¡°Tenemos el deber hist¨®rico de no permitir un nuevo Gobierno de Pi?era¡±
La candidata al Congreso chileno analiza el escenario pol¨ªtico y asegura sentirse conforme con su apuesta por la institucionalidad
Pas¨® de principal figura del movimiento estudiantil en 2011 a diputada en 2014. Camila Vallejo (Santiago de Chile, 1988) vuelve a postularse al Congreso por el distrito 12, de la zona sur de la capital. Tras haber estado en la oposici¨®n desde el retorno a la democracia, su partido, el comunista, se sum¨® al oficialismo con la creaci¨®n de la Nueva Mayor¨ªa, la coalici¨®n de Michelle Bachelet en su segundo Gobierno (2014-2018). En medio de la campa?a y a cuatro d¨ªas de las elecciones parlamentarias y presidenciales del domingo, en las que la derecha lleva la ventaja, la ge¨®grafa analiza el escenario pol¨ªtico y asegura sentirse conforme con su apuesta por la institucionalidad.¡°Ha valido la pena entrar a luchar desde el Congreso y pelear la reforma educacional desde adentro¡±, afirma.
Vallejo ha debido, sin embargo, pagar determinados costos. Los diputados Gabriel Boric y Giorgio Jackson, exl¨ªderes estudiantiles y dirigentes de la nueva coalici¨®n de izquierda Frente Amplio, lideran las listas de los pol¨ªticos mejor valorados. La diputada, en cambio, ha tenido altos niveles de rechazo.
¡°No es lo mismo una parlamentaria que fue dirigente estudiantil, de la Nueva Mayor¨ªa y mujer que un parlamentario que fue dirigente estudiantil, pero que es independiente y hombre¡±, explica en una cafeter¨ªa del centro de Santiago. ¡°Hay muchas cr¨ªticas que vienen hacia m¨ª que tienen m¨¢s relaci¨®n con ser mujer, comunista y estar en la Nueva Mayor¨ªa que con lo que hago¡±.
Pregunta. En este segundo Gobierno de Bachelet, ?se lograron las reformas educativas con las que usted so?aba cuando era dirigente estudiantil?
Respuesta. Comparando nuestras peticiones de 2011 con lo que hemos avanzado, hemos logrado m¨¢s del 90% de nuestras demandas. Obviamente, a una siempre le hubiese gustado avanzar m¨¢s r¨¢pido o que hubiesen salido mejor planteadas, pero sin lugar a dudas hemos avanzado. La gratuidad en le educaci¨®n superior es el mayor ejemplo: 257.000 personas estudian gratis. En 2018 el beneficio tendr¨ªa que llegar a 350.000.
P. ?Bachelet cumpli¨® en materia de educaci¨®n?
R. Est¨¢ cumpliendo, porque todav¨ªa le falta terminar su mandato y tenemos tres proyectos de ley que est¨¢n en tr¨¢mite. Pero Bachelet comenz¨® a desmantelar la educaci¨®n de mercado de Pinochet.
P. La coalici¨®n despu¨¦s de cuatro a?os termin¨® quebrada, con dos candidatos presidenciales. ?Fracas¨® la Nueva Mayor¨ªa?
R. No, en lo absoluto. Fue una convergencia de fuerzas pol¨ªticas que entendieron la necesidad y responsabilidad de iniciar un nuevo ciclo de cambios profundos en Chile. Cuando empiezas a cuestionar y romper con ciertos privilegios de clase que no estaban tocados, las fuerzas pol¨ªticas se tensionan.
P. ?No considera un desastre la ruptura del centro y la izquierda, dos sectores que estaban unidos desde la oposici¨®n a la dictadura?
R. Era una de las posibilidades. Yo no veo como una tragedia el cambio de correlaciones de fuerzas, que unos se salgan y que otros entren, que haya distanciamientos. Lo observo como una din¨¢mica propia de la pol¨ªtica y no me asusta. No lo veo como algo peligroso. Era evidente que en un periodo de Gobierno donde nos la jugamos por cambios m¨¢s profundos, por apuntar a combatir ciertos privilegios, el sector m¨¢s conservador de la coalici¨®n ¡ªque no est¨¢ solamente en la Democracia Cristiana¡ª no iba a estar a gusto.
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n del Gobierno de Bachelet que termina?
R. Ha sido un Gobierno con pros y contras. No podr¨ªa decir que el 100% de las cosas que se han hecho son de mi total gusto. Pero valoro profundamente cosas que hemos logrado hacer en materia educacional, laboral, tributaria, de los derechos de la mujer. Justamente, porque se han dado pasos importantes es que ha tenido grandes complejidades. Nadie puede esperar que al iniciarse un proceso de cambios profundos las aguas iban a estar quietas.
