Los ¨®rganos perdidos por la crisis humanitaria de Venezuela

El 25 de octubre pasado, el mismo d¨ªa de su cumplea?os, Maribel Torres llevaba varios d¨ªas ingresada en el Hospital Universitario de Caracas porque sent¨ªa debilidad, dolor en el pecho y ten¨ªa los valores sangu¨ªneos alterados. ¡°A finales de mes me dieron el alta y me dijeron: ¡®Usted perdi¨® el ri?¨®n¡¯. Ah¨ª fue que me enter¨¦ que ten¨ªa que buscar un cupo en el Seguro Social para entrar en di¨¢lisis de nuevo y que en Venezuela ya no se hacen m¨¢s trasplantes¡±.

Durante 12 a?os, Torres cuid¨® el ri?¨®n que le trasplantaron un 19 de abril de 2005. Recuerda con exactitud ese d¨ªa: recibi¨® una llamada en la que le indicaban que hab¨ªa aparecido el donante que hab¨ªa esperado durante casi tres a?os y en seguida tom¨® un taxi desde Cantaura, en el oriente del pa¨ªs, hasta Caracas, a 410 kil¨®metros, para someterse a la operaci¨®n. Este 2017 no pudo hacer nada para mitigar los efectos de la falta de medicinas. Los tres inmunosupresores que tomaba para que su cuerpo no rechazara el ¨®rgano que le dio una segunda oportunidad se agotaron y aunque pidi¨® a familiares que se los trajeran del exterior no llegaron a tiempo. Consigui¨® solo uno de ellos por una donaci¨®n y aunque estaba vencido se lo tom¨® sin que surtiera efecto.

Un mes sin los f¨¢rmacos, que en Venezuela solo se pueden conseguir a trav¨¦s de las farmacias del Gobierno, puede ser fatal para los trasplantados. A la semana sin tomarlos empiezan a sentirse mal, a los 15 d¨ªas las consecuencias pueden ser irreversibles, despu¨¦s de un mes sin las dosis requeridas el diagn¨®stico que dan los m¨¦dicos es de fracaso renal.

Como el de Torres, se han repetido en los ¨²ltimos dos meses una veintena de casos de rechazo de ri?ones trasplantados por la aguda escasez de medicinas que atraviesa Venezuela, que alcanza el 85% de los productos farmac¨¦uticos, seg¨²n cifras de la Federaci¨®n Farmac¨¦utica. La escasez de medicinas es el principal argumento de la oposici¨®n venezolana para exigir que se permita la entrada al pa¨ªs de ayuda humanitaria a la que reiteradamente se niega el Gobierno. Adem¨¢s es uno de los punto en la agenda de la nueva ronda de negociaciones que se inici¨® en Rep¨²blica Dominicana este mes.

A estas cifras, se suman este fin de a?o cinco muertes de pacientes que primero perdieron el ¨®rgano por falta de pastillas y despu¨¦s la vida, asegura Francisco Valencia, presidente de Codevida, una coalici¨®n de organizaciones que lucha por los derechos de los enfermos cr¨®nicos en Venezuela.

Valencia, que tambi¨¦n ha recibido un trasplante de ri?¨®n, comenz¨® a llevar la cuenta de estos casos, in¨¦ditos en medio siglo de historia de estos procedimientos en Venezuela. ¡°Todas las noches llama alguien con un caso, angustiados, porque perder el ¨®rgano es perder la vida. Esto nunca hab¨ªa pasado en el pa¨ªs. El Gobierno cada vez que niega la ayuda humanitaria y que estamos en una emergencia, no sabe por el trauma que est¨¢n pasando 3.500 trasplantados en el pa¨ªs y sus familiares¡±, dice el activista que particip¨® como miembro de la sociedad civil en la sesi¨®n del 1 y 2 de diciembre en Rep¨²blica Dominicana.

El presidente Nicol¨¢s Maduro ha negado una y otra vez la ayuda internacional bajo el argumento de que se trata de una injerencia extranjera. ¡°Venezuela es un pa¨ªs pujante, trabajador, no es un pa¨ªs de mendigos como han pretendido algunos con aquello de la ayuda humanitaria. No. Venezuela produce su cosa vale y uno se siente orgulloso¡±, dijo al d¨ªa de la siguiente de la sesi¨®n en la que las ONG expusieron a los seis cancilleres negociadores la gravedad de la crisis por la que atraviesa el pa¨ªs. Y su ministro de Salud, Luis L¨®pez, tambi¨¦n lo ha secundado advirtiendo que no permitir¨¢ la entrada ¡°de una supuesta ayuda humanitaria cuando nuestro pueblo est¨¢ siendo atendido por el presidente Nicol¨¢s Maduro¡±.

