El cese bilateral al fuego con el ELN, un hecho hist¨®rico

Desde 1948 no se viv¨ªa en Colombia una ¨¦poca como la que se desarrolla desde el pasado 1 de octubre. Por primera vez en m¨¢s de 60 a?os, Colombia no tiene la amenaza de la violencia pol¨ªtica organizada, o lo que es lo mismo, por primera vez, los grupos armados que justifican la violencia pol¨ªticamente han callado sus fusiles. El pasado agosto las FARC desaparecieron como grupo armado ilegal, y ahora est¨¢n en un camino tortuoso de tr¨¢nsito para convertirse en un partido pol¨ªtico. Igualmente, este primero de octubre entr¨® en vigencia el cese bilateral al fuego firmado entre el gobierno Colombia y la ¨²ltima guerrilla que existe en Colombia: el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN).

Est¨¦ cese tendr¨¢ una vigencia de poco m¨¢s de tres meses con posibilidades de prolongarse. Se anunci¨® poco antes de la llegada del papa Francisco la primera semana de septiembre. Sin embargo, solo hasta el pasado s¨¢bado se conocieron los protocolos que regir¨¢n la veedur¨ªa y observaci¨®n al mismo. El modelo de cese es sustancialmente diferente al que se desarroll¨® con las FARC. Por ejemplo, no habr¨¢ ni concentraciones, ni preconcentraciones como era de esperarse. En la medida que la mesa de negociaci¨®n reci¨¦n ha comenzado, es imposible pedirle al ELN que se concentre e identifique, por ello el actual modelo ha recibido el nombre del cese tipo estatua.

Le veedur¨ªa ser¨¢ realizada por la misi¨®n de Naciones Unidas y la Iglesia Cat¨®lica. Si bien el Gobierno inicialmente promovi¨® a la MAPP-OEA, Misi¨®n de apoyo al proceso de paz en Colombia, creada para hacer el monitoreo al proceso de desmovilizaci¨®n de los paramilitares, las cr¨ªticas llovieron de todas partes. La Mapp-OEA hizo un lamentable papel en dicho proceso de desmovilizaci¨®n, sin ninguna capacidad t¨¦cnica, ni pol¨ªtica, al final todo fue un gran fracaso. Por tanto, se acord¨® que el cese con el ELN ser¨ªa verificado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el cual cre¨® una misi¨®n para el proceso de paz con las FARC, proceso de verificaci¨®n que fue un ¨¦xito.

El reto de la verificaci¨®n no solo viene dado por el modelo de cese al fuego , sino tambi¨¦n por las condiciones de seguridad en el terreno. Por ejemplo, en el departamento del Choc¨® esta guerrilla del ELN mantiene una fuerte confrontaci¨®n con el grupo criminal del Clan del Golfo; en la regi¨®n del Catatumbo, en frontera con Venezuela, adem¨¢s de las estructuras del ELN, opera el Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n (EPL) y tambi¨¦n el Clan del Golfo. All¨ª las condiciones de seguridad hacen prever un cese con riesgos altos de ocurrencia de incidentes.

En todo caso, ser¨¢n 109 municipios de los 1122 que tiene el pa¨ªs que se beneficiar¨¢n con el acuerdo. Alrededor de 30.000 mejorar¨¢n sus condiciones de seguridad, y se espera que esta medida se prolongue para el primer semestre de 2018, para que durante esos meses se desarrollen las primeras elecciones en paz en el pa¨ªs.

Pero los retos del proceso de paz entre el gobierno nacional y la guerrilla del ELN no solo vienen dados por las condiciones en las que se desarrollar¨¢ el cese. Ser¨¢ importante que la mesa en Quito logre destrabar la discusi¨®n sobre el modelo de participaci¨®n social. Aun s¨ª el cese es exitoso, s¨ª la mesa no avanza el proceso estar¨¢ condenado al fracaso, y a la inversa, si la mesa avanza pero el cese no se cumple, la presi¨®n pol¨ªtica para levantar la negociaci¨®n ser¨¢ inmensa, m¨¢s a¨²n en meses preelectorales.

Por ¨²ltimo, es una oportunidad de oro para que el ELN demuestre que est¨¢ cohesionado y que no hay divisiones en su estructura. S¨ª la organizaci¨®n cumple el cese, esta guerrilla lograr¨¢ demostrar unidad y terminar de una vez por todas con los rumores de divisi¨®n. De no ser as¨ª, quedar¨¢ en evidencia lo que muchos han denunciado, sobre fracturas internas en esta guerrilla.