La estrategia del ¡°mal mayor¡± y la polarizaci¨®n electoral en Chile
La estad¨ªstica est¨¢ con Pi?era, pero Guillier tiene opciones si consigue ampliar su base ideol¨®gica
Chile es el pa¨ªs m¨¢s s¨ªsmico del mundo. Habituados, los chilenos apenas se inmutan cuando, de tanto en tanto, la tierra se mueve bajo sus pies. Pero si la magnitud del remez¨®n hace caer objetos de las estanter¨ªas, al simple ¡°temblor¡± le llaman ¡°terremoto¡±. Eso fue exactamente lo que pas¨® en la primera vuelta presidencial de noviembre: un terremoto pol¨ªtico que sacudi¨® a la derecha y a la centroizquierda por igual, polariz¨® el ambiente, elev¨® los decibeles de la ret¨®rica y calent¨® el clima, en lo que con toda seguridad ser¨¢ un re?ido balotaje.
El magro 36% ¡ªcasi 10 puntos menos de lo que vaticinaban las encuestas¡ª?obtenido por el expresidente y candidato de la derecha, Sebasti¨¢n Pi?era, dej¨® perplejos a sus voceros que intoxicados de triunfalismo, hab¨ªan anunciado una ventaja num¨¦rica irremontable.
En la izquierda el remez¨®n fue m¨¢s fuerte a¨²n: mientras el candidato de la centroizquierda, Alejandro Guillier, se quedaba con un 22% de los votos, la contendora del Frente Amplio ¡ªuna variopinta coalici¨®n sub-40, situada m¨¢s a la izquierda que el oficialismo¡ª obten¨ªa un 20% de los votos. El resultado despert¨® hasta a los m¨¢s imp¨¢vidos: una fuerza pol¨ªtica creada solo 10 meses antes obten¨ªa apenas 160.000 votos menos que una de las coaliciones m¨¢s longevas y exitosas de la historia de Chile.
A¨²n algo desorientados por la sacudida pero con calculadora en la mano, ambos candidatos han desplegado todo su esfuerzo pol¨ªtico y comunicacional para seducir a quienes se quedaron hu¨¦rfanos de candidatos luego de la primera vuelta. Ambos siguieron han, por un lado, buscado ampliar su oferta ideol¨®gica inicial y por otro, utilizado una ret¨®rica m¨¢s encendida, polarizante y enfocada m¨¢s las deficiencias del adversario que en las virtudes propias.
El balotaje y el ¡°mal mayor¡±
IDEA Internacional estudi¨® el efecto pol¨ªtico de las segundas vueltas en Am¨¦rica Latina en los ¨²ltimos 40 a?os, comparando los resultados iniciales con los del balotaje. En el 75% de esas elecciones se eligi¨® presidente a quien gan¨® la primera vuelta. Es decir, la estad¨ªstica est¨¢ con Pi?era.
Sin embargo, en 12 de esas elecciones quien sali¨® segundo termin¨® ganando. ?C¨®mo? Utilizando de manera efectiva la estrategia del ¡°mal mayor¡±, es decir generando un ¡°consenso negativo¡± hacia el vencedor de primera vuelta, y expandiendo su base ideol¨®gica.
El ¡°Keiko no va¡± del a?o pasado en Per¨² ¡ªque uni¨® a la izquierda y la derecha para impedir que el fujimorismo regresara al poder¡ª es un ejemplo paradigm¨¢tico. El ahora presidente, Pedro Pablo Kuczynski, pas¨® de perder la primera ronda por 18 puntos, a ser electo en el balotaje. Lo mismo en las elecciones colombianas de 2014, donde una mayor¨ªa poco convencida le dio el triunfo a Santos, revirtiendo as¨ª los 4 puntos de desventaja que tuvo en primera instancia frente a ?scar Iv¨¢n Zuluaga. Lo mismo en Argentina el 2015, una elecci¨®n extremadamente polarizada y de altisonante ret¨®rica en el balotaje, que logr¨® llevar a la presidencia a Mauricio Macri luego de haber perdido la primera, por tres puntos, ante Daniel Scioli.
La apuesta por un ¡°todos contra Pi?era¡±, dicen algunos entonces, puede funcionar.
