Esta vez es a Messi a quien le cortan las piernas
Una escultura del capit¨¢n del seleccionado amanece diseccionada en un paseo de Buenos Aires
¡°No me drogu¨¦, me cortaron las piernas¡±. La frase lanzada por Diego Maradona cuando le suspendieron por dopaje en la Copa del Mundo de 1994 a¨²n permanece en la memoria de los argentinos. Pasados 23 a?os, otro crack puede emularla, aunque no hay en medio ninguna sustancia pol¨¦mica. El Paseo de las Glorias, ubicado en uno de los lugares m¨¢s exclusivos de Buenos Aires, pretende homenajear a los grandes protagonistas del deporte nacional, entre ellos, Lionel Messi. El vandalismo que tiene en jaque a estas figuras y le cuesta millones al mes a la ciudad, atac¨® nuevamente a la escultura del crack cul¨¦, que amaneci¨® sin piernas este domingo.
Es el segundo ataque que la escultura de Messi recibe desde su emplazamiento, en junio del a?o pasado. En enero de este a?o, la figura de resina y fibra de vidrio sufri¨® el corte entero del torso, del que ni siquiera qued¨® la estructura interna de hierro que la erige. Por el hecho no hubo detenidos. Los ¨²nicos testigos de la destrucci¨®n fueron las otras esculturas de deportistas que componen el Paseo de la Gloria: Emanuel Gin¨®bili, Luciana Aymar, Gabriela Sabatini, Hugo Porta, Roberto De Vicenzo, Pascual P¨¦rez y Juan Manuel Fangio.
La instalaci¨®n de la figura iba a formar parte de los festejos preparados de antemano para la obtenci¨®n de la Copa Am¨¦rica Centenario por parte de la selecci¨®n argentina. Pero Chile fue el ganador y el sentido se resignific¨® como un pedido para que el propio Messi no abandonara a la celeste y blanca, tras su frustrada rendici¨®n.
¡°Siempre que me informan que rompieron algo del Paseo de la Gloria ya me imagino que es Messi¡±, afirma a EL PA?S su creador, el escultor Carlos Benavidez, ¡°Cuando gane el mundial, lo va solucionar¡±. Para el artista, ¡°el tema Messi siempre genera muchas controversias en Argentina, al margen de la escultura. Creo que tiene que ver con el mismo personaje. Lionel no genera los amores y odios de Maradona, pero en Argentina hay gente que tiene problemas con ¨¦l¡±.
La grieta tambi¨¦n domina esta discusi¨®n: Daniel Arcucci, uno de los periodistas que formaron parte del Consejo Asesor que eligi¨® a las figuras m¨¢s destacadas del deporte argentino, no asocia ¡°el ataque a la estatua de Messi con una resistencia al propio Messi. Seria minimizar algo mucho m¨¢s profundo y peor: tiene que ver con la degradaci¨®n social y educativa. En todo caso, el f¨²tbol -transparente como eso, no por limpio sino por inescrupulosa exposici¨®n- la hace m¨¢s evidente¡±.
¡°Hay que crearle pertenencia social a la figura con educaci¨®n¡±, propone Benavidez. ¡°Tanto Messi como todos los deportistas que hice, forman parte importante de la historia del deporte. Messi me parece un genio y cuando lo critican pienso que esa gente nunca estuvo en una cancha pisando una pelota. Es un distinto, sin dudas. El problema es que lo comparamos con Diego, una persona muy pasional y con otro car¨¢cter¡±, opina el artista.
La Ciudad de Buenos Aires gasta unos 14 millones de pesos (800.000 d¨®lares) al mes en restaurar esculturas y monumentos que son v¨ªctimas de v¨¢ndalos que los pintan, ensucian o, directamente, los arrancan. El de Messi -o lo que queda de ¨¦l- ya est¨¢ en los talleres del MOA (Monumentos y Obras de Arte) para su refacci¨®n antes de ser nuevamente ubicado, porque el f¨²tbol (y al parecer, el arte) siempre da revancha.
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