EE UU pide a la OTAN que env¨ªe 1.000 soldados m¨¢s a Afganist¨¢n
Las fuerzas se sumar¨ªan a los 3.000 efectivos suplementarios que ya se dirigen hacia Kabul
Donald Trump quiere apoyo aliado para lograr progresos en el enquistado conflicto afgano. Estados Unidos pidi¨® este jueves a sus socios de la OTAN el env¨ªo de un contingente de 1.000 soldados para combatir la presencia talib¨¢n en Afganist¨¢n. 15 pa¨ªses han mostrado hasta ahora su disposici¨®n a mandar militares a la zona. Los refuerzos se sumar¨¢n a los 3.000 soldados estadounidenses que ya est¨¢n de camino como parte de la nueva estrategia militar de Washington, centrada en recuperar el terreno perdido por el Gobierno de Kabul.
Lejanos ya los d¨ªas en que Donald Trump calificaba a la OTAN de instituci¨®n obsoleta y ped¨ªa la retirada de las tropas de Afganist¨¢n, Estados Unidos recurre a sus aliados para contener el avance talib¨¢n en una guerra que dura ya 16 a?os. La embajadora de EE?UU ante la OTAN, Kay Bailey, anunci¨® este jueves que su pa¨ªs ha solicitado a los socios de la alianza el env¨ªo de un millar de soldados para colaborar en la tarea de frenar el continuo retroceso del Gobierno de Kabul, que ha ido perdiendo posiciones y actualmente controla un 57% del territorio frente al 72% de un a?o antes.
El Pent¨¢gono ha retomado la iniciativa con el env¨ªo de otros 3.000 militares estadounidenses que se sumar¨¢n a los 11.000 que se encuentran desplegados en Afganist¨¢n. Washington se resiste a dejar languidecer un conflicto que en d¨¦cada y media ha hecho evaporarse de las arcas p¨²blicas 700.000 millones de d¨®lares (unos 598.000 millones de euros) y ha costado la vida a 2.400 soldados. A ese en¨¦simo esfuerzo Washington quiere ir acompa?ado, y la presi¨®n para caminar hombro con hombro en el campo de batalla ha surtido efecto ante una OTAN que en principio se mostraba reacia a elevar su presencia en la zona.
Seg¨²n fuentes de la Alianza, 15 pa¨ªses han ofrecido ya participar en el contingente, aunque no han trascendido cu¨¢les son ni la ambici¨®n de su colaboraci¨®n. El refuerzo militar para Afganist¨¢n ser¨¢ uno de los temas centrales de la reuni¨®n de ministros de Defensa de la OTAN de noviembre, momento en el que se conocer¨¢n m¨¢s detalles sobre cu¨¢ntos soldados est¨¢ dispuesto a enviar cada pa¨ªs.
El encuentro mantenido en Kabul la semana pasada entre el secretario de Defensa de EE?UU, Jim Mattis, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha podido ser clave para acelerar el compromiso de la Alianza y precipitar el anuncio de la embajadora norteamericana. ¡°Nuestro objetivo es comenzar a ver un aumento en el n¨²mero de instructores y asesores lo antes posible¡±, se?al¨® la diplom¨¢tica.
Durante su visita al pa¨ªs ambos se vieron con el presidente afgano, Ashraf Ghani, y el jefe del Ejecutivo, Abdullah Abdullah. Stoltenberg se comprometi¨® con ambos a que la OTAN siga financiando a las fuerzas afganas al menos hasta 2020 con una aportaci¨®n m¨ªnima anual de 1.000 millones de d¨®lares.
Escalada militar
La embajadora estadounidense ante la OTAN conf¨ªa en que Kabul gane autonom¨ªa militar en un horizonte cercano: ¡°En seis o siete a?os los afganos ser¨¢n m¨¢s capaces de defenderse y de mantener su defensa sin la ayuda externa. Habr¨¢ m¨¢s estabilidad y necesitaremos menos instructores y asesores¡±, vaticina Bailey.
La demanda estadounidense no ha tomado por sorpresa a sus aliados. Mandos militares norteamericanos ya sondearon a la OTAN sobre la posibilidad de enviar tropas adicionales el pasado junio, un llamamiento al que pa¨ªses como Espa?a respondieron favorablemente. Y el propio presidente, Donald Trump, lo repiti¨® en agosto.
El mayor temor de Washington es que una r¨¢pida salida deje el terreno abonado para que los terroristas ocupen el vac¨ªo. ¡°No estamos reconstruyendo el pa¨ªs de nuevo, estamos matando terroristas¡±, defendi¨® Donald Trump. Un relato de mano dura que hace m¨¢s digerible la escalada militar al sector de su electorado m¨¢s partidario de pol¨ªticas aislacionistas.
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