La periodista colombiana Ilia Calder¨®n, nueva estrella de Univision
La comunicadora ser¨¢ la nueva copresentadora con Jorge Ramos del noticiero con m¨¢s audiencia de la comunidad hispana. Es la primera afrolatina que conduce un informativo de este calibre en EE UU
En tiempos en los que la diversidad se ve atacada en EE UU por corrientes racistas y xen¨®fobas alentadas por la llegada a la presidencia de Donald Trump, con su discurso de a?oranza de la supuesta arcadia de una Am¨¦rica blanca, figuras como Ilia Calder¨®n demuestran que la evoluci¨®n multicultural de esta naci¨®n es indetenible. Univision, la principal compa?¨ªa de comunicaci¨®n del mundo latino en EE UU, la ha aupado al puesto de copresentadora de su programa informativo estrella vespertino con Jorge Ramos, el Noticiero Univision, en sustituci¨®n de Mar¨ªa Elena Salinas a partir de diciembre. Con casi dos d¨¦cadas de carrera en EE UU, Calder¨®n, mujer, latina, negra, sufri¨® en verano los rigores de los aires ponzo?osos que recorren Am¨¦rica cuando un l¨ªder del Ku Klux Klan la insult¨® en una entrevista con rabia enfermiza. Ella aguant¨®. Calder¨®n, de 45 a?os, no sali¨® de ni?a de Istmina, su pueblo en la selva del Pac¨ªfico colombiano, para bajar la cabeza ante un tarugo at¨¢vico.
Pregunta. Cu¨¦nteme de su pueblo.
Respuesta. Era un pueblo chiquito donde fui una ni?a feliz. Ten¨ªa calle y media, y al principio no ten¨ªamos electricidad. Viv¨ªamos con l¨¢mparas de queroseno. Pero una vecina, do?a Blanquita, ten¨ªa un poco m¨¢s de dinero y se compr¨® una planta el¨¦ctrica, y nos regalaba luz dos o tres veces a la semana. Ah¨ª es cuando aprovech¨¢bamos para comernos la escarcha del hielo que se hac¨ªa en el congelador.
P. ?A qu¨¦ se dedicaban sus padres?
R. Mi mam¨¢ era profesora. Mi pap¨¢ no estuvo muy presente en nuestra vida. Para mis dos hermanas y para m¨ª la figura paterna fue nuestro abuelo materno, el abuelo Carlos.
P. ??l qu¨¦ hac¨ªa?
R. Ten¨ªamos una papeler¨ªa, que sigue siendo el negocio de la familia.
P. ?Y ah¨ª empez¨® a leer usted los peri¨®dicos?
R. S¨ª, El Colombiano, el peri¨®dico de Medell¨ªn, que llegaba a un pueblo vecino en el ¨²nico vuelo del d¨ªa al final de la tarde. Esa fue mi primera relacion con la prensa. Televisi¨®n ve¨ªamos poca, y todav¨ªa en blanco y negro. Tambi¨¦n revistas como Selecciones, como se llama all¨¢ al Reader's Digest.
P. ?Recuerda alguna noticia que le llam¨® la atenci¨®n por entonces?
R. Ya de adolescente, cuando fue asesinado por el narcotr¨¢fico el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla. Recuerdo ese momento de tristeza en la familia y a mi abuelo ley¨¦ndonos el art¨ªculo del d¨ªa siguiente en el peri¨®dico, que hablaba de por qu¨¦ lo hab¨ªan matado, de que habian matado a un hombre por decir la verdad. Y recuerdo el noticiero presentado por Juan Guillermo R¨ªos y Judith Sarmiento. Sobre todo a ella, una se?ora seria, de lentes gruesos, pelo corto, nariz respingada, boca y ojos chiquitos, voz espectacular. Aunque yo era peque?a y ni so?aba con trabajar en esto, me marc¨®. Era la ¨²nica mujer presentadora principal en la televisi¨®n, y todos la admiraban.
P. ?Qu¨¦ quer¨ªa ser de mayor?
R. No sab¨ªa qu¨¦ quer¨ªa ser, pero a los 10 a?os tom¨¦ una decisi¨®n arriesgada. Le dije a mi mam¨¢ que no quer¨ªa estudiar en Istmina mi secundaria. No entiendo c¨®mo tan peque?a tuve tanta determinaci¨®n. Pero me fui a Medell¨ªn, donde estaban su hermana y mis primos, a estudiar a un colegios de monjas.
P. ?C¨®mo se llamaba?
R. La Presentaci¨®n.
P. Por cierto, ?de d¨®nde viene la palabra Istmina?
R. Istmo de minas.
P. ?Y el nombre de Choc¨®, el departamento en el que est¨¢?
R. Es una palabra ind¨ªgena. All¨¢ todas las terminaciones en o con tilde al final tienen que ver con r¨ªos.
P. ?Qu¨¦ define a Choc¨® dentro de Colombia?
R. Que somos una poblaci¨®n negra, y que hemos sido un pueblo abandonado y robado por todos los gobiernos, locales y nacionales. Aunque pienso que con las nuevas generaciones las cosas van cambiando.
