Trump intenta frenar un demoledor libro de su Casa Blanca y la editorial adelanta su publicaci¨®n
La obra sobre el magnate refuerza la imagen de un presidente ca¨®tico y buf¨®n que gobierna por impulsos. La editorial saca hoy el libro como respuesta a las presiones
Donald Trump no crey¨® jam¨¢s que fuese a ganar las elecciones. Y cuando lo hizo, se qued¨® helado como un fantasma. Un estupor del que, una vez investido presidente, pareci¨® seguir preso: no procesaba informaci¨®n, no le¨ªa y ni siquiera ojeaba los informes. Era un ¡°ni?o grande¡± que abroncaba al servicio por tocar su cepillo de dientes y se quedaba paralizado ante asuntos complejos. La incendiaria descripci¨®n corresponde a un libro que, pese a las presiones del presidente para evitarlo, la editorial ha decidido adelantar su publicaci¨®n a este viernes y cuyos detalles de caos e infantilismo han desatado una espectacular tormenta. Trump niega furiosamente su contenido, pero ante el mundo ha vuelto a emerger la imagen de un presidente ca¨®tico y buf¨®n que gobierna por impulsos.
Trump dice que "nunca habl¨®" con el autor del "libro falso"
"No he autorizado el acceso a la Casa Blanca (y de hecho lo he rechazado muchas veces) al autor del libro falso. Nunca habl¨¦ con ¨¦l para el libro, lleno de mentiras, distorsiones y fuentes que no existen", ha subrayado Donald Trump este jueves. "Mirad el pasado de este se?or y mirad lo que le pasa a ¨¦l y al descuidado de Steve", ha remachado en su tuit en referencia a su exjefe de campa?a Steve Bannon.
I authorized Zero access to White House (actually turned him down many times) for author of phony book! I never spoke to him for book. Full of lies, misrepresentations and sources that don¡¯t exist. Look at this guy¡¯s past and watch what happens to him and Sloppy Steve!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 5, 2018
La bomba se titula Fuego y Furia: dentro de la Casa Blanca de Trump y es obra de Michael Wolff, un periodista de 64 a?os que ha escrito para Vanity Fair, The Guardian y Hollywood Reporter. Su trabajo ha sido m¨¢s de una vez cuestionado por su presunta tendencia a la exageraci¨®n. En este caso, aunque algunos de los altos cargos se han apresurado a desmentir lo publicado, nadie niega que tuvo un acercamiento excepcional a la Casa Blanca. De la mano del antiguo estratega jefe, Steve Bannon, recogi¨® durante 18 meses 200 testimonios de personas pr¨®ximas al presidente, e incluso se reuni¨®, aunque brevemente, con Trump, un personaje al que ya hab¨ªa entrevistado para Hollywood Reporter y al que solicit¨® directamente permiso para el libro.
Con este bagaje, la obra se ha vuelto puro veneno para la Casa Blanca. Hay entrecomillados hirientes por doquier y personalidades del c¨ªrculo ¨ªntimo de Trump, como el propio Bannon o la antigua subjefa de gabinete, Katie Walsh, que revelan pormenores sonrojantes de la vida en el Despacho Oval. Tal es su carga explosiva que ha bastado la distribuci¨®n de algunos extractos para poner a la Casa Blanca en modo de combate. Los abogados del presidente han intentado frenar la salida del libro y han solicitado por carta a la empresa editora, la poderosa Henry Holt & Company, que desista bajo la amenaza de denunciarlo por libelo. La editorial ha respondido adelantando su distribuci¨®n, prevista para el martes, a este mismo viernes.
En este vendaval, el propio Wolff ha escrito un largo art¨ªculo explicando su g¨¦nesis y defendiendo sus contenidos. Su relato, aunque a veces no aclara la fuente de la informaci¨®n, supone un demoledor retrato interior de la presidencia. Un gobierno consumido por luchas intestinas, sin prioridades claras y dominado, seg¨²n la obra, por una personalidad extravagante y caprichosa que halla en sus instintos su mejor consejero.
