La Casa de la Risa

Michael Wolff anduvo rondando, como el lobo que implica su apellido, los corredores de la Casa Blanca, con el o¨ªdo pegado a los parlamentos y pendencias de los principales asesores y/o familiares de Donald J. Trump y se propuso hacer una cr¨®nica de lo que promet¨ªa ser una Administraci¨®n bizarra. El resultado es el libro Fire and Fury. Inside the Trump White House, que ha provocado largas filas de compradores en medio de nevadas, un alud de descargas en su versi¨®n electr¨®nica y una multitudinaria avalancha de mensajes por Whatsapp con la descarga pirata del libro en PDF.

La mejor promoci¨®n del libro la hace el propio presidente Trump, no solo en su af¨¢n por su frustrado intento por frenar la publicaci¨®n del mismo, sino en la engre¨ªda man¨ªa de corroborar no pocas de las acusaciones que contienen sus p¨¢rrafos con un largo mensaje de Twitter donde afirma que es un genio y que es fake news cualquier insinuaci¨®n sobre su desquiciada estabilidad mental o su nula inteligencia. Ante explicaci¨®n no pedida, culpabilidad manifiesta, pues en realidad no se ha formulado oficialmente un dictamen sobre su delirio o estulticia y s¨ª una generalizada corazonada de que se ventila en Washington una creciente inclinaci¨®n por celebrar el 50? aniversario de la enmienda n¨²mero 25 de la Constituci¨®n de Estados Unidos de Norteam¨¦rica que habla de la posible suspensi¨®n del cargo de presidente en caso de probarse su incapacidad mental o f¨ªsica.

El libro de Wolff es un jugoso vadem¨¦cum digno de un proped¨¦utico en psiquiatr¨ªa o bien un relato que rebas¨® los 100 d¨ªas para convertirse en el retrato del transcurso de un a?o dentro de la Casa de la Risa: un manicomio donde confluye la llegada de un advenedizo y su improvisado equipo de asesores a una finca que le incomoda en muchos sentidos, envuelta en protocolos de m¨¢xima seguridad y epicentro del poder pol¨ªtico de la naci¨®n m¨¢s poderosa de la Tierra. El libro confirma, p¨¢rrafo a p¨¢rrafo, lo que intu¨ªamos: a Trump no le gusta recibir consejos de nadie, se abalanza en sus propias conclusiones que pueden cambiar de un momento a otro; le incomoda profundamente tener que vivir lejos de su guarida de los ¨²ltimos 30 a?os, lejos de la legi¨®n de servidores y aduladores que lo ve¨ªan a diario en su torre de Manhattan y alejado, al menos simb¨®licamente del mundo de los negocios donde hab¨ªa triunfado pese a sus c¨ªclicas bancarrotas.

Seg¨²n Wolff, ni el propio Trump se tomaba en serio la posibilidad de ganar las elecciones y se confirma en su libro que estamos ante un gui¨®n incre¨ªble de un reality show que fracas¨® en el mundo de las pantallas para volverse doliente realidad. En sus p¨¢ginas se leen los apresurados mecanismos con los que se improvis¨® el funcionamiento de la Casa Blanca y la tarea diaria: el infierno que hiere a la primera dama, el yerno Jared Kushner como asesor inc¨®modo y la hija Ivanka que pretende ser la pr¨®xima presidenta de su pa¨ªs, la ronda de asesores dispensables y la llegada a la c¨²pula del poder de Steve Bannon.

M¨¢s de la mitad del libro podr¨ªa considerarse el paisaje al ¨®leo de c¨®mo EE UU se convert¨ªa lentamente en una rep¨²blica bannonera: desde la primera orden ejecutiva sobre migraci¨®n que firma Trump, el l¨ªder Bannon del m¨¢s rancio nacionalismo y populismo recalcitrante parec¨ªa dominar la voluntad del presidente, retratado por Wolff como un ni?o septuagenario que en realidad s¨®lo desea la aprobaci¨®n de los dem¨¢s, la sumisi¨®n de todos los posibles alfiles y hacer el menor esfuerzo; el jefe que exige pleites¨ªa, mientras sigue siendo el ni?o que aspiraba al constante apapacho paterno; el solitario hipnotizado por la comida basura y la televisi¨®n como or¨¢culo; el ejecutivo que no tiene por qu¨¦ leer ni una sola p¨¢gina de los aburridos informes que se le presentan y que delega sus decisiones o bien decide tomarlas por instinto.

De la trama rusa y sus nefandas implicaciones, de la c¨²pula militar al enredo legislativo, de la tirante relaci¨®n con el Partido Republicano y la ronda de colaboradores en v¨ªas constantes de renuncia inminente, la Casa Blanca de Trump es el manicomio que esperaban los que suscriben su genialidad: un payaso que farda haber triunfado en d¨®lares, televisi¨®n y votos representa precisamente el paradigma de millones de ignorantes funcionales que respiran toda esa fantas¨ªa. Lo peor que revela el paseo por la Casa de la Risa es que la cosa est¨¢ para llorar.

Jorge F. Hern¨¢ndez es escritor mexicano.