Odebrecht en M¨¦xico, un asunto de nietos
El pulso entre Nieto y Pe?a Nieto, lejos de haberse resuelto, amenaza con convertirse en telenovela
Pese a que M¨¦xico estaba incluido entre los pa¨ªses en los cuales Odebrecht reparti¨® cuantiosos sobornos, la clase pol¨ªtica local hab¨ªa logrado surfear el oleaje del tsunami que tantos esc¨¢ndalos provoc¨® en Brasil, Argentina, Ecuador, Per¨² y Rep¨²blica Dominicana. Los dirigentes de la empresa brasile?a reportaron haber entregado poco m¨¢s de 10 millones de d¨®lares al titular de Pemex y, no obstante, las autoridades mexicanas escuchaban el dato como si se anunciara que Plut¨®n ya no era planeta, sino asteroide. Hasta que lleg¨® Santiago Nieto y encendi¨® la pradera.
El fiscal para delitos electorales interpret¨® que poco menos de dos de esos 10 millones de d¨®lares le fueron entregados a Emilio Lozoya cuando este fung¨ªa como coordinador de asuntos exteriores de la campa?a de Enrique Pe?a Nieto a la presidencia en 2012. El propio candidato y luego presidente electo se reuni¨® en tres ocasiones con representantes de esa empresa durante esos meses, afirma la prensa. Santiago Nieto no necesit¨® m¨¢s para iniciar una investigaci¨®n contra Emilio Lozoya por la presunta aplicaci¨®n de recursos il¨ªcitos al financiamiento de la campa?a. Meses m¨¢s tarde, la propia Procuradur¨ªa Federal se vio obligada a abrir una indagaci¨®n sobre los otros ocho millones de d¨®lares que Lozoya habr¨ªa recibido cuando fue titular de Pemex (renunci¨® en febrero del a?o pasado).
No es la primera investigaci¨®n que se efect¨²a contra uno de los miembros m¨¢s cercanos al c¨ªrculo presidencial, pero s¨ª la m¨¢s inc¨®moda. En los primeros a?os del sexenio tanto la primera dama como el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, hab¨ªan sido objeto de una investigaci¨®n por parte de la Secretar¨ªa de la Funci¨®n P¨²blica de la cual fueron plenamente exonerados. La oposici¨®n se quej¨® de que el responsable de la investigaci¨®n era, a su vez, un amigo de los acusados. Para desgracia de Lozoya, ahora se trataba de un fiscal independiente.
El esc¨¢ndalo ha sido enorme, pero el PRI est¨¢ dispuesto a pagar la factura pol¨ªtica del descr¨¦dito
Tampoco es el primer dolor de cabeza que Santiago Nieto provoca en el c¨ªrculo presidencial, pero s¨ª el m¨¢s grave. Hace unos d¨ªas, cuando revel¨® p¨²blicamente que Lozoya le hab¨ªa presionado para ser exonerado, la PGR aprovech¨® la ocasi¨®n y ces¨® a Nieto de manera fulminante bajo la acusaci¨®n de haber violado el secreto profesional de una investigaci¨®n en proceso.
La medida fue interpretada como una decisi¨®n pol¨ªtica del m¨¢s alto nivel. Algunos consideraron que era un exabrupto presidencial, una revancha personal. Creo, m¨¢s bien, que se trata de una estrategia perfectamente calculada. El da?o que ha causado Santiago Nieto a la ¨¦lite pol¨ªtica es ¨ªnfimo con respecto al que puede provocar en los pr¨®ximos meses a lo largo de la campa?a presidencial que culmina el pr¨®ximo verano.
Tal como est¨¢n las cosas, el enemigo a vencer es el candidato de oposici¨®n Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, favorito de las encuestas. El PRI carece de una figura popular para oponerle y acusa niveles de desaprobaci¨®n hist¨®ricos. La ¨²nica posibilidad que tendr¨ªa el partido oficial para retener el poder reside en fragmentar el sufragio antipriista, movilizar su voto duro a partir de programas clientelares y montar una campa?a negativa de proporciones may¨²sculas en contra de L¨®pez Obrador (¡°imitador de Ch¨¢vez y Maduro¡±). En otras palabras, recurrir a una ingente bater¨ªa de estrategias, muchas de las cuales calificar¨¢n como delitos electorales. Deshacerse del fiscal inc¨®modo resultaba, entonces, un imperativo categ¨®rico.
El esc¨¢ndalo ha sido enorme, pero el PRI est¨¢ dispuesto a pagar la factura pol¨ªtica del descr¨¦dito. Prefiere tragarse el sapo ahora que perder las elecciones despu¨¦s. Para el primer c¨ªrculo se trata no s¨®lo de un asunto de poder, podr¨ªa entra?ar el riesgo de enfrentar c¨¢rcel al final del sexenio, en caso del arribo de un L¨®pez Obrador en modalidad justiciera.
La historia a¨²n no termina. El Senado puede revertir el despido de Nieto y reinstalarlo en su puesto; basta mayor¨ªa simple. La oposici¨®n cuenta con 65 miembros y el PRI y sus aliados con 63. Pero este martes, de manera sorpresiva, la Junta de Coordinaci¨®n de la C¨¢mara alta decidi¨® que la votaci¨®n sobre el caso Nieto fuese secreta. Esto permitir¨ªa al PRI doblar la mano de senadores indecisos que estar¨ªan dispuestos a negociar su voto, a condici¨®n de que no se hiciera p¨²blico. La oposici¨®n asegura que paralizar¨¢ al Senado si no se revierte el dictamen para que el voto sobre el despido de Nieto se haga abierto. Entre otras cosas, esta ¡°huelga¡± boicotear¨ªa la aprobaci¨®n del paquete presupuestal del pr¨®ximo a?o fiscal.
El pulso Nieto-Pe?a Nieto a¨²n est¨¢ lejos de haberse resuelto y amenaza con convertirse en telenovela. El final de temporada, infamias y traiciones incluidas, promete ser clim¨¢tico.
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