Trump se ve obligado a cerrar la comisi¨®n que deb¨ªa investigar su bulo sobre el fraude electoral
Tras ganar los comicios de 2016, el republicano afirm¨®, sin pruebas, que ¡°millones de personas votaron ilegalmente¡± en su contra
Abocado a un fracaso, el presidente estadounidense, Donald Trump, cerr¨® el mi¨¦rcoles la comisi¨®n que investigaba su bulo sobre un fraude masivo en las elecciones de 2016. Tras ganar los comicios, Trump asegur¨®, sin pruebas, que ¡°millones de personas votaron ilegalmente¡± en su contra. Al asumir la presidencia, el republicano cre¨® esa comisi¨®n pero el rechazo de numerosos Estados a proporcionar informaci¨®n sobre votantes le ha forzado a dar marcha atr¨¢s.
Pese a la rectificaci¨®n, el lado m¨¢s conspirativo del mandatario volvi¨® a aflorar este jueves al insistir, de nuevo sin evidencias, en la existencia de irregularidades. ¡°Muchos Estados, mayoritariamente dem¨®cratas, rechazaron entregar informaci¨®n sobre la elecci¨®n de 2016 a la Comisi¨®n sobre Fraude de Votantes. Se esforzaron duramente en que la Comisi¨®n no viera sus datos o m¨¦todos porque saben que mucha gente est¨¢ votando ilegalmente. El sistema est¨¢ ama?ado¡±, clam¨® Trump en Twitter.
En otro mensaje, pidi¨® que, para poder votar, sea obligatorio mostrar un carn¨¦ de identidad. Es una reclamaci¨®n habitual de los republicanos pero que los dem¨®cratas consideran un intento encubierto de dificultar el voto a minor¨ªas raciales y personas pobres (que suelen votar progresista).
La realidad es que Trump no ha ofrecido prueba alguna que respalde sus tesis, ning¨²n Estado ha hallado evidencias de fraude y los expertos e investigaciones previas subrayan que las irregularidades son infrecuentes. Adem¨¢s, el rechazo a la pol¨¦mica comisi¨®n no era solo de Estados gobernados por dem¨®cratas. Muchos responsables electorales republicanos repudiaron las denuncias del magnate neoyorquino y se mostraron esc¨¦pticos con la comisi¨®n, que pidi¨® un reguero de informaci¨®n sobre votantes.
En el comunicado en que se anunci¨® la cancelaci¨®n de ese ¨®rgano, la Casa Blanca insisti¨®, sin pruebas, en que hay ¡°evidencias sustantivas en fraude electoral¡± y justific¨® su cierre en la voluntad de evitar una batalla legal con los Estados. Ahora, el Departamento de Seguridad Nacional ser¨¢ el encargado de revisar los ¡°hallazgos iniciales¡± de la comisi¨®n y determinar el ¡°siguiente curso de acci¨®n¡±. Para los cr¨ªticos, se corre el riesgo de que, de ese modo, la comisi¨®n siga operando en la sombra.
George C. Edwards, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Texas A&M, subraya que el ¨®rgano fue ¡°disfuncional desde el primer momento¡± porque naci¨® bajo la premisa de que el fraude era una realidad irrefutable y muchos dem¨®cratas la consideraron una cruzada impl¨ªcita para dificultar el voto. El experto en estudios presidenciales considera que Trump vive ¡°atrapado¡± por su discurso victimista de que el sistema electoral est¨¢ ama?ado en su contra, como hizo en la recta final de la campa?a con la dem¨®crata Hillary Clinton. El republicano declin¨® entonces comprometerse a aceptar el resultado de los comicios si le era desfavorable.
Y a las tres semanas de ganar las elecciones, Trump agit¨® el bulo del fraude. ¡°Adem¨¢s de ganar el colegio electoral por goleada, gan¨¦ el voto popular si se restan las millones de personas que votaron ilegalmente¡±, escribi¨® el 27 de noviembre de 2016 en Twitter.
En las elecciones, Clinton sac¨® casi tres millones m¨¢s de votos que Trump. Pero en el llamado colegio electoral -la traslaci¨®n de esos votos seg¨²n la poblaci¨®n de cada Estado-, el republicano se impuso, lo que le dio la Casa Blanca.
La ¨²ltima vez que eso ocurri¨® fue en los comicios de 2000 cuando el republicano George W. Bush sac¨® 500.000 votos menos que el dem¨®crata Al Gore, pero, tras un re?ido recuento, se impuso en el colegio electoral. Los dos, recuerda Edwards, respetaron el resultado y no atizaron ning¨²n fantasma conspirativo. Pero Trump es Trump: ¡°Si no sac¨® tantos votos como su rival, tiene que ver haber una raz¨®n porque ¨¦l se ve a s¨ª mismo como un hombre tan grandioso. Solo hay una raz¨®n por la que eso pudiera ocurrir y tiene que ser el fraude¡±, ironiza el experto.
Una so?ada enorme base de datos
La comisi¨®n, encabezada por el vicepresidente Mike Pence, se constituy¨® en mayo y pidi¨® a los Estados los nombres, direcciones, fechas de nacimiento, afiliaci¨®n pol¨ªtica, ¨²ltimos d¨ªgitos del n¨²mero de Seguridad Social y antecedentes penales de votantes.
Numerosos gobiernos regionales se rebelaron, tanto dem¨®cratas como republicanos, y en noviembre un juez federal les dio la raz¨®n al determinar que la comisi¨®n era un ¨®rgano asesor que carec¨ªa de la autoridad legal para obligarles a proporcionar datos. De hecho, muchos Estados no permiten difundir datos personales por temor a que puedan ser robados.
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