¡°Argentina idolatra el pasado, tenemos que dejar de repetirlo¡±
El ensayista y poeta defiende los primeros pasos dados por el macrismo para "devolver protagonismo a los tres poderes del Estado"
El 22 de octubre, Mauricio Macri se enfrenta a su primera gran prueba: las elecciones de medio t¨¦rmino, que renuevan buena parte del Congreso. Su gran rival es Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, que se presenta a senadora en Buenos Aires. EL PA?S presenta una serie de entrevistas a empresarios, activistas, intelectuales y artistas para analizar la situaci¨®n del pa¨ªs
Santiago Kovadloff (Buenos Aires, 1942) es fil¨®sofo, poeta y traductor. En su casa, rodeado de libros y retratos de maestros literarios como Borges y Shakespeare, lamenta que los argentinos idealicen "una grandeza ficticia" y repitan errores que han frenado el desarrollo del pa¨ªs y de sus instituciones. Cree que el Gobierno de Mauricio Macri est¨¢ sentando las bases para un cambio importante, que s¨®lo ser¨¢ posible con consensos.
Pregunta. Est¨¢n por cumplirse dos a?os del gobierno de Macri, ?c¨®mo ve a Argentina?
Respuesta. Creo que estamos en una transici¨®n del populismo hacia la democracia republicana mediante la tentativa de devolver a los tres poderes del Estado un protagonismo que en el Gobierno anterior hab¨ªan perdido.
P. Hay quien dice que casi no ha habido cambio, otros hablan de un ajuste dr¨¢stico.
R. Podemos lamentar desaciertos, que muestran cierta inexperiencia, pero no hay duda alguna de que el Gobierno est¨¢ logrando algunas transformaciones estructurales muy importantes. Si tenemos en la provincia de Buenos Aires una gobernadora [Mar¨ªa Eugenia Vidal] que necesita vivir en un cuartel es porque su batalla contra el narcotr¨¢fico es seria. Tenemos un movimiento dentro de la justicia que est¨¢ empezando a contrarrestar la idea que la justicia est¨¢ sometida a las presiones del poder pol¨ªtico. No son suficientes pero son evidentes. Creo que la mayor preocupaci¨®n del Poder Ejecutivo es poder saldar la deuda con la brutal marginalizaci¨®n econ¨®mica, laboral y cultural en la que se encuentran m¨¢s de diez millones de argentinos.
"La grieta profunda es entre la miseria y la concentraci¨®n de la riqueza"
P. ?C¨®mo ha llegado Argentina a esa marginalizaci¨®n, a un 30% de pobreza, cuando un siglo atr¨¢s estaba entre los grandes pa¨ªses?
R. Nosotros fuimos uno de los pocos pa¨ªses, si no el ¨²nico, de Am¨¦rica Latina que en la lucha por la emancipaci¨®n en el siglo XIX, en el intento de independizarnos del poder colonial espa?ol, al mismo tiempo desarrollamos una guerra civil. La ausencia de federalismo, de interdependencia regional y de un orden parlamentario verdaderamente constitucional contribuy¨® a hacer que la Argentina se convirtiera en un pa¨ªs que es un id¨®latra del pasado. Es decir, la reiteraci¨®n de sus errores. Estamos tratando de dejar de repetir para ver si podemos empezar a innovar.
P. ?Por qu¨¦ Argentina permanentemente necesita mirar hacia el pasado?
R. Somos un pa¨ªs que ha idealizado una grandeza ficticia y no una grandeza real. El peronismo en un momento contribuy¨® enormemente a generar espacios protag¨®nicos a sectores sociales marginados. Pero esa labor qued¨® inconclusa. Esta presunci¨®n de que es posible cambiar el curso de las cosas mirando hacia atr¨¢s nos hunde en una inmovilidad. Me parece que estamos aprendiendo a capitalizar el fracaso. En el orden personal esto es decisivo para convertirse en una persona madura. En el orden social es indispensable para llegar a ser algo m¨¢s que un conglomerado social.
