M¨¢s de 33.000 muertos al a?o por armas de fuego en EE UU

Detr¨¢s de la matanza en Las Vegas, en que han muerto al menos 58 personas, subyacen un sinf¨ªn de estad¨ªsticas estremecedoras que hacen de la violencia armada en Estados Unidos una anomal¨ªa en el mundo desarrollado. Cada tiroteo masivo coloca a la primera potencia mundial ante un espejo inc¨®modo: ?No se puede hacer m¨¢s para evitar los ba?os de sangre? Sin embargo, ninguna de las masacres de los ¨²ltimos a?os han logrado alterar lo suficiente la fibra nacional para propiciar el consenso que lleve a reformas ambiciosas que endurezcan el acceso a pistolas y rifles, cuyo uso est¨¢ amparado por la Constituci¨®n.

Se calcula que cada a?o en EE UU mueren 33.880 personas por disparos de armas de fuego, lo que equivale a un promedio de 93 fallecidos al d¨ªa, seg¨²n datos de la Campa?a Brady. Cada d¨ªa, otras 222 personas sobreviven tras recibir disparos.

En lo que va de a?o, ha habido 46.595 incidentes armados en el pa¨ªs, en los que han muerto 11.652 personas, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la organizaci¨®n Archive Gun Violence, que hace un seguimiento pormenorizado de todos los tiroteos.

No hay una cifra exacta de cu¨¢ntas armas de fuego hay en manos de civiles en EE UU, pero se estima que son unas nueve por cada diez ciudadanos. El Servicio de Investigaci¨®n del Congreso calcul¨®, en un estudio de 2012, que tres a?os antes hab¨ªa unas 310 millones de armas. La poblaci¨®n estadounidense es de 321 millones de habitantes.

Nevada, donde tuvo lugar el peor tiroteo de la historia del pa¨ªs, es uno de los Estados con una legislaci¨®n m¨¢s flexible en la compra de armas. No requiere de un permiso para adquirirlas m¨¢s all¨¢ de los requisitos del Gobierno federal, que establece tener un m¨ªnimo de 18 a?os para la compra de rifles y 21 para la de pistolas cortas, as¨ª como superar una prueba de antecedentes. La ley de Nevada no limita el n¨²mero de armas que puede tener cada individuo ni impide que los ciudadanos con armas las puedan llevar en p¨²blico.

La abundancia de pistolas y rifles se traduce en una desproporcionada violencia en las calles de EE UU comparada con otros pa¨ªses avanzados. En 2013, hubo en EE UU 35,5 homicidios con arma por cada mill¨®n de habitantes, seg¨²n un estudio de Global Burden of Disease. En cambio, en Canad¨¢ fueron 4,9 por cada mill¨®n de habitantes y en Reino Unido, 0,93 por cada mill¨®n. En el caso de Nevada, seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles, es el duod¨¦cimo de los 50 Estados de EE UU en n¨²mero de muertes por c¨¢pita por violencia armada.

Otro triste patr¨®n se repiti¨® este lunes en el pa¨ªs. Como en anteriores matanzas, pr¨¢cticamente solo se escucharon voces de pol¨ªticos dem¨®cratas que urgieron a endurecer el acceso a las armas. Ni el presidente Donald Trump ni ninguno de los l¨ªderes republicanos hablaron de ello. Para muchos conservadores, presionados por los lobbies armament¨ªsticos, la posesi¨®n de fusiles encarna un principio sagrado de respeto a las libertades individuales frente a lo que perciben como un riesgo de excesivo intervencionismo.

¡°Es hora de que el Congreso levante el trasero y haga algo¡±, implor¨® el senador dem¨®crata por Connecticut Chris Murphy. Desde la muerte en 2012 de 20 ni?os y seis adultos en una escuela de ese Estado, Murphy se ha convertido en una de las banderas a favor de mayores restricciones. Tras la matanza, el presidente Barack Obama propuso extender el control de antecedentes, prohibir los rifles de asalto y limitar el n¨²mero de balas. Pero no logr¨® los votos suficientes en el Congreso.

Tampoco cambi¨® nada la muerte de 49 personas en 2016 en una discoteca de Orlando, hasta ahora el peor tiroteo m¨²ltiple en EE UU. Un simpatizante yihadista empu?¨® un rifle semiautom¨¢tico. Resurgi¨® el debate sobre la prohibici¨®n a la venta de esos rifles, que se levant¨® en 2004, pero superada la conmoci¨®n y varios votos fallido, el debate decay¨®.

Algunos confiaron en haber llegado a un punto de inflexi¨®n el pasado junio cuando un hombre abri¨® fuego contra varios congresistas a las afueras de Washington, hiriendo gravemente a uno de ellos. Pero el principal efecto que ha tenido es que varios legisladores republicanos hayan propuesto que ellos mismos puedan ir armados. Es decir, que haya m¨¢s armas y no menos.?