan importantes como la inmigraci¨®n, la pol¨ªtica europea, el futuro de la industria del autom¨®vil o los impuestos. Adem¨¢s, si finalmente perge?an un programa de Gobierno, este ser¨¢ sometido a votaci¨®n entre la militancia de los ecologistas, lo que ofrece una nueva posibilidad de fracaso de esta coalici¨®n in¨¦dita en la historia de la Rep¨²blica Federal.
La tensi¨®n ante unos resultados decepcionantes es especialmente perceptible en M¨²nich. La CSU b¨¢vara, tras un batacazo hist¨®rico de diez puntos, teme perder su preciada mayor¨ªa absoluta en las elecciones regionales del pr¨®ximo a?o. Los te¨®ricos socios de Merkel han dejado clara cu¨¢l es su f¨®rmula para luchar contra los ultras de AfD, que en la rica Baviera han convencido al 12,4% de los votantes: girar a la derecha. Un giro que puede complicar a¨²n m¨¢s la formaci¨®n de Gobierno.
La econom¨ªa marcha viento en popa, pero el mundo empresarial ya manda se?ales de intranquilidad. Representantes del lobby industrial y comercial muestran su ¡°preocupaci¨®n¡± por la posibilidad de que el pa¨ªs entre en una fase de par¨¢lisis. Y el euro, temeroso de los vientos de inestabilidad que llegan de Berl¨ªn, retrocedi¨® el lunes ligeramente.
Merkel, pese a todo, ya est¨¢ acostumbrada a lidiar con resultados electorales no satisfactorios. A excepci¨®n de 2013, cuando se hizo con un 41% de los votos, en sus dos anteriores victorias registr¨® porcentajes no muy superiores al 33% del domingo. Y tambi¨¦n en dos ocasiones se enfrent¨® a un complicado panorama de alianzas que acab¨® resolviendo con dos grandes coaliciones.
La supuesta l¨ªder del mundo libre tiene las manos bastante atadas. Bruselas suele decir que Merkel acaba acertando despu¨¦s de equivocarse varias veces. Pero puede que ahora tenga menos margen: las instituciones europeas temen dificultades con una canciller frente a un Bundestag m¨¢s polarizado que nunca.
Esperada agenda europea
Las elecciones dejan dos serios problemas a escala europea: las esperad¨ªsimas reformas del euro ¡ªde las que empezar¨¢ a saberse algo m¨¢s tras el discurso del martes de Emmanuel Macron¡ª tendr¨¢n que esperar a que Merkel monte su Gobierno. E incluso en ese momento no ser¨¢ f¨¢cil reforzar el euro. La eurozona sigue siendo disfuncional y vulnerable. Pero los liberales alemanes vuelven con fuerza y defender¨¢n una agenda contraria a un presupuesto del euro, un aut¨¦ntico Fondo Monetario Europeo y un superministro de finanzas ataviado con competencias dignas de tanta pompa.
¡°El resultado es malo para Europa. Merkel hab¨ªa mostrado apertura a las ideas de Macron para fortalecer la zona euro, pero con los liberales es mucho m¨¢s dif¨ªcil. Quien cre¨ªa que la crisis es agua pasada y que ven¨ªa una especie de primavera europea deber¨ªa pens¨¢rselo dos veces¡±, dice el economista J?rg Bibow.
¡°El Parlamento alem¨¢n ha virado a la derecha: el nuevo Gobierno tambi¨¦n lo har¨¢. Ya no es posible pensar en un presupuesto de la eurozona de gran tama?o, aunque sigue habiendo espacio para un Fondo Monetario Europeo¡±, resume Guntram Wolf, director de Bruegel. Para los analistas, sin embargo, la buena noticia es que hay cap¨ªtulos que saldr¨¢n ganando: Berl¨ªn va a querer darle un arre¨®n a las pol¨ªticas migratorias, de defensa y de seguridad, y tambi¨¦n a la agenda comercial.
Pero la crisis existencial de Europa empez¨® en las finanzas y en la econom¨ªa, y en esa ¨¢rea las nubes son m¨¢s grises hoy que anteayer. Los liberales son el freno, la excusa perfecta que buscaban Merkel y Wolfgang Sch?uble para rebajar la ambici¨®n de las reformas del euro. ¡°Un acuerdo cosm¨¦tico Merkel-Macron a¨²n es posible¡±, subraya Daniel Gros, del think-tank bruselense CEPS. Un acuerdo cosm¨¦tico, en fin, con varias capas de maquillaje: habr¨¢ superministro de finanzas del euro, pero sin poder real; el Mede (el mecanismo de ayuda) se convertir¨¢ en un Fondo Monetario Europeo, pero sin apenas cambios y con la filosof¨ªa flexiaustera del ¡°dinero a cambio de reformas¡±, una vieja idea de Merkel que vuelve a cobrar vigencia; puede haber un presupuesto de la eurozona, pero nada de 75.000 millones como suger¨ªa Bruselas: la d¨¦cima parte de esa cifra es mucho m¨¢s probable. Y as¨ª ad infin¨ªtum.
Pese a la presi¨®n de los liberales, Merkel es consciente de que no puede abandonar a Macron a su suerte, sostiene una alta fuente europea. ¡°Si no hace lo prometido, ser¨ªa como darle aire a Le Pen¡±, a?ade esta fuente. Bruselas cree que el resultado final depender¨¢ mucho de las personalidades que acaben entrando en el Gobierno. Pero que, dentro de la tibieza habitual de Merkel, ir¨¢ en la direcci¨®n correcta pese a las tensiones con sus socios de coalici¨®n.
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