La guerra de los capitales
Si muchos pa¨ªses bajan al 20% su tasa impositiva, tendr¨¢n problemas con sus presupuestos
Quien sostenga que la diplomacia del d¨®lar ha dejado de tener vigencia y que el jefe de la Casa Blanca ha guardado ya el Gran Garrote, el Big Stick, creaci¨®n criminal del presidente Teodoro Roosevelt, y ha archivado las tesis indigeribles del Destino Manifiesto, en una de las vitrinas de la historia econ¨®mica y militar de los Estados Unidos, se equivoca de punta a punta. La sorpresiva y temeraria llegada de Donald Trump a Washington y sus pol¨ªticas tributarias me han hecho recordar pasajes pat¨¦ticos de los que nadie quisiera acordarse.
El Congreso de los Estados Unidos ya aprob¨® el Tax Bill de Trump, solo falta alg¨²n acoplamiento entre ambas C¨¢maras para contar con la ley definitiva que ser¨ªa promulgada antes de la pr¨®xima Navidad, de acuerdo con los deseos del presidente.
Existen, sin embargo, dos posibilidades que podr¨ªan reportar alguna tranquilidad a los mercados y a las tesorer¨ªas de los pa¨ªses afectados, en realidad, al mundo entero: una, el diferimiento de la entrada en vigor del nuevo ordenamiento fiscal, muy probablemente hasta principios de 2019, t¨¦rmino durante el cual podr¨ªan hacerse las respectivas enmiendas, m¨¢s a¨²n si, como es previsible, en las elecciones intermedias del a?o entrante los dem¨®cratas se apropian de ambos recintos legislativos, con lo cual podr¨ªan asestar un severo rev¨¦s a los objetivos republicanos que implican el enriquecimiento de los ricos¡
Si muchos pa¨ªses deciden reducir su tasa impositiva del 35% al 20%, tal y como lo establece la propuesta de Trump, entonces enfrentar¨¢n un severo problema para financiar sus presupuestos nacionales de egresos.
Dos, la otra gran posibilidad consiste en que durante el tal acoplamiento entre la versi¨®n de la C¨¢mara baja y de la alta se produzca un documento ¡°salvador¡± en el entendido que los senadores republicanos ni siquiera tuvieron el tiempo suficiente para estudiar el proyecto de ley ni este conten¨ªa toda la informaci¨®n indispensable, dentro de un r¨ªgido contexto republicano, para emitir una reforma de semejante trascendencia.
Veamos: ?acaso los t¨¦cnicos financieros que redactaron la iniciativa legal de reducir del 35% al 20% el impuesto sobre la renta con el objetivo de atraer capitales for¨¢neos a Estados Unidos dejaron de contemplar la respuesta de otros pa¨ªses dispuestos a defender con todo sus finanzas p¨²blicas? ?O sea, los encargados de captar las inversiones extranjeras en Europa, Asia o Am¨¦rica y Ocean¨ªa se iban a quedar cruzados de brazos mientras se fugaban cientos de miles de millones de d¨®lares en direcci¨®n a Wall Street? ?No iban a tratar de detenerlos con medidas financieras destinadas a reducir o anular los efectos de las disposiciones yanquis? ?Francia, Alemania, Jap¨®n, China e Inglaterra, o cualquier otro pa¨ªs, iban a asistir a un lento proceso de sangrado hasta llegar a una hemorragia total sin hacer nada? ?Claro que las tesorer¨ªas del orbe van a reaccionar r¨¢pidamente y por supuesto que reducir¨ªan sus tasas impositivas tan pronto se conozca la ley definitiva!
Si muchos pa¨ªses deciden reducir su tasa impositiva del 35% al 20%, tal y como lo establece la propuesta de Trump, entonces enfrentar¨¢n un severo problema para financiar sus presupuestos nacionales de egresos, ya que el faltante, en t¨¦rminos de recaudaci¨®n, podr¨ªa llegar a ser escandaloso. ?Soluciones a cargo de los respectivos tesoreros del mundo? Contratar m¨¢s deuda p¨²blica para financiar el terrible d¨¦ficit o incrementar sensiblemente los impuestos al gasto o recurrir a la impresi¨®n de dinero fresco con todas las consecuencias imaginables¡Es previsible un desquiciamiento brutal de las finanzas mundiales, puesto que los pa¨ªses afectados no solamente dejar¨ªan de captar enormes cantidades de inversi¨®n extranjera, misma que fluir¨ªa hacia Estados Unidos, sino que asistir¨ªan a una voluminosa fuga de capitales imprescindibles para el crecimiento econ¨®mico que podr¨ªa verse paralizado o detenido con inimaginables perversiones sociales.
Las campa?as para renovar, en parte, el Congreso de los Estados Unidos comenzar¨¢n en marzo del a?o entrante y ah¨ª se podr¨¢n empezar a percibir las posibilidades de que el Tax Bill nunca llegue a entrar en vigor. Otra circunstancia que no se debe perder de vista consiste en la posible destituci¨®n de Donald Trump, tanto por la injerencia rusa en las elecciones federales pasadas como por el estallido de la violencia en Medio Oriente, en el evento, nada remoto, que Estados Unidos llegara a cambiar su Embajada de Tel Aviv a Jerusal¨¦n. El desprestigio ser¨ªa total.
El Gran Garrote est¨¢ ah¨ª, a la vista¡
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