Trump se aparta de la l¨ªnea negociadora y apuesta por ¡°hacer lo que hay que hacer¡± con Corea del Norte
El presidente se desmarca en Twitter de la apertura de di¨¢logo preconizada por su secretario de Estado
Si hubo una luz, Donald Trump se encarg¨® de apagarla. En dos tuits demoledores, el presidente de EE UU se apart¨® este domingo de la v¨ªa negociadora con Corea del Norte que auspicia su secretario de Estado, Rex Tillerson. ¡°Le he dicho que est¨¢ perdiendo el tiempo negociando con el peque?o hombre cohete [Kim Jong-un]. Gu¨¢rdate la energ¨ªa Rex, haremos lo que tenemos que hacer¡±, afirm¨® el mandatario en una inquietante alusi¨®n al empleo de medidas m¨¢s dr¨¢sticas.
La tensi¨®n entre Estados Unidos y Corea del Norte est¨¢ alcanzando su punto de ebullici¨®n. Tras detonar a principios de septiembre una bomba de hidr¨®geno en el subsuelo, el r¨¦gimen de Pyongyang tens¨® las cuerdas al probar un misil bal¨ªstico en cielo japon¨¦s y anunciar poco despu¨¦s que pretend¨ªa hacer un ensayo atmosf¨¦rico de su mayor arma de destrucci¨®n masiva.
Fiel a su estilo, Trump respondi¨® elevando el tono. Amenaz¨® ante la Asamblea General de la ONU con ¡°destruir completamente¡± Corea del Norte, orden¨® una potente tanda de sanciones y remat¨® el cerco con el env¨ªo de bombardeos B-1B, con capacidad nuclear, a las proximidades de la frontera.
...Save your energy Rex, we'll do what has to be done!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 1, 2017
A cara de perro, estas demostraciones de fuerza vinieron acompa?adas de una escalada verbal que retrata a sus protagonistas. Mientras Trump caricaturiz¨® al L¨ªder Supremo de ¡°hombre cohete en misi¨®n suicida¡±, Kim Jong-un llam¨® al presidente de la naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo ¡°viejo chocho y desequilibrado¡±, y su ministro de Exterior afirm¨® que tomaba las palabras del mandatario estadounidense como una ¡°declaraci¨®n de guerra¡±.
En este escenario, m¨¢s propio de una mala comedia que de un conflicto con armas nucleares de por medio, se hizo una luz el s¨¢bado pasado cuando el secretario de Estado, Rex Tillerson, admiti¨® que Estados Unidos y Corea del Norte manten¨ªan tres canales de comunicaci¨®n abiertos y que incluso se estaba sondeando la disposici¨®n de Kim Jong-un a abrir conversaciones sobre el programa at¨®mico. ¡°Lo estamos evaluando, as¨ª que permanezcan atentos¡±, avanz¨® un prometedor Tillerson.
Sus palabras ven¨ªan avaladas por un contexto favorecedor. Estaba de visita oficial en China, el pa¨ªs que absorbe el 90% de las exportaciones de Corea del Norte y que en las ¨²ltimas semanas ha virado hacia posiciones cada vez m¨¢s duras con Pyongyang. No solo ha votado en la ONU a favor del embargo a las exportaciones norcoreanas de textil y la limitaci¨®n del suministro de crudo, sino que unilateralmente ha anunciado nuevas restricciones a las ventas de combustible a su vecino y ha concedido un plazo de 120 d¨ªas a las empresas y joint-ventures norcoreanas para que cesen sus actividades en el territorio chino.
Pero esta estrategia de presi¨®n sancionadora y apertura de conversaciones que preconiza el Departamento de Estado ha chocado ahora p¨²blicamente con el escepticismo del presidente. Sus tuits, una vez m¨¢s, tiran por la borda los esfuerzos diplom¨¢ticos de sus colaboradores o por lo menos los ridiculizan. La idea de que toda conversaci¨®n es est¨¦ril y de que solo la mano dura dirimir¨¢ el pulso est¨¢ profundamente anclada en Trump. Y de momento, no hay variaci¨®n. "Ser simp¨¢tico al Hombre Cohete no ha funcionado en 25 a?os. ?Por qu¨¦ tendr¨ªa que funcionar hoy? Clinton fracas¨®, Bush fracas¨® y Obama fracas¨®. Yo no fallar¨¦", remach¨® el presidente en un tuit.
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