Las minor¨ªas religiosas, rehenes de los ultras en Ir¨¢n
La suspensi¨®n de un concejal zoro¨¢strico y la exclusi¨®n de los sun¨ªes de los empleos p¨²blicos revelan los l¨ªmites pol¨ªticos de Rohan¨ª
Las minor¨ªas religiosas de Ir¨¢n apoyaron esperanzadas la reelecci¨®n del presidente Hasan Rohan¨ª el pasado mayo. A su discurso conciliador, se un¨ªa la promesa de cumplir con la Constituci¨®n y acabar con la discriminaci¨®n confesional. Sin embargo, el l¨ªder sun¨ª Abdolhamid Esmaeilzehi sigue quej¨¢ndose de la falta de medidas serias al respecto y, en la ciudad de Yazd, un concejal, Sepanta Niknam, ha visto anulada su reelecci¨®n por el mero hecho de ser zoro¨¢strico. Su caso ha desatado el malestar de muchos iran¨ªes y puesto de relieve los l¨ªmites a la apertura de Rohan¨ª. La comunidad jud¨ªa tambi¨¦n se ha sentido acosada tras un ataque a una sinagoga en Shiraz.
El caso Sepanta gener¨® tanta pol¨¦mica que hasta el Parlamento se sinti¨® obligado a intervenir y ratific¨® que cumpl¨ªa los requisitos para ser concejal. Sin embargo, para sorpresa de la opini¨®n p¨²blica, el Consejo de Guardianes (una especie de C¨¢mara Alta designada que, entre otras responsabilidades, supervisa las elecciones) rechaz¨® el 11 de diciembre la validaci¨®n y el Legislativo ha mandado el caso al Consejo del Discernimiento que funciona como ¨¢rbitro en caso de discordia entre el Parlamento y el Consejo de Guardianes.
El zoroastrismo es una religi¨®n preisl¨¢mica surgida en la antigua Persia, que hoy profesa menos de un 1% de los 80 millones de iran¨ªes. La revoluci¨®n de 1979 hizo que Ir¨¢n quedara asociado para siempre con el chi¨ªsmo, la rama minoritaria del islam pero que sigue el 90% de sus habitantes. No obstante, adem¨¢s del islam, la Constituci¨®n reconoce como religiones el cristianismo, el juda¨ªsmo y el zoroastrismo, y les garantiza, al menos en teor¨ªa, igualdad de derechos, aunque s¨®lo un chi¨ª puede ser presidente del pa¨ªs. No sucede lo mismo con los bahais, cuyo credo est¨¢ proscrito.
Niknam es desde 2013 miembro del Consejo Municipal de Yazd, capital de la provincia hom¨®nima en el centro de Ir¨¢n, y fue reelegido en mayo de 2016. Entonces, el candidato conservador derrotado, Aliasghar Bagher¨ª, present¨® una queja ante el Tribunal de Justicia Administrativa, que le suspendi¨® en el cargo por no ser musulm¨¢n. Esa instancia se apoy¨® en una notificaci¨®n del influyente cl¨¦rigo Ahmad Jannati, secretario del Consejo de Guardianes, quien estim¨® que ¡°las normas aprobadas en los consejos municipales se aplican a los musulmanes sin la supervisi¨®n del Consejo por lo que la candidatura de las minor¨ªas religiosas en lugares donde los musulmanes tienen mayor¨ªa (¡) contradice los principios de la religi¨®n [islam]¡±.
Herejes y esp¨ªas
Para la Rep¨²blica Isl¨¢mica, los bahais no constituyen una comunidad religiosa sino una organizaci¨®n pol¨ªtica, a la que a menudo se vincula con Israel, donde tienen su principal templo, y se acusa no s¨®lo de herej¨ªa, sino de espionaje. Sus entre 300.000 y 350.000 adherentes, la mayor minor¨ªa no musulmana, tienen dificultades para obtener documentos de identidad (hay que hacer constar la religi¨®n), lo que les impide encontrar trabajo y casarse legalmente, extremo que da pie a condenas por adulterio en un pa¨ªs que proh¨ªbe cualquier relaci¨®n sexual fuera del matrimonio.