Ajustes program¨¢ticos de segunda vuelta
A¨²n con la estad¨ªstica a su favor, el desaf¨ªo no es f¨¢cil para Pi?era: sumando toda la votaci¨®n de derecha, el ex Presidente llega a 44% de los votos. La ¨²nica opci¨®n es captar votantes moderados, a quienes no les gusta la radicalidad del Frente Amplio, pero s¨ª critican el sistema econ¨®mico que ha producido gran desigualdad.
El enorme salto program¨¢tico hacia la izquierda de Pi?era ¨Cuna de las cosas m¨¢s llamativas de esta elecci¨®n¡ªincluye por ejemplo que el Estado financie educaci¨®n completamente gratuita y universal en el nivel pre-escolar, y ofrezca gratuidad para estudios superiores t¨¦cnico-profesionales al 90% de j¨®venes m¨¢s vulnerables. La gratuidad ¨Cque hasta hace poco era poco m¨¢s que un improperio en la derecha¡ª es ahora defendida por Pi?era con convicci¨®n.
Comunicacionalmente, Pi?era ha hecho uso de sus habilidades y alineado a sus disciplinados equipos hacia un choque frontal contra la izquierda: ¡°Guiller fue pose¨ªdo por el alma odiosa del comunismo¡± o ¡°?Qu¨¦ te pasa Alejandro? El esp¨ªritu de amargura del PC se tom¨® tu alma¡±, reflejan el tenor discursivo en este interregno electoral. El mensaje es m¨¢s importante, sin embargo, es que con la izquierda Chile camina irremediablemente a convertirse lo que hoy, entre risas, se conoce como ¡°Chilezuela¡±.
La estrategia de la centroizquierda no es tan diferente.
Guiller se levant¨® de la primera vuelta coqueteando con el Frente Amplio en busca de sus imprescindibles pero esquivos votos. Sus anuncios sobre cambio al actual sistema privado de pensiones, la nueva constituci¨®n o la condonaci¨®n de deuda universitaria con la banca fueron tibios y no convencieron a la joven coalici¨®n de izquierda.
La ret¨®rica entonces subi¨® el tono y apunt¨® contra el ex Presidente, su coalici¨®n y el sistema neoliberal injusto y abusivo que han ayudado a mantener. Era la b¨²squeda del ¡°mal mayor¡±. As¨ª se explican las declaraciones de Guiller cuando se?al¨® ¡°les meteremos la mano en el bolsillo a quienes concentran el ingreso, para que ayuden a hacer patria alguna vez¡¡±. Esa breve frase, sin embargo, encendi¨® las alarmas de los hist¨®ricos de la centroizquierda y una hueste de economistas moderados entr¨® a escena a ¡°calmar a los mercados¡±. El volumen no se pudo subir mucho m¨¢s.
No hab¨ªa muchas razones para que el Frente Amplio diera su apoyo al candidato de centroizquierda. Pero con el paso de los d¨ªas los pragm¨¢ticos de aqu¨ª y all¨¢ entendieron que un ¡°todos contra Pi?era¡± era imprescindible para ganar. As¨ª, los l¨ªderes del joven conglomerado fueron anunciando ¨Ca rega?adientes y con cuentagotas¡ª su apoyo al ¡°mal mayor¡±, explicitando que votar¨ªan ¡°contra¡± Pi?era y que por eso marcar¨¢n por Guiller. Las cartas del lado del oficialismo se jugaron tard¨ªamente.
Las apuestas ya est¨¢n sobre la mesa, ahora a esperar.
El domingo sabremos qu¨¦ candidatura fue m¨¢s efectiva para seducir al electorado con su remozado programa y m¨¢s h¨¢bil para despertar rechazo hacia el rival. Quien haya hecho mejor ambas cosas ganar¨¢. Veremos tambi¨¦n si sirve sirve para movilizar a ese 64% de ciudadanos que se qued¨® en su casa en la primera vuelta o si todo esto ¨Cigual que un simple temblor¡ª sigue sin inmutar a la mayor¨ªa de los chilenos.
Viviana Giacaman es polit¨®loga y periodista. Actualmente dirige el ¨¢rea Calidad de la Democracia de la Fundaci¨®n Chile 21. @vgiacaman
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