Pol¨¦mica policial en EEUU: absuelto un agente que mat¨® a un hombre desarmado y de rodillas
Un v¨ªdeo revela que no hubo ning¨²n peligro para el polic¨ªa. La aterrorizada v¨ªctima suplicaba por su vida
De rodillas, desarmado y suplicando por su vida. Dio igual. El agente Philip Mitchell Brailsford mat¨® al aterrorizado Daniel Shaver de cinco tiros en un hotel de Arizona. La muerte fue recogida en un lacerante v¨ªdeo que demuestra que en ning¨²n momento el polic¨ªa corri¨® peligro. Unas im¨¢genes que han conmocionado a Estados Unidos pero que no lograron cimentar un veredicto de culpabilidad. Tras seis horas de deliberaci¨®n, los ocho integrantes del jurado resolvieron absolver al agente de los cargos de asesinato en segundo grado (sin premeditaci¨®n) y homicidio imprudente. A su juicio, hab¨ªa actuado correctamente.
Pese a las quejas de las asociaciones de derechos civiles, no se trata de un caso ¨²nico. Cada a?o mueren en EE UU cerca de mil personas a manos de la polic¨ªa. En un pa¨ªs armado hasta los dientes, la protecci¨®n que otorgan las leyes a las fuerzas de seguridad y el propio miedo de la poblaci¨®n permiten que la gran mayor¨ªa de los agentes procesados queden sin cargos. Muchas veces son exoneraciones que chocan contra evidencias meridianas y que desembocan en disturbios, especialmente si hay sesgo racial en el homicidio.
Los hechos que condujeron a la muerte de Daniel Shaver se remontan al 18 de enero de 2016. En el hotel La Quinta Inn, ubicado en Mesa, una pareja alert¨® a la recepci¨®n de que hab¨ªa divisado en una ventana la silueta de un hombre empu?ando un arma. El empleado llam¨® inmediatamente a la polic¨ªa. Seis agentes del condado de Maricopa acudieron y empezaron a grabarlo todo.
El primer paso fue conminar a Shaver a salir. El hombre, un controlador de pesticidas que estaba de viaje, no lo dud¨®. Abandon¨® su cuarto, se tumb¨® torpemente en el pasillo e implorando por su vida hizo todo lo que le exigi¨® Brailsford, quien no dejaba de gritarle y apuntarle con un rifle de asalto AK-15.
Muy alterado, el polic¨ªa le orden¨® que se acercara a gatas. Cuando Shaver, temblando, hab¨ªa avanzado unos pocos metros, movi¨® su mano derecha hacia la cintura. En ese instante fue tiroteado sin compasi¨®n. El agente sostiene que crey¨® que iba a sacar una pistola. Los peritos se?alaron en el juicio que solo quer¨ªa subirse los pantalones.
Los registros no hallaron arma de fuego alguna. Y en su habitaci¨®n ¨²nicamente hab¨ªa un rifle de bolas que la v¨ªctima utilizaba en su trabajo con los pesticidas. Tras tomarse una copas, se lo hab¨ªa ense?ado a unos amigos en el cuarto. Eso fue lo que vio la pareja que dio la voz de alerta.
Shaver, de 26 a?os, estaba casado, ten¨ªa dos hijos peque?os y carec¨ªa de antecedentes. Al escuchar el veredicto el pasado jueves, la viuda rompi¨® a llorar y no quiso hacer declaraciones. Su familia ha anunciado que recurrir¨¢. Tambi¨¦n lo har¨¢ la fiscal¨ªa local. ¡°Este caso no representa a las mujeres y hombres honorables que llevan el uniforme de este condado¡±, dijo en un comunicado el ministerio p¨²blico.
El abogado del agente sostuvo que su defendido hab¨ªa tomado la decisi¨®n correcta al disparar. ¡°Fue una cuesti¨®n de un segundo, a vida o muerte. Hizo aquello para lo que hab¨ªa sido entrenado¡±, zanj¨®.
El polic¨ªa, de 27 a?os, no podr¨¢ reincorporarse. Fue expulsado del cuerpo a los dos meses de matar a Shaver. El despido se debi¨® a sus continuas violaciones de las reglas internas y a su bajo rendimiento.
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