Un campesino peruano pleitea contra una el¨¦ctrica en Alemania por el cambio clim¨¢tico
Lliuya pretende que una empresa que emite gases contaminantes que, seg¨²n ¨¦l, afectan a su valle de los Andes le pague una indemnizaci¨®n por los da?os
La lucha de Sa¨²l Luciano Lliuya es la de David contra Goliat. La de un campesino de los Andes peruanos contra una gran compa?¨ªa el¨¦ctrica alemana. Pero es sobre todo, la vivencia de un habitante del planeta m¨¢s al que el cambio clim¨¢tico amenaza su modo de vida y que ha acabado convertido en un referente de la llamada justicia clim¨¢tica. Lliuya ha comparecido este lunes ante la corte de Hamm, en el noroeste de Alemania, donde ha logrado superar un nuevo escal¨®n judicial en busca de compensaci¨®n por parte de un gran emisor de gases contaminantes, para paliar los estragos que el calentamiento del planeta est¨¢ causando en su valle.
¡°Vivo en la Cordillera Blanca y all¨ª, el deshielo de los glaciares es imparable y eso es muy peligroso¡±, explica por tel¨¦fono desde el norte de Alemania Lliuya, campesino y gu¨ªa de alta monta?a de 38 a?os. Por su profesi¨®n observa a diario el medio natural del que vive y en el que se mueve. Asegura que los cambios de los que ha sido testigo a lo largo de su vida son ¡°preocupantes¡±. Si mira un poco m¨¢s atr¨¢s, su realidad se vuelve casi irreconocible. ¡°Mi padre me explicaba c¨®mo era la cordillera, los animales que hab¨ªa, la producci¨®n y la diferencia con la situaci¨®n de ahora es enorme. Si desaparecen los glaciares, va a haber un importante problema de falta de agua y las lagunas se van a desbordar provocando inundaciones¡±, estima Lliuya, quien busca en los tribunales ayuda para costear obras para prevenir desbordamientos de agua.
De que el cambio clim¨¢tico est¨¢ provocando desde hace a?os da?os tangibles en todo el planeta abunda a estas alturas la certeza cient¨ªfica. El paso que aspira a dar sin embargo Lliuya es un terreno mucho m¨¢s inexplorado. Porque probar que las emisiones que provoca la mayor empresa productora de electricidad de Alemania tienen un impacto concreto, en este caso en el deshielo andino, se perfila complejo. Hacerlo en los tribunales parecer¨ªa a primera vista misi¨®n imposible. La corte de Hamm sin embargo, ha considerado la demanda ¡°coherente¡±, seg¨²n el comunicado posterior a la audiencia y se pronunciar¨¢ sobre la probable apertura de la fase probatoria a finales de mes.
¡°Es un precedente muy importante¡±, estima Noah Walker, un antrop¨®logo que ha viajado con Lliuya desde Per¨² para asesorarle y que se muestra optimista ante lo que considera un rev¨¦s judicial para la compa?¨ªa en un caso que dura ya dos a?os, apadrinado por Germanwatch, una ONG alemana. Si en la primera instancia, un tribunal de Essen desestim¨® la demanda, ahora, en la fase de apelaci¨®n, los jueces han decidido de momento seguir adelante con el proceso. Walker reconoce sin embargo que la fase de pruebas va a ser complicada y que ser¨¢n peritos independientes como ge¨®logos y cient¨ªficos clim¨¢ticos los que tengan que desplazarse hasta Huaraz para hacer las mediciones.
Causa-efecto
Desde RWE, la gran el¨¦ctrica alemana, un portavoz explica que ellos no dudan de que ¡°el cambio clim¨¢tico es una realidad contra la que luchamos¡± y de que ¡°el se?or Luciano est¨¢ sufriendo a causa de ello¡±, pero tambi¨¦n cree el representante de RWE Guido Steffen que ¡°el cambio clim¨¢tico es un fen¨®meno demasiado complejo, que depende de muchos factores como para encontrar una causa-efecto con una sola empresa¡±. ¡°Todos contribuimos a las emisiones y eso supondr¨ªa que todos podr¨ªamos acusar a todos. A una aerol¨ªnea, a una empresa de transportes¡¡±.
A dos horas en coche de la sala en la que Lliuya defend¨ªa su caso, representantes del mundo entero se reun¨ªan en Bonn en la conferencia del clima de Naciones Unidas que pretende sentar las bases para aplicar el Acuerdo de Par¨ªs de lucha contra el cambio clim¨¢tico. All¨ª, por la v¨ªa pol¨ªtica reman en la misma direcci¨®n que el campesino peruano para buscar soluciones, pero tambi¨¦n para convencer a los inconvencibles de que la pasividad no es una opci¨®n. ¡°Yo lo que quiero es que se frene el cambio clim¨¢tico¡±, concluye Lliuya.
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