La muerte cobra vida en la Ciudad de M¨¦xico

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As¨ª se prepar¨® el desfile de D¨ªa de Muertos en Ciudad de M¨¦xico

Una tradici¨®n milenaria de un a?o de vida

Antes de ¡®Coco¡¯: los tributos al D¨ªa de Muertos en Hollywood

Los muertos han tomado la Ciudad de M¨¦xico. Calaveras gigantes han invadido el coraz¨®n de la capital. La ciudad es suya. Las catrinas y los catrines han llegado desde el m¨¢s all¨¢ y las flores de cempas¨²chil han cubierto de olores y colores el ic¨®nico Paseo de la Reforma, donde miles de personas se han dado cita para disfrutar este s¨¢bado del desfile de D¨ªa de Muertos. ¡°Nosotros no somos de Halloween, nosotros somos esto¡±, dice orgulloso Javier Arias, de 54 a?os.

¡°?Ah¨ª vienen, ah¨ª vienen!¡±, gritaba un ni?o emocionado. El desfile ha abierto con un homenaje a los h¨¦roes an¨®nimos del sismo del pasado 19 de septiembre. El pu?o en alto, un s¨ªmbolo de la resistencia ante la tragedia, se rode¨® de aplausos y de gritos conmovidos. ¡°Todo lo que ha pasado le da un sabor a esta fiesta porque la herida est¨¢ abierta, pero el mexicano es as¨ª, se burla de la muerte y le pone mucho picante a la vida¡±, explica Alejandro Mart¨ªnez, de 42 a?os.

¡°Hace un a?o que esper¨¢bamos venir, ten¨ªamos ganas de festejar esto¡±, cuenta Fabio de Paula, un turista brasile?o que se ha sumergido en la experiencia con la cara maquillada y disfrazado de catr¨ªn. Hay muchos extranjeros, s¨ª, pero sobre todo familias que han aprovechado la excusa para salir a la calle y disfrutar del d¨ªa.

El segundo desfile de d¨ªa de muertos ha empezado en el monumento de la Estela de Luz y concluido en la plaza del Z¨®calo, en un recorrido que abrac¨® siete kil¨®metros. Los tambores prehisp¨¢nicos anticipan la llegada de los danzantes con penachos llenos de plumas y el copal impregna todos los rincones del ic¨®nico Paseo de la Reforma que por unos minutos se convirti¨® en el Mictl¨¢n, el lugar de la oscuridad, de los antiguos aztecas.

Los guerreros milenarios, los se?ores de la guerra y los xoloitzcuintles dieron paso al M¨¦xico mestizo: a los monjes, al temor a Dios, a las veladoras, las cruces cubiertas de cempas¨²chil, a los ¨¢ngeles y al diablo rojo y bigot¨®n. Un ni?o peque?o sentado en los hombros de su padre aplaude emocionado: un hechicero ha puesto una vara m¨¢gica sobre la cabeza. A unos metros se forma un remolino alrededor de un vendedor de algod¨®n de az¨²car, al que se le escapan peque?as hebras azucaradas.

¡°?Viva M¨¦xico!¡±, se escucha detr¨¢s de las vallas. Ya lleg¨® la Revoluci¨®n, las adelitas, la lucha de Emiliano Zapata y las banderas mexicanas. Las referencias a la mexicanidad se suceden hasta llegar al culto a la muerte, el pan de muerto, los alebrijes y las calaveras de az¨²car. El mariachi se escucha a todo lo que da. Despu¨¦s todo es una fiesta de calacas penitentes, rumberas y enamoradas. Suena la cumbia, la salsa y el merengue¡­ el desfile se convierte en una celebraci¨®n a la vida, en la que la catrina es la reina del carnaval.

No es una fiesta cualquiera. La muerte, temida y convertida en tab¨² en otras partes del mundo y en otros d¨ªas del a?o, cobra vida cada a?o en M¨¦xico y sabe a pan de muertos. La celebraci¨®n tiene sabores y rituales muy definidos. Por eso, cuando la producci¨®n de James Bond Spectre apost¨® por un ¡°desfile¡± de D¨ªa de Muertos en M¨¦xico, las cr¨ªticas no se hicieron esperar. El rodaje, a principios de 2015, dej¨® un legado que aprovech¨® el Gobierno de la capital un a?o m¨¢s tarde en la primera edici¨®n ¡°real¡± de una procesi¨®n que antes no exist¨ªa y la capital intent¨® apropiarse y resignificar una celebraci¨®n que antes parec¨ªa intocable.

¡°Un desfile no le quita nada a la tradici¨®n, no es un circo, es algo que suma y que mantiene el esp¨ªritu de esta tradici¨®n de esta fiesta¡±, afirma Rosal¨ªa Camiro, de 27 a?os. ¡°Se lo sacaron de la manga porque esto en realidad no exist¨ªa, pero est¨¢ bueno porque la gente, sea de aqu¨ª o de fuera, puede acercarse y conocer nuestras tradiciones¡±, opina Jos¨¦ Luis Chac¨®n, de 28 a?os. ¡°No hemos visto la peli,pero est¨¢ padre que el mexicano le saque provecho y lo haga una fiesta suya¡±, se?ala Laura Morales, de 25 a?os. ¡°Igual y despu¨¦s del desfile regresamos a verla, pero ahora queremos ver esto, en ninguna otra parte del mundo ver¨¢s esto¡±, a?ade su novio, Genaro Esparragoza, de 29.

El altar monumental, que permanecer¨¢ abierto al p¨²blico en el Z¨®calo hasta el pr¨®ximo 2 de noviembre, ha sido dedicado a las poblaciones afectadas por los terremotos que asolaron el pa¨ªs el 7 y el 19 de septiembre pasados, que dejaron m¨¢s de 500 v¨ªctimas mortales. Las autoridades se?alaron que el a?o pasado 200.000 personas acudieron al desfile y se esperaba que para esta edici¨®n lo hicieran al menos 400.000 espectadores. Otras estimaciones contemplaban que el aforo superara el mill¨®n de visitantes.