M¨¦xico muestra a EE UU sus ¡°errores¡± en la renegociaci¨®n del TLC

M¨¦xico trata de hacer ver a Estados Unidos su ¡°error¡± de recurrir a soluciones comerciales ¡°del pasado¡± en la renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC). El centenar de negociadores mexicanos que participa, desde este mi¨¦rcoles, en la cuarta ronda de conversaciones para modernizar el mayor pacto comercial del mundo ha llegado a Washington con un objetivo claro: convencer a sus pares estadounidenses de que las propuestas que la Administraci¨®n Trump ha dejado caer recientemente ¡ªcuotas nacionales y no solo regionales de insumos para la industria automotriz; eliminaci¨®n del cap¨ªtulo de resoluci¨®n de controversias o la terminaci¨®n autom¨¢tica del tratado a cinco a?os vista si los tres pa¨ªses no convienen lo contrario¡ª son ¡°inaceptables¡± y nocivas para Canad¨¢ y M¨¦xico y, sobre todo, para los propios EE UU.

¡°Parece que su intenci¨®n es poner encima de la mesa varias bombas nucleares, como si quisieran dinamitar el tratado¡±, subraya una alta fuente mexicana implicada en las negociaciones. La labor pedag¨®gica viene precedida por una serie pol¨¦micas propuestas filtradas en las ¨²ltimas semanas por el Gobierno estadounidense que han embarrado el terreno de juego y han tensado a¨²n m¨¢s la cuerda de la negociaci¨®n. ¡°Sin duda es el momento m¨¢s cr¨ªtico desde que empezamos a hablar. Es el primer gran punto de quiebre¡±, agregan desde el lado mexicano. A las filtraciones se suma el sempiterno ruido externo procedente de la Casa Blanca: en los ¨²ltimos d¨ªas, Donald Trump ha insistido en la posibilidad de que su pa¨ªs abandone el TLC ¡ªque sigue tildando de ¡°injusto¡±¡ª si M¨¦xico y Canad¨¢ no acatan sus tesis. Este mi¨¦rcoles, el magnate republicano ha ido un paso m¨¢s all¨¢ al sugerir un acuerdo bilateral solo con Canad¨¢ si fracasa el tratado firmado en 1994.

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La opci¨®n de que M¨¦xico se levante de la mesa en los pr¨®ximos d¨ªas si sus pares estadounidenses despliegan formalmente sus ideas m¨¢s pol¨¦micas ¡ªuna posibilidad que ha ganado enteros en las ¨²ltimas fechas y que muchos expertos ven plausible a la vista del ¨®rdago de Washington¡ª es todav¨ªa lejana. Ser¨ªa, dicen en la Ciudad de M¨¦xico, ponerle en bandeja a Trump la salida del tratado. Y ese es el escenario que se quiere evitar a toda costa. ¡°Aunque, a la vista de algunas propuestas deslizadas recientemente, el TLC se convertir¨ªa en un tratado anti libre comercio. Para eso quiz¨¢ estar¨ªamos mejor en un esquema OMC [el esquema que rige para todos los intercambios entre pa¨ªses que no tienen firmado un tratado de libre cambio]¡±. A finales de agosto, el titular de Econom¨ªa mexicano, Ildefonso Guajardo, admiti¨® que su pa¨ªs trabaja en un ¡°plan alternativo¡± por si las negociaciones del tratado acaban finalmente descarrilando y subray¨® que M¨¦xico no estar¨¢ en la mesa di¨¢logo ¡°a cualquier precio¡±.

Las tres primeras rondas negociadoras, celebradas en Washington, la Ciudad de M¨¦xico y Ottawa han estado marcadas por la ausencia de propuestas formales por parte de EE UU. Este factor ha despertado importantes cr¨ªticas ¨Cen privado¨C de los negociadores mexicanos y canadienses, que no entienden a qu¨¦ se debe este retraso en la presentaci¨®n de ideas para renegociar el pacto comercial. M¨¢s a¨²n cuando la apertura del di¨¢logo fue a petici¨®n, ¨²nica y exclusiva, de la Administraci¨®n Trump. Pero esta falta de propuestas tocar¨¢ a su fin en esta cuarta ronda: la delegaci¨®n estadounidense prepara una bater¨ªa de propuestas que amenazan con no dejar t¨ªtere con cabeza.

La industria automotriz ser¨¢ el escenario de una de las mayores batallas en los pr¨®ximos d¨ªas. Todo apunta a que EE UU propondr¨¢ un aumento del porcentaje obligatorio de insumos procedentes de la regi¨®n para la fabricaci¨®n de un coche: pasar¨ªa del 62,5% hasta el 80% u 85%, algo inaceptable para M¨¦xico y Canad¨¢. No es la ¨²nica propuesta que levanta ampollas en sus socios: Washington tambi¨¦n ha dejado caer que propondr¨¢ una cuota m¨ªnima de insumos estadounidenses y no solo norteamericanos, algo inexistente en cualquier tratado comercial del mundo, recuerdan los negociadores y el sector privado mexicano.

Fuera del sector automovil¨ªstico, los mayores escollos est¨¢n en los cap¨ªtulos de compras de Gobierno, de protecci¨®n de inversiones y de resoluci¨®n de controversias ¡ªpara la reforma de este ¨²ltimo, el Ejecutivo estadounidense sopesa retrotraerse a 60 a?os atr¨¢s e inspirarse en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en ingl¨¦s)?de 1947¡ª. Tambi¨¦n en la posibilidad de que EE UU busque una cl¨¢usula que dar¨ªa por terminado el TLC en cinco a?os si los tres pa¨ªses no acuerdan antes lo contrario. Este punto, que ya ha debatido internamente la Administraci¨®n republicana, levanta enormes suspicacias en las delegaciones mexicana y canadiense. ¡°Si algo da un tratado de libre comercio es certidumbre. Que te digan que un acuerdo que tard¨® tres a?os en ser negociado debe ser repensado ¨ªntegramente cada cinco a?os simplemente no tiene sentido: es una locura¡±, remata una alta fuente mexicana.