Cuando ya no basta con que se estanquen las emisiones de CO₂

La Cumbre del Clima (COP23), que anualmente se celebra bajo el paraguas de la ONU, ha arrancado este lunes en Bonn (Alemania). Durante dos semanas, hasta el 17 de noviembre, los representantes de casi 200 pa¨ªses negociaran la letra peque?a para desarrollar el Acuerdo de Par¨ªs, que se firm¨® en 2015 en la ciudad francesa y que se empezar¨¢ a aplicar a partir de 2020.

Los eventos clim¨¢ticos extremos ¡ªesos huracanes, inundaciones y olas de calor que los estudios cient¨ªficos relacionan en parte con el cambio clim¨¢tico¡ª han estado muy presentes en la jornada inaugural de la COP23. "Con el incremento del n¨²mero de eventos clim¨¢ticos extremos, ahora tenemos una incre¨ªble sensaci¨®n de urgencia para hacer frente al cambio clim¨¢tico", ha resaltado la secretaria ejecutiva de la Convenci¨®n Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico, Patricia Espinosa. El comisario europeo de Acci¨®n por el Clima, Miguel Arias Ca?ete, tambi¨¦n se ha referido a trav¨¦s de un comunicado a esa "urgencia" por actuar ante unos "eventos meteorol¨®gicos extremos cada vez m¨¢s frecuentes e intensos".

El Acuerdo de Par¨ªs, b¨¢sicamente, busca que todos los firmantes recorten sus emisiones de gases de efecto invernadero para lograr que al final de siglo el incremento medio de la temperatura se quede por debajo de los dos grados cent¨ªgrados respecto a los niveles preindustriales. Y a ser posible dejarlo en 1,5.

Pero la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial ha alertado este lunes del incremento sostenido de las temperaturas. Cuando finalice 2017 estar¨¢, seg¨²n esta organizaci¨®n, entre los tres a?os m¨¢s calurosos jam¨¢s observados desde que existen registros fiables. Los otros dos son 2015 y 2016. Y la media del quinquenio comprendido entre 2013 y 2017 es ya aproximadamente un grado m¨¢s c¨¢lida que la de los niveles preindustriales.

Las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales dan se?ales de haber tocado techo. En 2016, por tercer a?o consecutivo, el CO₂ ¡ªel principal de estos gases¡ª que la econom¨ªa mundial expuls¨® permaneci¨® estancado. Un reciente informe del Centro Com¨²n de Investigaci¨®n (JRC, sus siglas en ingl¨¦s) de la Comisi¨®n Europea cifraba en 35,8 gigatoneladas las emisiones de CO₂ generadas por el hombre en 2016. Supone respecto a 2015 un 0,3% m¨¢s, que JRC achaca a que el a?o pasado fue bisiesto, con lo que cont¨® con un d¨ªa extra.

Ese estancamiento de las emisiones de CO₂ se puede entender como una buena noticia, ya que nunca antes en las ¨²ltimas d¨¦cadas se hab¨ªa producido en un periodo que no fuera de crisis. Pero ya no basta con estancar, sino que se tienen que producir recortes importantes. La misma Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial alertaba hace unos d¨ªas de que nunca hab¨ªan registrado un nivel tan alto de CO₂ acumulado en la atm¨®sfera ¡ªque retiene el calor del planeta¡ª como el de 2016. Y, previsiblemente, el de este a?o ser¨¢ un dato a¨²n mayor.

M¨¢s recortes y EE UU

Todos pa¨ªses incluidos en el Acuerdo de Par¨ªs ¡ª168 Estados ya lo han ratificado¡ª han presentado planes de recortes de emisiones. Pero el Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente volvi¨® a advertir la semana pasada de que no son suficientes y que llevar¨¢n a un aumento a final de siglo de tres grados.

El Acuerdo de Par¨ªs contiene mecanismos de revisi¨®n al alza de las reducciones de las emisiones cada cinco a?os. Pero, antes de llegar a ese punto ¡ªla primera revisi¨®n est¨¢ prevista en 2023¡ª los negociadores tienen que ponerse de acuerdo sobre los reglamentos que ayuden a desarrollar el Acuerdo de Par¨ªs, que tendr¨¢n que estar listos en 2018.

Sobre esos reglamentos se discutir¨¢ en Bonn. Y se har¨¢ con la duda sobre el papel que va a jugar EE UU. Su presidente, Donald Trump, ha anunciado la retirada del acuerdo, una decisi¨®n que ha dejado a su pa¨ªs aislado. Pero la salida no se har¨¢ efectiva hasta 2020 ¡ªcomo establece el propio pacto¡ª y eso implica que EE UU participe en la cumbre. El temor es que la Administraci¨®n de Trump pueda entorpecer unas negociaciones que desde hace dos d¨¦cadas avanzan a paso de tortuga.