A Islandia no le toques la moral
El pa¨ªs n¨®rdico celebra este s¨¢bado elecciones adelantadas tras el esc¨¢ndalo sobre la carta de recomendaci¨®n del padre del primer ministro a un pederasta
Islandia est¨¢ sumida en la inestabilidad. Pasada casi una d¨¦cada de la crisis econ¨®mica que arrastr¨® a la ca¨ªda de los bancos y a la quiebra del pa¨ªs, llega ahora la tormenta pol¨ªtica. El pa¨ªs n¨®rdico, con una poblaci¨®n de 320.000 habitantes (casi como la provincia de C¨®rdoba), repetir¨¢ en una semana elecciones generales por segunda vez en un a?o marcado, en esta ocasi¨®n no por un asunto puramente legal, sino por un esc¨¢ndalo que afecta a la moral, a la transparencia de la que tanto presume la sociedad. "El sistema pol¨ªtico no se ha recuperado despu¨¦s del colapso de los bancos en 2008", explica el soci¨®logo Helgi Gunnlaugsson.?Esta vez, la crisis gubernamental ha venido de la mano de Benedikt Sveinsson, el padre del primer ministro del pa¨ªs, Bjarni Benediktsson (partido Independencia). Benedikt firm¨® la pasada primavera una carta para restablecer el honor de Hjalti Sigurj¨®n Hauksson, un hombre al que conoc¨ªa y que hab¨ªa cumplido condena por abusos sexuales continuados a su hijastra menor de edad durante cinco a?os.
El c¨®digo penal island¨¦s incluye la posibilidad de restituir el honor de un criminal desde 1940, a?o en el que Islandia a¨²n estaba bajo dominio dan¨¦s. Entonces, esta norma, derogada tras el esc¨¢ndalo, ten¨ªa el objetivo de devolver el derecho al voto a los condenados. En la actualidad, sin embargo, esta f¨®rmula es utilizada para que un convicto obtenga la restauraci¨®n de su honor ¡ªlos antecedentes penales se mantienen¡ª?y se pueda integrar en la sociedad. Pero para ello es necesario que tres personas firmen una carta de recomendaci¨®n que posteriormente sea validada por el titular de Justicia de turno, en este caso, Sigr¨ªdur ?. Andersen, y, en una fase final, por el presidente del pa¨ªs (que no pertenece a ning¨²n partido), en la actualidad Gu?ni Thorlacius J¨®hannesson, que ha rehusado atender a este peri¨®dico.
Nuevos partidos
En medio de toda esta tormenta pol¨ªtica, algunos ¡ªcomo el ex primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson (Partido Progreso)¡ª ven en estos cambios la oportunidad de recobrar credibilidad en un pa¨ªs que ya le castig¨® por su aparici¨®n en los Papeles de Panam¨¢. Sigmundur David, tras un a?o apartado de la vida p¨²blica, ha decidido volver al tablero pol¨ªtico ultra fragmentado island¨¦s con su nuevo partido: Midflokkurinn (Partido del Centro). "La verdad es que tiene posibilidades", reconoce Bj?rg Eva Erlendsd¨®ttir, secretaria general de la Izquierda Verde que encabeza todas las encuestas.
Otra nueva formaci¨®n que intentar¨¢ entrar en el Al?ingi?(Parlamento) ¡ªdonde a d¨ªa de hoy hay siete fuerzas representadas¡ª?es el Partido Socialista de Islandia (diferente del Partido Socialista Island¨¦s). El pasado 1 de mayo Gunnar Sm¨¢ri Egilsson cre¨® un nuevo socialismo que pretend¨ªa recuperar los valores de la sociedad que considera no son defendidos a trav¨¦s de los partidos del establishment. Los expertos y analistas, en cambio, no auguran ning¨²n tipo de recorrido a esta formaci¨®n.
Bj?rg Eva Erlendsd¨®ttir, secretaria general de la Izquierda Verde, partido que lidera todas las encuestas de cara a los comicios del 28 de octubre, asegura indignada que el Gobierno ha ca¨ªdo por una cuesti¨®n "puramente moral". Explica que el hecho de que el padre del primer ministro firmase la carta que restablece el honor de un excriminal es irrelevante. "Es algo que est¨¢ totalmente dentro de la ley. No hay duda de ello", contin¨²a sin darle un atisbo de importancia.?
Porque lo que ha ahondado en lo m¨¢s profundo de la conciencia de los islandeses es la "poca transparencia" con la que se ha manejado la cuesti¨®n. Islandia ocupa el puesto 14? de los pa¨ªses menos corruptos del mundo, seg¨²n la ONG con sede en Berl¨ªn Transparencia Internacional. "Las autoridades han estado manteniendo la firma casi como un secreto de Estado", detalla Helgi. Un periodista local que ha investigado el caso ha asegurado a este diario que el partido del primer ministro (Partido de la Independencia) era conocedor del caso y lo hab¨ªa escondido. Para Elvira M¨¦ndez Pinedo, profesora de Derecho en Reikiavik, este esc¨¢ndalo ha sido "la gota que colma el vaso" y ha servido como pretexto a los miembros minoritarios del Gobierno de coalici¨®n (Futuro Brillante y Regeneraci¨®n) para convocar elecciones anticipadas un a?o despu¨¦s de los ¨²ltimos comicios, tambi¨¦n precipitados por otro culebr¨®n a nivel mundial.
En octubre de 2016, el entonces primer ministro,?Sigmundur David Gunnlaugsson,?se vio salpicado por la filtraci¨®n de los Papeles de Panam¨¢, lo que le convirti¨® en el primer pol¨ªtico del mundo en dimitir y forzar elecciones anticipadas. El pa¨ªs a¨²n no hab¨ªa salido de su control de capitales ¡ªlo levant¨® este a?o¡ª y otra crisis se cern¨ªa sobre la isla n¨®rdica. "La poblaci¨®n se siente traicionada [desde los a?os de la crisis] y los pol¨ªticos no son capaces de recuperar la confianza de la sociedad", subraya el soci¨®logo. Lo que explicar¨ªa la crisis permanente en la que vive el pa¨ªs.
"Es cierto que la econom¨ªa se ha recuperado y que Islandia ha gozado de un crecimiento econ¨®mico jam¨¢s visto, pero no ha sido gracias a los partidos pol¨ªticos", a?ade el soci¨®logo. "Este crecimiento se debe a factores externos,?principalmente el turismo y las exportaciones de nuestros productos, como el pescado", dice el soci¨®logo.?
Gunnar Helgi Kristinsson, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Islandia, cree sin embargo que el Ejecutivo island¨¦s se ha roto por su "debilidad", y no s¨®lo por el esc¨¢ndalo moral de la carta de recomendaci¨®n. ¡°En una coalici¨®n algo m¨¢s estable ¡ªpor ejemplo con una mayor¨ªa m¨¢s grande o con partidos con m¨¢s experiencia en la vida pol¨ªtica¡ª quiz¨¢s esto no hubiera desencadenado en la descomposici¨®n del Gobierno".?
La inoportuna firma, pues, no solo ha provocado una crisis de Gobierno monumental, sino un debate interno de los valores del pa¨ªs porque ha tocado uno de los nervios m¨¢s sensibles de la sociedad: la nitidez en la vida p¨²blica. ¡°Somos una sociedad que se rige por la transparencia¡±, sentencia Bj?rg Eva, y la prueba de ello es que, como asegura Helgi,?"si esta informaci¨®n [la firma de la carta de recomendaci¨®n] se hubiera hecho p¨²blica desde el principio, este caso no hubiera terminado de esta manera tan dram¨¢tica...".
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