La movilizaci¨®n de la izquierda decide las presidenciales de Chile
El progresista Guillier trata de atraer el voto del Frente Amplio y recurre incluso a Pepe Mujica
En un pa¨ªs como Chile, dominado por el centro pol¨ªtico desde que recuper¨® la democracia, la izquierda m¨¢s radical apenas ha tenido protagonismo. Pero por primera vez es clave. Es ese grupo el que define las elecciones presidenciales del domingo, que disputan el expresidente Sebasti¨¢n Pi?era, derechista moderado, y el periodista y senador de corte socialdem¨®crata Alejandro Guillier. Todo depende de la movilizaci¨®n del voto izquierdista del Frente Amplio, cercano a Podemos, que logr¨® un 20% en la primera vuelta. Si acude en masa a votar por Guillier y contra Pi?era, el progresista tendr¨¢ una oportunidad. Si no, ganar¨¢ el expresidente, que tiene a su electorado de derecha m¨¢s compactado. Guillier ha recurrido a todo para animar a esos votantes, incluido el efecto sorpresa final con un cierre de campa?a con el uruguayo Pepe Mujica, el personaje m¨¢s querido por la izquierda latinoamericana.
Chile vive estos d¨ªas dos realidades paralelas. Por un lado, est¨¢n los medios y el ambiente pol¨ªtico y de poder, implicado como muy pocas veces en una batalla de final mucho m¨¢s incierto del esperado. Hace solo un mes, se pensaba que las elecciones ser¨ªan un paseo para Sebasti¨¢n Pi?era. Pero la decepci¨®n de la primera vuelta, cuando sac¨® un 36%, mucho menos de lo esperado, abri¨® la posibilidad de una victoria de Guillier, y el ambiente ha cambiado completamente en la segunda. El empate t¨¦cnico que dan las encuestas, con ligera ventaja para Pi?era, ha derivado en una encarnecida batalla medi¨¢tica en la que parece que Chile se la juega a todo o nada el domingo. Pero a la vez, en otra realidad paralela, est¨¢ la mayor¨ªa del pa¨ªs, que ha decidido no votar y vive al margen de esta pelea. Desde que se elimin¨® el voto obligatorio, hace seis a?os, Chile tiene una de las participaciones m¨¢s bajas del mundo, por debajo del 50%. Y despu¨¦s de varias crisis pol¨ªticas, con esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y financiaci¨®n ilegal que afectaron a todos los partidos, sigue bajando.
Por eso en las elecciones del domingo la verdadera batalla se libra para convencer a la gente de que acuda a votar. En la primera vuelta lo hicieron 6,7 millones de chilenos, el 46,7% de los convocados. En segunda siempre baja, porque muchos no quieren taparse la nariz para votar a alguien que no es su preferido. Guillier solo tiene una posibilidad si la participaci¨®n no se desploma. Si gana, necesitar¨¢ los diputados del Frente Amplio para gobernar, por lo que lo que parec¨ªa un giro a la derecha en l¨ªnea con la ola liberal que vive la regi¨®n podr¨ªa convertirse en un volantazo hacia la izquierda. Los dirigentes del Frente Amplio han pedido el voto para Guillier pero con cuentagotas, y ¨¦l necesita una participaci¨®n masiva de ese mundo para ganar. Mujica trat¨® de apuntalar ese voto en el mitin con Guillier: ¡°Yo apoyo a todos los progresistas del mundo, porque me gast¨¦ la vida tratando de contribuir a que hubiera un mundo m¨¢s igual¡±.