P. ?C¨®mo lleg¨® la poblaci¨®n negra all¨¢?
R. No llegaban directamente, porque no hab¨ªa mercado de esclavos. Eso estaba en Cartagena. Pero cuando se termin¨® la esclavitud muchos fueron a asentarse all¨¢ porque es una selva humeda que solamente ellos eran capaces de soportar. Antes se le llamaba zona malsana, porque por all¨ª pululan muchas enfermedades tropicales. Humeda y malsana. A m¨ª no me gusta llamarle as¨ª.
P. ?C¨®mo fue el conflicto colombiano en esa zona?
R. Lo hubo, pero no tan intenso como en el oriente del pa¨ªs. Yo recuerdo, de ni?a, c¨®mo un peque?o grupo guerrillero se tom¨® el pueblo, porque quer¨ªan robarse unas armas de la estacion de polic¨ªa. Hab¨ªa un polic¨ªa muy conocido en el pueblo que se llamaba el policia Arenas, y lo recuerdo perfectamente corriendo por el frente de mi casa con su pistola. A m¨ª me estaba peinando mi mam¨¢ en el balc¨®n de la casa cuando se escucharon los primeros disparos, antes de ir al colegio. No sab¨ªamos qu¨¦ pasaba y todo el mundo se empez¨® a encerrar, pero yo muy curiosa me asomaba por las puertas de madera del balc¨®n a ver qu¨¦ pasaba. Entonces vi al pap¨¢ de mi mejor amiga, Julio, que era sindicalista, ponerse a gritar que los soltaran cuando agarraron a una guerrillera y a un guerrillero. Gritaba algo de la libertad y de no s¨¦ qu¨¦ cosas que yo no entiend¨ªa porque no ten¨ªa ni 10 a?os. Le pregunt¨¦ a mi mam¨¢ por qu¨¦ Julio defend¨ªa a esos hombres que hab¨ªan venido a asesinar a los polic¨ªas, y ella me explic¨® que era una manera de pensar diferente, que Julio era sindicalista, que exist¨ªan la izquierda y la derecha. Ya luego, con la miner¨ªa ilegal, en los ochenta y noventa, llegaron los paramilitares.
P. Las FARC han anunciado que su l¨ªder Timochenko se presentar¨¢ a la presidencia.
R. Bueno, ah¨ª s¨ª depende de los colombianos si lo queremos elegir o no. Nosotros tenemos en nuestra mano la posibilidad de elegir a una persona que le hizo tanto da?o al pa¨ªs o no elegirlo.
P. En los ochenta y noventa viv¨® en Medell¨ªn.
R. Me tocaron los peores a?os de la guerra contra el narcotr¨¢fico. Pero es mi segundo hogar, es una ciudad a la que quiero mucho. Mi coraz¨®n es de Medell¨ªn igual que del Choc¨®.
P. ?Qu¨¦ es lo mas positivo que se llev¨® de all¨ª?
R. El sentido del arraigo familiar. Ese sentimiento de lealtad y respeto por los valores familiares, y el simple hecho de los domingos encontrarse todos en la casa de la t¨ªa o de la abuela.
P. ?El peor recuerdo que le dej¨®?
R. Las bombas. Y la tensi¨®n cuando se escap¨® Pablo Escobar. Fue una ¨¦poca terrible. Una vez fuimos a dar una vuelta cuatro amigos y en un ret¨¦n nos pararon unos hombres armados vestidos de militar pero que no llevaban vestimenta oficial. Buscaban armas. Era en un lugar que se conoce all¨¢ como La cola del zorro, una bajada bien oscurita. Y de repente vimos a un hombre fornido, con barba, muy parecido a ¨¦l, caminando como un patr¨®n rodeado de otra gente. Cuando nos dejaron pasar el ret¨¦n est¨¢bamos los cuatro en shock y todos nos preguntamos: "?Era ¨¦l?".
P. ?Ya estaba estudiando periodismo?
R. No, Trabajo social. Yo soy Trabajadora social.
P. ?C¨®mo acab¨® de periodista?
R. Fue fortuito. Porque un d¨ªa, mi prima, que s¨ª estudiaba Comunicaci¨®n Social, me dijo que en Teleantioquia estaban buscando "un ni?a negra" de reemplazo de una presentadora de noticias que se iba un mes de vacaciones. Fui al c¨¢sting. La directora me hizo aprenderme unas hojas de memoria y repetirlas sentada a un viejo escritorio de hierro con una c¨¢mara grabando. Consegu¨ª el trabajo y al final del mes de sustituci¨®n me pidieron que me quedara. Al parecer la otra presentadora no se hab¨ªa ido de vacaciones sino a rodar una telenovela en la que aparec¨ªa sin ropa, y eso no les gust¨®.
P. Han pasado unos meses de su encuentro con el l¨ªder del Ku Klux Klan. ?C¨®mo lo recuerda?
R. Fue como sentarme frente al odio en estado puro. Su expresi¨®n cuando me vio llegar a su casa no se me va a olvidar. Sent¨ªa su ira. Se puso rojo, se le abrieron las fosas nasales, se puso a la defensiva, como diciendo: "Te detesto. Y yo estoy ac¨¢ y t¨² est¨¢s all¨¢".
