¡°Con el carn¨¦ de la patria sabemos qui¨¦nes est¨¢n con la revoluci¨®n¡±

Arelis Alem¨¢n, una militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ingresa en un sistema digital miles de datos de votantes del barrio El Carpintero de Petare, al este de Caracas. "Despu¨¦s de elegir a un alcalde, la gente viene con su carn¨¦ de la patria para notificar que vot¨®. Nosotros llevamos un control, eso nos permite saber mucho, incluso de las necesidades del pueblo", explica.

El documento de identificaci¨®n fue creado en enero con la promesa de conceder beneficios sociales a los venezolanos, pero su utilidad ha sido pol¨ªtica en los comicios municipales, celebrados el pasado domingo y boicoteados por los partidos opositores Primero Justicia, Voluntad Popular y Acci¨®n Democr¨¢tica. "No olvidemos que durante la jornada electoral debemos garantizar que en los puntos tricolor quede registrado y le¨ªdo el c¨®digo QR de nuestro carnet de la patria", escribi¨® Tareck El Aissaimi, el vicepresidente de Venezuela, en su cuenta de Twitter.

En El Carpintero, la orden fue acatada por cientos de votantes. El barrio es uno de los m¨¢s pobres y peligrosos de la ciudad. Andreina L¨®pez, una madre de tres ni?os, dice que est¨¢ dispuesta a participar en cualquier convocatoria gubernamental. "As¨ª cumplir¨¦ con mi pa¨ªs", justifica, mientras admite que el salario de su esposo es insuficiente para competir con la hiperinflaci¨®n experimentada en Venezuela. Su carn¨¦ fue escaneado y sus datos incluidos en un sistema electr¨®nico que estuvo coordinado por miembros de los consejos comunales ¨Ctodos militantes del PSUV¨C y encargados de la distribuci¨®n mensual de las cajas de comidas de los CLAP (Comit¨¦ Local de Abastecimiento y Producci¨®n).

Como L¨®pez, otros 1.700 de casi 5.900 votantes del colegio Alberto Ravell, en Petare, hab¨ªan notificado al partido del Gobierno que no respaldaron la abstenci¨®n. "El que es escu¨¢lido (opositor) no se anota en este registro, pero los que est¨¢n con el proceso s¨ª. Con el carn¨¦ de la patria sabemos qui¨¦nes est¨¢n con la revoluci¨®n", dice Alem¨¢n.

Hace ocho d¨ªas, el presidente hab¨ªa aprobado un bono de Navidad de 500.000 bol¨ªvares (6 d¨®lares) para 4 millones de familias que solo puede ser cobrado con la tarjeta de identificaci¨®n. Muchos aguardaron en largas filas para conseguir el carn¨¦.

La coalici¨®n opositora Mesa de la Unidad Democr¨¢tica acusa al oficialismo de valerse del "hambre" de la poblaci¨®n con fines electorales. En un comunicado difundido despu¨¦s de que el Consejo Nacional Electoral anunciara el triunfo del PSUV en la mayor¨ªa de las 335 alcald¨ªas y en la Gobernaci¨®n de Zulia, la alianza pol¨ªtica asegura que la presi¨®n gubernamental ha empujado a muchos a votar. "Nuevamente vimos a todo el aparato del Estado abusando de su poder, incluyendo el uso perverso del 'carnet de la patria', para someter la voluntad de un pueblo en situaci¨®n de extrema necesidad", M¨¢s de 16,5 millones de venezolanos est¨¢n afiliados al carn¨¦, seg¨²n el Ejecutivo.

El mandatario no descarta una recompensa a los que validaron su voto. "Mala idea no es, aqu¨ª el que haya votado con su carn¨¦ de la patria debe tener un premio de la Rep¨²blica, mala idea no es. Deben ser premiados aquellos que participen", ha prometido. Los primeros resultados de los comicios revelaron un 52,7% de abstenci¨®n.

La maquinaria roja

Maduro no es el expresidente Hugo Ch¨¢vez. Es una frase repetida en Venezuela desde el comienzo de su mandato, en abril de 2013. La mayor diferencia entre ambos pol¨ªticos est¨¢ en la popularidad, el jefe del Estado apenas alcanza un 20% de respaldo.

As¨ª, el oficialismo ha acelerado su maquinaria electoral. Aunque el cierre de campa?a fue el jueves, en Caracas hab¨ªa puntos del partido oficialista con propaganda de sus candidatos. Los afiches de Jos¨¦ Vicente Rangel ?valos y de ?rika Far¨ªas, los aspirantes a las alcald¨ªas de Sucre y de Libertador (en Caracas), estaban pegados en el transporte p¨²blico, por ejemplo. Muchos de sus seguidores coincid¨ªan en que estaban a tiempo de convencer al chavismo decepcionado.

Carmen Ponce, una militante del PSUV, vigila el voto en Petare. "Los que votan por la oposici¨®n ni nos miran, pero los chavistas vienen aqu¨ª. Nosotros los anotamos en una lista, luego sabemos qui¨¦nes faltan por sufragar en la comunidad. Los buscamos en sus casas, hablamos con ellos y vemos qu¨¦ necesitan, intentamos motivarlos", indica. Ella niega que esta informaci¨®n sea utilizada para excluir a opositores de programas sociales, entre ellos el Clap o las pensiones a jubilados.