Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner vuelve al Senado arropada por sus seguidores
La expresidenta asume su banca junto a otros 23 legisladores elegidos en octubre
De pie, con un vestido floreado y saco largo negro, sola frente a una enorme biblia de pana azul y cruz plateada, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner jur¨® ayer como senadora en Argentina. ¡°S¨ª, juro¡±, dijo ante la pregunta de la vicepresidenta Gabriela Michetti, a cargo de la ceremonia, Desde los balcones de la C¨¢mara Alta, donde el protocolo proh¨ªbe las pancartas, los gritos y los aplausos que son comunes en Diputados, le gritaron ¡°?Jefa!¡± y ¡°'?Sos una esperanza para el pueblo!¡±. Luego hubo aplausos, Kirchner dio media vuelta y camin¨® lentamente hacia su banca, sin familiares que la acompa?aran, como al resto de los legisladores. Con esta ceremonia pulcra y sin estridencias, Kirchner volvi¨® al Senado, un sitio que la tuvo ya tres veces entre sus miembros, la ¨²ltima vez entre 2003 y 2007, justo antes de suceder a su marido, N¨¦stor Kirchner, en la presidencia, cargo que ocup¨® durante ocho a?os.
Fuera del Congreso, el ambiente fue bien distinto. Unas 300 personas formaron un cord¨®n en la salida de veh¨ªculos y vivaron su nombre al paso de su autom¨®vil. No fue la gran multitud que los kirchneristas hubieran deseado, por pedido expreso de la expresidenta. Un d¨ªa antes de la ceremonia, Kirchner dijo a sus seguidores que se movilizaran reci¨¦n por la tarde, en apoyo a la marcha que distintos sindicatos convocaron contra las reformas laborales, tributarias y jubilatorias que impulsa el Gobierno de Mauricio Macri. En la explanada central del Congreso, frente a la plaza donde se realizan las grandes manifestaciones, ya estaba montado el escenario para los oradores y humeaban los puestos de venta de hamburguesas y chorizos.
Cristina Kirchner fue elegida senadora por la provincia de Buenos Aires el 22 de octubre pasado con el 37% de los votos. Perdi¨® por cuatro puntos ante el candidato del oficialismo, Esteban Bullrich, tambi¨¦n presente en la ceremonia de ayer. La derrota la dej¨® en un lugar inc¨®modo dentro del peronismo, que a¨²n no ha podido definir a¨²n cu¨¢l ser¨¢ la figura que lo representar¨¢ como principal partido de la oposici¨®n. La llegada de la expresidenta al Senado la coloca como candidata natural a ese puesto, pero no todos est¨¢n de acuerdo. Macri firm¨® un pacto de gobernabilidad con los gobernadores peronistas ¨C el Senado no es m¨¢s que la evidencia pol¨ªtica del poder territorial de esos l¨ªderes provinciales- y apoyar a Kirchner no es compatible con ese acuerdo.
C¨®mo se conformar¨¢ el bloque peronista es ahora la gran duda. Entre sus miembros hay dos expresidentes: Carlos Menem, que con 87 a?os jur¨® por tercera vez y es el m¨¢s veterano del Congreso, y Adolfo Rodr¨ªguez Sa¨¢, fugaz en su cargo durante la crisis de 2001 y poderoso en la provincia de San Luis, que gobierna junto a su hermano desde 1983. Para el Gobierno, en todo caso, el nuevo Congreso, que entrar¨¢ en funciones el 10 de diciembre, ser¨¢ mucho m¨¢s amigable que el que pas¨®, donde estaba en clara minor¨ªa.
Macri ser¨¢ a¨²n minor¨ªa, pero pasar¨¢ de 15 a 25 senadores, a 10 de la mayor¨ªa. En Diputados, el escenario ser¨¢ parecido. ¡°Viene un Congreso muy constructivo. En un trabajo conjunto con un sector de la oposici¨®n que es serio y responsable, representado por los gobernadores, hemos logrado una situaci¨®n m¨¢s holgada para aprobar iniciativas de largo plazo¡±, dijo a EL PA?S Federico Pinedo, presidente provisional del Senado. La lectura del oficialismo es que Kirchner se quedar¨¢ sola en su rol de opositora dura, sin el apoyo del peronismo ¡°dialoguista¡±. ¡°Cristina Kirchner representa un sector importante, que en la ¨²ltima elecci¨®n sac¨® el 22% de los votos a nivel nacional, algo menos de una cuarta parte de los votos de la Argentina. Pero hay distintas oposiciones. La mayoritaria en el Senado ser¨¢ la peronista constructiva que est¨¢ por encima de los intereses particulares. La oposici¨®n kirchnerista es total, y estar¨¢ siempre en contra, independientemente de lo que haga el Gobierno¡±, agrega Pinedo.
Los seguidores de Kirchner no coinciden con esta lectura. Dicen que ella es la ¨²nica que puede parar a un Gobierno al que acusan de defender s¨®lo a los ricos y que dedica todos sus esfuerzos en desarmar las reformas que el kirchnerismo impuls¨® durante 12 a?os. As¨ª se lo hicieron saber a la expresidenta en la puerta del Congreso, a golpes de bombos y gritos de ¡°Cristina senadora¡±. Y tambi¨¦n cada vez que la expresidenta debe declarar en los tribunales por las causas que enfrenta, la mayor¨ªa de ellas por presunta corrupci¨®n. Kirchner dijo siempre que esas investigaciones forman parte de una persecuci¨®n, impulsada desde los tribunales por el Ejecutivo.
En este escenario de tensiones, la expresidenta intentar¨¢ ganar espacio pol¨ªtico desde su banca en el Senado. La pulcritud con la que asumi¨® su juramento anticipa que su perfil ser¨¢ bajo, pero otra puede ser su actitud cuando se avecinen las grandes batallas.
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