Todo ha cambiado en menos de un mes. Si la primera vuelta parec¨ªa un plebiscito a Michelle Bachelet, la presidenta de centro izquierda, muy criticada en diversos sectores por algunas reformas progresistas, ahora todo ha girado y esta segunda parece un plebiscito a Pi?era. Si Guillier consigue movilizar un voto anti derecha similar que en Per¨², por ejemplo, impidi¨® en la recta final y por solo 40.000 votos la victoria de Keiko Fujimori, podr¨¢ dar la sorpresa. No es f¨¢cil, porque en Chile el alejamiento de la pol¨ªtica es muy fuerte y porque Pi?era es un moderado y no resulta un personaje tan odiado como Fujimori. Pero el giro ha sido tan fuerte que Bachelet, que hace un a?o estaba hundida en las encuestas, ahora ha recuperado un apoyo del 40%, reivindica con orgullo sus reformas y ha tenido una gran participaci¨®n en la campa?a, cuando antes Guillier hu¨ªa de su imagen.
¡°Con encuestas poco rigurosas se logr¨® crear un estado de opini¨®n en Chile de que el Gobierno n de Bachelet carec¨ªa de apoyo, que el triunfo de la derecha iba a ser avasallador. Pero la primera vuelta dej¨® en evidencia que hay una mayor¨ªa de centro izquierda que quiere cambios incluso m¨¢s profundos. El problema es articular esa mayor¨ªa. Si Guillier gana deber¨ªa gobernar con un modelo a la portuguesa, porque el Frente Amplio no va a entrar al Gobierno¡±, explica el analista Ernesto ?guila, acad¨¦mico de la Facultad de Filosof¨ªa y Humanidades de la Universidad de Chile.
¡°Va a ser una elecci¨®n estrecha, va a depender crucialmente de la participaci¨®n¡±, detalla Harald Beyer, director del Centro de Estudios P¨²blicos (CEP) y exministro de Educaci¨®n de Pi?era. ¡°Si cae en 700.000 personas en el balotaje, con un alto grado de certeza Pi?era ganar¨¢. Si cae en menos de esa cantidad comienza a existir una posibilidad de que Guillier gane¡±. Beyer cree que Guillier lo tiene dif¨ªcil para lograr todos los votos del enorme espectro que va desde la Democracia Cristiana a la izquierda. ¡°El voto del Frente Amplio parece ser mucho m¨¢s heterog¨¦neo de lo que se cree. En muchos votantes hay una desilusi¨®n respecto del Gobierno de Bachelet, porque no fue capaz de abordar una agenda que redujera las fragilidades del proceso modernizador chileno. Por ello, no es evidente que se movilicen para votar por Guillier¡±, resume.
Eugenio Guzm¨¢n, soci¨®logo y decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, coincide con esta idea y cree que ganar¨¢ Pi?era. ¡°El llamamiento al voto a Guillier de los l¨ªderes del Frente Amplio fue muy tibio, durante meses dijeron que su enemigo principal era la Nueva Mayor¨ªa. Hay una parte del Frente Amplio que quiere arrinconar a Guillier, como hace Podemos con el socialismo en Espa?a. Guillier ha hecho todos los gui?os posibles a la izquierda, incluido Mujica, pero lo tiene m¨¢s dif¨ªcil¡±, sentencia.
Jorge Baradit, un escritor de best sellers como La historia secreta de Chile muy activo en las redes, donde moviliza en contra de Pi?era, cree que la llegada de Mujica fue ¡°un golazo¡± que tendr¨¢ su efecto. ¡°El rechazo enorme a Pi?era y el apoyo al borde de los 90 minutos de Boric y Jackson [principales l¨ªderes del Frente Amplio] indica que el voto deber¨ªa ir a Guillier¡±. A¨²n as¨ª, Baradit coincide con los analistas en que hay un porcentaje de gente que apoy¨® en primera vuelta a Beatriz S¨¢nchez, la periodista candidata del Frente Amplio, pero no respaldo a los parlamentarios de este grupo, y que nadie sabe c¨®mo se va a comportar. Son ellos, ese voto protesta de izquierda descontentos con el supuesto milagro chileno, los que deciden las elecciones del domingo, porque todo el resto parece ya muy definido.
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