El calvario de la di¨¢lisis

Luz Marina Ca?iz¨¢lez intent¨® ingresar esta semana al hospital del Seguro Social en San Crist¨®bal, en el occidente de Venezuela. ¡°Tiene mucho decaimiento, dolores de cabeza, la hemoglobina baja y la urea y la creatinina alt¨ªsimas. Los m¨¦dicos le dijeron que est¨¢ presentando un cuadro de rechazo agudo del ri?¨®n, pero que de nada vale hospitalizarla porque aqu¨ª no hay ni camas ni comida, as¨ª que le har¨¢n el tratamiento en casa¡±, cuenta su hija Nairobi Camero.

Ca?iz¨¢lez recibi¨® un trasplante en 2002 y desde entonces no hab¨ªa tenido una crisis as¨ª. Apenas dos meses sin conseguir los medicamentos y se revirti¨® toda la calidad de vida ganada tras recibir el nuevo ¨®rgano. La mujer de 55 a?os de edad debe tomar una combinaci¨®n de tres f¨¢rmacos y aunque algunos lograban comprarlo en la ciudad colombiana vecina de C¨²cuta, no siempre los consegu¨ªa todos, ni tampoco siempre pod¨ªa pagarlos. A¨²n no le han dicho si debe volver a di¨¢lisis, pero es una posibilidad que dispara una nueva preocupaci¨®n familiar y abulta la presi¨®n sobre los ya colapsados servicios hospitalarios en el pa¨ªs sudamericano.

En Venezuela, 17.000 personas deben acudir a centros de di¨¢lisis para que una m¨¢quina haga el trabajo que ya no pueden hacer sus ri?ones. Las unidades p¨²blicas operativas (10 en todo el pa¨ªs) son insuficientes y los equipos para realizar el procedimiento tambi¨¦n escasean y los suministra ¨²nicamente el Gobierno, explica Lucila Velutini, presidenta de la Organizaci¨®n Nacional del Trasplante, ente que hasta 2012 estaba encargado de toda la pol¨ªtica para estos pacientes y que luego fue sustituida por una fundaci¨®n adscrita al Ministerio de Salud.

¡°En Venezuela ocurre algo que no ocurre en otro pa¨ªs, que una persona con insuficiencia renal pasa hasta nueve a?os de su vida dializ¨¢ndose. Se supone que esta es una situaci¨®n temporal mientras se logra el trasplante¡±, apunta Velutini.

Maribel Torres, que reside en Maracay, en el centro del pa¨ªs, acudi¨® a la unidad de su provincia y no consigui¨® cupo. Por ello, desde que perdi¨® el ri?¨®n debe viajar tres veces por semana hasta Los Teques, a unos 80 kil¨®metros. ¡°Es un calvario tener que volver a esto, a veces no quiero ir. Me toca tomar un autob¨²s a las 7.00 horas de la ma?ana y volver a las 9.00 de la noche a mi casa agotada por la di¨¢lisis¡±.

Trasplantes en ca¨ªda

La agudizaci¨®n de la crisis humanitaria, que la Asamblea Nacional desmantelada por el Gobierno decret¨® en 2016, tiene su expresi¨®n en la ca¨ªda de los trasplantes en Venezuela. Del mayor pico logrado en 2012, con 134 donaciones efectivas de ¨®rganos, se pas¨® a 17 en 2016.

La ca¨ªda en los ¨²ltimos cinco a?os ha sido tan abrupta que en mayo, el Gobierno decidi¨® suspender totalmente los procedimientos por la situaci¨®n que atraviesan los centros de salud, una especie de reconocimiento de la crisis que los voceros niegan en las negociaciones. Actualmente, la lista de espera por un trasplante supera las 5.000 personas.

¡°A principios de a?o se hicieron un par de trasplantes y se logr¨® la procura de un ri?¨®n que tambi¨¦n se perdi¨® porque no pudo realizarse la cirug¨ªa. La situaci¨®n de los trasplantados es grav¨ªsima y tememos que va a empeorar por la ausencia total de los f¨¢rmacos inmunosupresores. Al faltar los medicamentos, esas personas que tuvieron una segunda oportunidad en la vida, el Gobierno se las est¨¢ quitando¡±, dice Velutini.

La exigencia de la apertura de un canal humanitario es reiterada por las organizaciones de pacientes. Francisco Valencia, de Codevida, se?al¨® que en Rep¨²blica Dominicana se presentaron las v¨ªas para acceder a los fondos de medicinas de la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud para paliar la situaci¨®n que no solo afecta a los trasplantados sino a cuatro millones de pacientes con patolog¨ªas cr¨®nicas en el pa¨ªs. ¡°Al parecer no hay una intenci¨®n del Gobierno de hacer algo por los enfermos en Venezuela y entre los cancilleres latinoamericanos existe la preocupaci¨®n de este tema no puede supeditarse a los lapsos de una negociaci¨®n, porque realmente estamos en una emergencia¡±.