P. ?Qu¨¦ sinti¨®?
R. Temor. No sab¨ªa de que ser¨ªa capaz ese hombre, all¨ª, en su propiedad. No es que pensase que me fuera a atacar, pero s¨ª me asustaba que el tipo se levantara y nos vini¨¦ramos sin el trabajo hecho. Y todo el tiempo me miraba con desprecio, como si yo fuera inferior, como si le diera asco. Me dijo que yo era una perra callejera cruzada. Mongrel, en ingl¨¦s.
P. ?C¨®mo ha vivido el racismo en EE UU?
R. Si t¨² eres negro y pobre te tratan de una manera, pero si t¨² eres negro y m¨¦dico o presentadora de noticias entonces la gente tiende a tratarte de otra manera. Aunque el que es racista es racista por m¨¢s que quiera no parecerlo. T¨² lo sabes por las expresiones, por c¨®mo se refieren a los negros. Me da tristeza que haya ese clasismo y ese racismo. A m¨ª me educaron para estar orgullosa de lo que soy.
P. Y adem¨¢s de negra, latina.
R. As¨ª es. Somos m¨¢s de 50 millones en EE UU y Univision es el recurso n¨²mero uno de informaci¨®n de los hispanos tanto en televisi¨®n como en internet. Es una responsabilidad muy grande y un privilegio inmenso tener la tarea de informar y de mostrarle al mundo anglo lo que somos nosotros, c¨®mo hemos crecido, todo lo que aportamos a esta cultura y a esta sociedad.
P. ?Cu¨¢l es la noticia que m¨¢s le ha alegrado dar?
R. La paz en Colombia. El d¨ªa que se firm¨® la paz en mi pa¨ªs. Esa sensaci¨®n. En el Choc¨® decimos que es "como un fresquito", como una sensacion de poder respirar un poco con tranquilidad. Se dio un salto en la direcci¨®n correcta, porque mi generaci¨®n no conoc¨ªa ni un d¨ªa en paz.
P. ?Y la noticia que m¨¢s le ha dolido dar?
R. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas. Fue un dolor profundo.
P. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa investigar en Colombia?
R. La miner¨ªa ilegal y la tala de ¨¢rboles en el Choc¨®, porque es lo m¨ªo y me duele en el coraz¨®n.
P. ?Qu¨¦ es el periodismo hoy para usted?
R. Tal y como est¨¢ el mundo, la contrafuerza necesaria. La posibilidad de que haya un contrapoder.
P. Con su nueva posici¨®n, le toca hacer a¨²n m¨¢s contrafuerza.
R. S¨ª, es una enorme responsabilidad. Y lo que deja Mar¨ªa Elena Salinas, lo que ha construido con Jorge Ramos, es una referencia, un nivel muy alto. Ellos son la voz de nuestra comunidad.
P. ?Qu¨¦ caracter¨ªstica destacar¨ªa de cada uno de ellos?
R. De Jorge lo incisivo. Y Maria Elena es una pionera, nos abri¨® el camino a todas.
P. ?Y de usted?
R. Yo creo que tengo algo especial para identificarme con las personas, para que se abran conmigo y cuenten sus historias.
P. ?De d¨®nde viene eso?
R. De toda mi vida, de todo lo que he pasado, de que yo soy as¨ª. No tengo ninguna postura. Yo me siento mal, yo camino mal. Soy la misma aqu¨ª que frente a la c¨¢mara, y cuando me siento frente a una familia creo que eso influye mucho. Pienso que la gente me ve cercana de manera natural
P. ?A qui¨¦n le gustar¨ªa entrevistar?
R. A Nelson Mandela, pero se nos fue. Tambi¨¦n a Barack Obama.
P. ?Qu¨¦ le hubiera preguntado a Mandela?
R. ?C¨®mo logr¨® cambiar la historia de su pa¨ªs y del mundo? ?Qu¨¦ lo movi¨® a sacrificar su vida personal por esa lucha?
P. ?A Obama?
R. ?C¨®mo se puede crear hoy un movimiento que logre mejorar las condiciones de los negros en EE UU? Porque no hay un liderazgo como lo hubo con Martin Luther King o con Malcom X.
P. Si le tocase entrevistar a Trump...
R. Le preguntar¨ªa por qu¨¦ no es capaz de llamar a las cosas por su nombre: al racismo cuando es racismo. ?Por qu¨¦ es tan laxo al tener que juzgar eso?
P. ?A qu¨¦ aspira profesionalmente?
R. A poder ser una infuencia positiva en mi comunidad.
P. ?D¨®nde se ve en 10 a?os?
R. Trabajando en una Univision a¨²n m¨¢s influyente que hoy, mucho m¨¢s influyente en el mercado anglo. Que nuestros temas sean importantes a nivel nacional, adem¨¢s de entre la comunidad hispana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.