P. La idea de que en Chile la poblaci¨®n vive un intenso malestar comienza a ponerse en duda. ?Bachelet y su coalici¨®n se equivocaron de diagn¨®stico?
R. Uno conversa con cualquier persona en la calle ¡ªsea de derecha, izquierda, de centro o no se defina pol¨ªticamente¡ª y todos tienen un diagn¨®stico similar: que en Chile hay desigualdad, injusticia social, concentraci¨®n del poder, privilegios para muchos, que no se han garantizado derechos fundamentales para otros, que no se ha valorado el esfuerzo de muchas familias trabajadoras. El diagn¨®stico, por lo tanto, se sigue sosteniendo.
P. Pero el Gobierno tiene un respaldo de un 23%.
R. Probablemente, muchos de los cambios que se han hecho todav¨ªa est¨¢n en proceso de implementaci¨®n y no a todos les han llegado todav¨ªa. En la medida que los cambios todav¨ªa no llegan a la casa, no se valora la gesti¨®n de un Gobierno.
P. Si Bachelet y su coalici¨®n hicieron el diagn¨®stico correcto, ?c¨®mo se entiende que la derecha tenga altas probabilidades de ganar La Moneda?
R. Estoy segura de que vamos a ganar las elecciones [con Alejandro Guillier]. Conf¨ªo en la altura de miras que tendr¨¢n las fuerzas progresistas y de izquierda para ir unidas a segunda vuelta.
P. ?De verdad lo cree posible?
R. Lo creo posible. Si no viene por iniciativa propia de los dirigentes de las otras candidaturas presidenciales, gran parte de las militancias o de gente independiente que apoya a los otros postulantes va a concurrir a votar por Guillier. Creo que una parte importante entiende la responsabilidad hist¨®rica de no permitir que nuevamente gobierne Sebasti¨¢n Pi?era.
P. ?Piensa que Pi?era es un riesgo para el pa¨ªs, como se se?al¨® hace algunas semanas desde el c¨ªrculo de Guillier?
R. Un eventual Gobierno de Pi?era significar¨ªa un retroceso significativo a los avances que hoy en d¨ªa benefician a una gran parte de nuestra poblaci¨®n y reforzar¨ªa el gran problema que tiene Chile, que es la concentraci¨®n del poder econ¨®mico y el libertinaje de la clase empresarial.
P. Pi?era tampoco es la derecha fascista, como dijo un dirigente democristiano.
R. Est¨¢ bien. Ante una candidatura presidencial como la de Jos¨¦ Antonio Kast, que es recalcitrantemente fascista, Pi?era aparece como m¨¢s moderado. Pero hay que fijarse en los partidos y dirigentes que lo respaldan. La presidenta de la UDI [Uni¨®n Dem¨®crata Independiente], por ejemplo, insiste en proteger a los presos de Punta Peuco [condenados por violaciones a los derechos humanos].
P. La derecha est¨¢ fuerte para estas presidenciales. ?Cu¨¢l es la autocr¨ªtica de la izquierda? ?Qu¨¦ no hicieron bien para fortalecer el respaldo social de su Gobierno?
R. Creo que hubo un problema pol¨ªtico y comunicacional grande. No hubo una estrategia comunicacional definida y decidida, sobre todo en los primeros a?os, para defender lo que est¨¢bamos haciendo en todas las ¨¢reas. Por otra parte, la izquierda debe hacer una autocr¨ªtica transversal por nuestra falta de capacidad para generar espacios de convergencia y de trabajo conjunto a pesar de nuestras naturales diferencias.
¡°Coincidimos en mucho con el Frente Amplio¡±
P. ?Qu¨¦ opina del Frente Amplio, la nueva coalici¨®n de izquierda que aspira a reemplazar al oficialismo?
R. Me parece muy positivo e interesante lo que est¨¢ pasando. Nosotros en el Partido Comunista lo intentamos durante mucho tiempo y nos cost¨® mucho generar una tercera fuerza pol¨ªtica de izquierda. Hoy en d¨ªa est¨¢n logrando hacer converger un sector pol¨ªtico y social que no ten¨ªa una clara representaci¨®n. Con el Frente Amplio tenemos muchas coincidencias program¨¢ticas y miradas estrat¨¦gicas de futuro.
P. A los comunistas y al Frente Amplio los une una mirada cr¨ªtica hacia la transici¨®n, liderada por el gran arco de centroizquierda que fue la Concertaci¨®n.
R. Fue una transici¨®n muy larga y de reiteradas renuncias. Se renunci¨® en varias oportunidades a restablecer y recuperar lo que el pueblo hab¨ªa logrado conquistar de manera democr¨¢tica.
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