La Comunidad Bahai Internacional escribi¨® una carta al presidente Hasan Rohan¨ª, poco despu¨¦s de su reelecci¨®n el pasado mayo, para pedirle que ponga fin a la "opresi¨®n econ¨®mica" de esa comunidad. Peque?os gestos en favor de acabar con su discriminaci¨®n han suscitado la reacci¨®n airada de las autoridades pol¨ªticas y religiosas iran¨ªes. As¨ª sucedi¨® cuando en 2016 la ex diputada reformista Faezeh Rafsanyan¨ª visit¨® a una dirigente bahai con la que hab¨ªa compartido celda, o con la pel¨ªcula que Mohsen Malkhmalbaf dedic¨® a esa religi¨®n, Baghban (El jardinero), tres a?os antes.
No todo el mundo est¨¢ de acuerdo con Jannati. ¡°Niknam ha ganado m¨¢s de 20.000 votos, lo que da fe de su popularidad entre los musulmanes, ya que los zoro¨¢stricos con derecho a voto en Yazd apenas llegan a tres mil¡±, se?al¨® el representante de Yazd en el Consejo Superior de las Provincias, Reza Rabbani. El propio afectado opina que ¡°el voto p¨²blico prueba la buena relaci¨®n que existe entre musulmanes y zoro¨¢stricos [¡]. Son muy pocos, los que tienen problemas con esta realidad¡±. Y aunque no ha recurrido la decisi¨®n, la cuestiona: ¡°Toda esta pol¨¦mica no merece la pena y dudo de que realmente garantice los intereses nacionales¡±.
¡°Es decepcionante que ignoren de esta forma el voto popular y lo declaren ileg¨ªtimo. Niknam ha servido como concejal cuatro a?os y ahora, de repente, dicen que su reelecci¨®n est¨¢ en contra de la religi¨®n. Su situaci¨®n no ha cambiado, ?acaso ha cambiado la religi¨®n?¡±, expresa Mehrshad, un estudiante zoro¨¢strico que se queja del trato discriminatorio del sistema, aunque asegura que la gente en general respeta a su minor¨ªa.
Muchos iran¨ªes han denunciado la decisi¨®n oficial en las redes sociales como un atentado contra la dignidad humana. ¡°Las autoridades tienen que respetar los derechos de las minor¨ªas en vez de recurrir a gestos populistas como visitar a los familiares de los m¨¢rtires cristianos [armenios iran¨ªes, ca¨ªdos durante la guerra irano-iraqu¨ª] en Navidad¡±, opina un tuitero llamado Mahdi Refaei.
En diciembre pasado un grupo de v¨¢ndalos entraron por la noche en la sinagoga Jadash, en el barrio Maoliabad de Shiraz, al sur del pa¨ªs, produciendo da?os en el templo. Dos rollos de Tor¨¢ fueron rotos y los sidurim (oraciones) fueron arrojados al retrete. Este incidente no es el primero de esta naturaleza que han sufrido los lugares sagrados de los jud¨ªos iran¨ªes, aunque en esos casos anteriores nunca hab¨ªan profanado el Tor¨¢ ya que se considera sagrado incluso en Islam.
En el caso de los sun¨ªes, la situaci¨®n es m¨¢s complicada. Aunque son musulmanes (en torno a un 9%, concentrados sobre todo en el sureste, Baluchist¨¢n, y en las regiones kurdas del oeste), no se sienten tratados como tales de pleno derecho. Esmaeilzehi ha denunciado en numerosas ocasiones la reticencia del sector p¨²blico a emplearles, en especial en cargos de relevancia. ?l, que es im¨¢n de las plegarias del viernes de Zahed¨¢n, asegura que no puede moverse libremente por Ir¨¢n.
El asunto de Sepanta Niknam y la incorporaci¨®n de las minor¨ªas religiosas en las instituciones p¨²blicas, se ha convertido en la piedra en el zapato para el compromiso del sistema iran¨ª con la igualdad religiosa. El debate que se ha abierto en la sociedad enfrenta a conservadores y reformistas, aunque hasta ahora son los ultras los que est¨¢n ganando la batalla.
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