Los miedos de la Am¨¦rica blanca
La poblaci¨®n m¨¢s envejecida y rural ha visto cambiar su mundo. Trump lo ha aprovechado para crear el mito del mal mexicano
El presidente Donald Trump ha retorcido los prejuicios para crear una ficci¨®n. Ha presentado a M¨¦xico como el gran ogro, ha acusado a sus migrantes de ser criminales y ha prometido un muro. Pero es una construcci¨®n sostenida por el mito. La actual cifra de indocumentados (11,3 millones) resulta inferior a la de etapas anteriores y desde hace cinco a?os es mayor el n¨²mero de mexicanos que regresan a su pa¨ªs que los que van a EEUU. Es m¨¢s, seg¨²n el Pew Research Center, Asia ya ha reemplazado a Latinoam¨¦rica como principal fuente de migraci¨®n.
Esos son los hechos. Pero Trump no trabaja con ellos. En la creaci¨®n del enemigo exterior, el republicano ha preferido usar un componente m¨¢s vol¨¢til: el miedo. ¡°Su base electoral es masivamente blanca, sobre todo trabajadores que han visto deteriorarse su situaci¨®n. El presidente les da dianas a las que culpar: generalmente mexicanos e inmigrantes¡±, explica el polit¨®logo de la Universidad de Virginia Larry Sabato.
A su favor ha jugado la profunda transformaci¨®n que ha vivido el pa¨ªs. En el ¨²ltimo medio siglo han llegado a Estados Unidos 59 millones de migrantes. Ahora mismo, el 14% de la poblaci¨®n naci¨® fuera. El triple que en 1965. Y por primera vez en la historia, los blancos no hispanos han dejado de ser mayor¨ªa entre los menores de 10 a?os. El fen¨®meno parece imparable. California, Texas, Nevada, Hawai y Nuevo M¨¦xico ya son estados de mayor¨ªas multi¨¦tnicas. Y el pa¨ªs lo ser¨¢ irremediablemente a mediados de este siglo.
Esta diversidad es muy superior en las ciudades que en las zonas rurales (58% blancas frente al 78%). Y es ah¨ª, en las ¨¢reas no metropolitanas, con un entorno envejecido, donde ha crecido la resistencia blanca. El gran surtidor de votos de Trump. ¡°Muchos mayores se educaron en un pa¨ªs con menor diversidad ¨¦tnica y donde la principal minor¨ªa era negra y estaba segregada. Han visto cambiar su mundo y se han empobrecido; a ellos apela Trump con sus llamadas a devolver la grandeza de Am¨¦rica¡±, explica William Frey, dem¨®grafo de Brookings Institution y autor del ensayo Diversity Explosion.
Este apoyo de la poblaci¨®n blanca rural se ha vuelto un arma electoral mort¨ªfera. Por ejemplo, en Pensilvania, uno de los peque?os estados que hizo girar los pasados comicios, el universo rural, pese a que solo supone el 12% de los habitantes, le dio al republicano un margen de 287.000 votos sobre Hillary Clinton, mucho m¨¢s que la ventaja obtenida por la dem¨®crata en las ciudades (243.000 votos). Una palanca que el presidente no est¨¢ dispuesta a soltar. A ning¨²n precio.
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