La justicia legaliza el golpe de Estado en Zimbabue
El levantamiento militar puso fin a 37 a?os de Gobierno de Mugabe
La justicia zimbabuense considera que la ¡°Operaci¨®n restaurar el legado¡±, la intervenci¨®n militar que forz¨® la dimisi¨®n del expresidente Robert Mugabe, es constitucional y legal. El Tribunal Supremo avala as¨ª el golpe de Estado realizado por el Ej¨¦rcito, d¨¢ndole un respaldo legal y cerrando el episodio, muy bien cocinado, del cambio de poder hist¨®rico en Zimbabue. Queda legalizado un golpe de Estado que tampoco ha sido condenado por la comunidad internacional. Mugabe acab¨® dimitiendo el pasado martes aunque se quedar¨¢ en el pa¨ªs.
En el dictamen emitido el viernes, el mismo d¨ªa en que el nuevo presidente Emmerson Mnangagwa juraba el cargo ante 60.000 personas, el juez Justice Chiweshe decretaba que las acciones de las Fuerzas de Defensa de Zimbabue son ¡°constitucionalmente permisibles y legales¡±. Adem¨¢s, tambi¨¦n valida por otra parte, el ascenso de Mnangagwa a la presidencia, tildando de ¡°nula e invalida¡± su anterior destituci¨®n de la vicepresidencia, el 6 de noviembre. Su expulsi¨®n desencaden¨® el levantamiento militar que acab¨® poniendo fin el martes pasado a los 37 a?os de Gobierno de Mugabe, de 93 a?os. El expresidente se vio obligado a dimitir por la presi¨®n pol¨ªtica aunque a cambio consigui¨® que le permitieran quedarse en el pa¨ªs y no ser procesado.
Ambas decisiones son ¡°injustificables desde el punto de vista judicial¡±, considera Derek Matyszak, investigador del Instituto de Estudios de Seguridad (ISS). Seg¨²n Matyszak, se trata de una ¡°maniobra para dar legitimidad al golpe de Estado¡±.
La operaci¨®n militar, que se lanz¨® el pasado 15 de noviembre, viola la Constituci¨®n por tres razones, seg¨²n el investigador. ¡°Primero, porque el despliegue militar se hizo sin permiso del presidente; segundo, porque se realizaron una serie de arrestos de personas que no fueron llevadas a juicio y, en tercer lugar, porque el Ej¨¦rcito interfiri¨® en asuntos de partido cuando su rol tiene que ser imparcial¡±.
Nueva era, viejas formas ?
En las primeras horas de la supuesta nueva era en Zimbabue, han empezado a resurgir, con fuerza, las mismas formas de funcionar que han caracterizado al r¨¦gimen en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. La m¨¢quina es la misma, el partido del Gobierno ZANU- PF, y parece que el uso de la fuerza militar para resolver asuntos pol¨ªticos sigue vigente. ¡°Un precedente muy peligroso¡±, estima Matyszak. Por otro lado, ayer comparecieron ante la justicia algunas de las personas cercanas al expresidente que fueron arrestadas o puestas bajo custodia durante la semana tr¨¢gica de Mugabe, la de la ¡°operaci¨®n restaurar el legado¡±.
El primero, el exministro de Finanzas, Ignatius Chombo, uno de los intocables del c¨ªrculo que, sentado en el banquillo de los acusados, se enfrenta a cargos de corrupci¨®n y abuso de poder. El exministro ha sido llevado a prisi¨®n, igual que el exl¨ªder de las juventudes del ZANU-PF, Kudzai Chipanga, antes de que ma?ana contin¨²e el juicio.
La preocupaci¨®n vuelve a crecer entre la poblaci¨®n casi inmediatamente despu¨¦s de haber sentido el esperado renacer. Sedientos de cambio, muchos zimbabuenses siguen celebrando la ca¨ªda de Mugabe y de la primera dama Grace, pero tras una transici¨®n asistida militarmente y la caza de brujas que acompa?a el inicio de esta nueva etapa, se respiran m¨¢s los ¨¢nimos de venganza que la voluntad de cambiar el estilo de gobernar. El periodista Farayi Machamire del peri¨®dico Daily News de Zimbabue lo resume as¨ª: ¡°hay un nuevo sheriff en la ciudad¡±.
Mientras tanto, se mantiene la incertidumbre ante el futuro del gran l¨ªder ca¨ªdo y su mujer, de quien no hay rastro desde que el Ej¨¦rcito tom¨® el pa¨ªs y se enfrent¨® a su propio padre y camarada, hace diez d¨ªas. Enemiga n¨²mero uno del nuevo presidente, Grace Mugabe se ha quedado atrapada entre el amor de uno y la ira de otro, los dos ¨²nicos presidentes que ha tenido Zimbabue.
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