El Senado aprueba el presupuesto de Trump y allana el camino para la reforma fiscal

El Senado de Estados Unidos dio esta noche un empuj¨®n a la reforma fiscal de Donald Trump. La C¨¢mara vot¨® a favor del proyecto de presupuestos federales para el a?o 2018 y, con este, un instrumento legal por el cual la aprobaci¨®n del modelo tributario dise?ado por la nueva Administraci¨®n solo requerir¨ªa una mayor¨ªa simple de los senadores. Con el fracaso sonado de la contrarreforma sanitaria, sacar adelante otra gran promesa electoral como es la rebaja de impuestos supone un logro irrenunciable para el presidente.

¡°Los republicanos van a por la gran aprobaci¨®n del Presupuesto hoy, el primer paso para un recorte masivo de impuestos, Creo que tenemos los votos, pero, ?qui¨¦n sabe?¡±, hab¨ªa escrito Trump en su cuenta de Twitter a primera hora de la ma?ana. Luego comenz¨® el debate en el Senado, una c¨¢mara con la que el presidente no se ha acabado de entender bien hasta ahora pese a que su partido lo controla. Ya de noche, la resoluci¨®n sali¨® por 51 votos a favor y 49 en contra. "Hemos dado el primer paso para reemplazar un sistema tributario roto¡±, dijo el l¨ªder republicano en el Senado, Mitch McConnell.

Los presupuestos permiten expandir el d¨¦ficit p¨²blico en 1,5 billones de d¨®lares en 10 a?os. Adem¨¢s, incluye un mecanismo bautizado como ¡°reconciliaci¨®n¡±, seg¨²n el cual podr¨ªan aprobar la ley de la reforma tributaria gracias a una mayor¨ªa simple de los 100 senadores, que en teor¨ªa tiene asegurada (hay 52 republicanos y 48 dem¨®cratas), en lugar de los 60 votos que normalmente necesita esta c¨¢mara. Pero las dudas de Trump tienen sentido: esa mayor¨ªa simple no se logr¨® para tumbar el modelo sanitario de Obama, ya que los conservadores no consiguieron ponerse de acuerdo en el sistema para sustituirlo.

La reforma fiscal tiene los ingredientes necesarios para gustar a los republicanos y excitar a los mercados. Grosso modo, plantea una rebaja del impuesto de sociedades del 35% al 20%, reduce el tope para las rentas m¨¢s altas (del 39,6% al 35%) y duplica el m¨ªnimo exento (ahora es de 12.000 d¨®lares anuales en un matrimonio de dos c¨®nyuges empleados). Con estas y otras medidas, el empresario neoyorquino promete la mayor rebaja fiscal de la historia. Los dem¨®cratas han decidido batallar, alertando de que ensanchar¨¢ la brecha entre ricos y pobres, pero los conservadores parecen estar m¨¢s unidos en este asunto que en el Trumpcare.

Trump ya trat¨® de salvar su contrarreforma sanitaria al tramitarla como una ley presupuestaria, pero el proyecto acab¨® descarrilando igualmente. Ahora volver¨ªa a necesitar un m¨ªnimo de 60 esca?os y, ante las dificultades, el presidente ha optado por impulsar medidas relativas a la cobertura sanitaria y los seguros mediante ¨®rdenes ejecutivas. Esta vez, Trump no quiere fallar.

Hay una diferencia clave entre el fracaso a la hora de tumbar Obamacare y sacar adelante la reforma tributaria y es que esta ¨²ltima la estaban descontando los mercados y, si ese est¨ªmulo esperado no se cumple, la confianza empresarial lo resentir¨¢. Un buen ejemplo del problema que supone no conseguir alumbrar lo prometido en materia de impuestos se palp¨® la semana pasada, durante las jornadas semestrales del Fondo Monetario Internacional. Para enfado de la Casa Blanca, el organismo admiti¨® p¨²blicamente que hab¨ªa tenido que cambiar su escenario de an¨¢lisis con Estados Unidos: si en la cita de hace medio a?o hab¨ªan realizado las estimaciones de la econom¨ªa con la idea de que habr¨ªa un empuj¨®n al crecimiento por la v¨ªa fiscal, en la de este oto?o, vistos los escasos avances pol¨ªticos al respecto, hab¨ªa vuelto a un supuesto neutral. As¨ª, las previsiones para el PIB de la econom¨ªa m¨¢s potente del planeta eran m¨¢s modestas que las de abril.