P. Al decir madurar, ?cree que Argentina es una sociedad quiz¨¢s inmadura?
R. S¨ª. Nosotros le hemos declarado la guerra a la OTAN. Fuimos a la Plaza de Mayo a vitorear a un dictador que nos iba a devolver las Malvinas a balazos. Y cre¨ªmos que ¨ªbamos a echar a los ingleses como los hab¨ªamos echado en 1806. Es un nivel de imbecilidad profundo, de permeabilidad a la demagogia y a la ceguera que nos ha poblado de muertos y de esterilidad pol¨ªtica. Somos un pa¨ªs atrasado porque no ha entendido sus propios desaf¨ªos.
P. ?Cu¨¢les son los desaf¨ªos m¨¢s urgentes que tiene Argentina?
"Estamos pasando del populismo a una democracia republicana"
R. Para m¨ª son tres. Primero, una revoluci¨®n educativa para la creaci¨®n de civismo porque necesitamos ciudadanos, no habitantes ni consumidores. El otro recurso que me parece fundamental es la consolidaci¨®n de la vida parlamentaria porque es el indicio de la actitud para la convivencia pol¨ªtica. Y el tercer elemento es que tengamos una justicia independiente. No se trata de morir con [Alberto] Nisman, asesinado, pero s¨ª se trata de arriesgarse a todo para que la justicia exista.
P. Argentina ha sufrido un grave deterioro educativo. ?C¨®mo ve la educaci¨®n hoy?
R. La veo muy asim¨¦trica. En el orden universitario, Argentina es uno de los pocos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina que produce protagonistas a nivel mundial. En el orden de las ciencias humanas, de la pol¨ªtica, de la literatura, del teatro, del cine, de la m¨²sica, es espectacular. Somos un pa¨ªs potente pero no nos olvidemos que nuestra potencia en todos los sectores expresivos se logra a expensas del estado y no mediante su apoyo. El estado a¨²n no se siente expresado por sus logros individuales. Podemos hablar entonces de una cultura argentina integrada por sobrevivientes.
P. Figuras individuales, como en el f¨²tbol.
R. Vamos al caso de Messi. Messi en el Barcelona juega muy bien porque es concertino en una orquesta espl¨¦ndida. Aqu¨ª no hay orquesta. La melod¨ªa no es una, sino diversas y antag¨®nicas entre s¨ª. Entonces tenemos que aprender a convivir, tenemos que aprender que la vida del otro es indispensable para la constituci¨®n de la m¨ªa.
"En Argentina no hay tolerancia a la diferencia, ni goce de la diferencia"
P. ?Falta paciencia?
R. S¨ª. Argentina desde el punto de vista pol¨ªtico es un pa¨ªs de eyaculadores precoces. No pueden tener relaci¨®n, se van solos. Y si est¨¢n solos no entienden. Esa premura, esa locura por exterminar o acabar con el otro muestra hasta qu¨¦ punto hemos concebido la pol¨ªtica de manera maniquea. No hay tolerancia a la diferencia, ni goce de la diferencia.
P. ?C¨®mo puede ocurrir eso en un pa¨ªs que se nutre de la inmigraci¨®n, que logr¨® aunar culturas tan distintas?
R. Porque hemos perdido el espacio de convergencia primordial dado por la escuela pol¨ªtica. Tuvimos grandes maestros porque tuvimos un ideal de pa¨ªs y lo perdimos porque empezamos a tener no un ideal de naci¨®n sino un ideal de sector.
P. ?Ve posible a d¨ªa de hoy superar el enfrentamiento? Un extranjero siente que hay dos argentinas.
R. Hay dos argentinas. Pero la grieta profunda no es la grieta entre kirchneristas y quienes no lo somos. La grieta profunda es entre la miseria y la concentraci¨®n de la riqueza que se ha hecho evidente de manera cruel.
P. ?Es optimista? ?Cree que esta vez va a ser diferente?
R. Soy esperanzado m¨¢s que optimista. Creo que en la realidad del presente hay matices que evidencian la posibilidad de tener expectativas razonables de transformaci¨®n.
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