La victoria (inesperada)
Melania lloraba y Trump, seg¨²n el testimonio de su hijo mayor, se qued¨® helado como un fantasma. Acababa de saberlo. Era el pr¨®ximo presidente de Estados Unidos. No se lo cre¨ªa. No se lo esperaba. Hasta el ¨²ltimo d¨ªa hab¨ªa dado por segura la derrota. Ese 8 de noviembre, de hecho, su equipo se hab¨ªa concentrado en los cuarteles generales contento porque consideraba que iban a perder por menos de 6 puntos. Y el propio Trump, en d¨ªas anteriores, hab¨ªa expresado a su amigo, el presidente de la cadena Fox, Roger Ailes, su convicci¨®n de que haber llegado hasta ah¨ª era ya un triunfo que le abr¨ªa las puertas de la fama, aunque se le cerrasen las de la Casa Blanca. Pero todo cambi¨® esa noche. Perplejo, su consejero de campa?a Steve Bannon lo vio transformarse. Primero esc¨¦ptico, luego horrorizado, y finalmente iluminado: ¡°Donald Trump se convirti¨® en el hombre que consideraba que merec¨ªa ser y era perfectamente capaz de ser, el presidente de Estados Unidos¡±.
Enfado en la investidura
No fue el d¨ªa m¨¢s feliz de la vida de Donald Trump. El libro sostiene que estaba molesto por el boicot de los famosos y disgustado por haber tenido que dormir en la dependencia de hu¨¦spedes de la Casa Blanca, en vez del Hotel Trump. Su esposa Melania fue v¨ªctima de su mal humor y estuvo al borde las l¨¢grimas.
Primeros d¨ªas y fobias
A Trump no le gust¨® la Casa Blanca y desde el inicio refugi¨® en su habitaci¨®n, una pieza separada de Melania. Era la primera vez desde Kennedy que un matrimonio presidencial no dorm¨ªa en el mismo cuarto. Inmediatamente pidi¨® dos televisores m¨¢s y una cerradura para la puerta, algo que el equipo de seguridad desaconsej¨®. Ya instalado, no tard¨® en abroncar al servicio de limpieza por retirar del suelo sus camisas. ¡°Si mi camisa est¨¢ en el suelo es porque quiero que est¨¦ en el suelo¡±, les dijo. Y r¨¢pidamente, les impuso nuevas reglas: ¨¦l se abrir¨ªa la cama y decidir¨ªa cu¨¢ndo quer¨ªa que le limpiaran las s¨¢banas, y nadie pod¨ªa tocar nada de su habitaci¨®n, especialmente su cepillo de dientes. Esto ¨²ltimo era un reflejo de su antiguo miedo a un envenenamiento.
La guerra interna permanente
En los primeros meses, nadie dominaba la Casa Blanca y sus m¨¢s cercanos colaboradores se odiaban. Tres eran los que compet¨ªan y despachaban directamente con el mandatario. El jefe de gabinete, Reince Priebus; el estratega jefe, Steve Bannon, y el yerno, Jared Kushner. Los dos primeros eran especialmente despreciados por Trump. Un d¨ªa lleg¨® a comentar en voz alta los defectos de su c¨ªrculo ¨ªntimo: ¡°Bannon era desleal (sin mencionar que vest¨ªa como una mierda); Priebus, un d¨¦bil (sin mencionar que era bajito, un enano); Kushner, un adulador¡±, indica la obra.
La elecci¨®n de cargos y el nepotismo
Trump no sab¨ªa a qui¨¦n elegir para los principales puestos. Y sus man¨ªas no le ayudaban. Cuando le recomendaron al diplom¨¢tico John Bolton como consejero de Seguridad Nacional, lo rechaz¨® por su bigote. ¡°Es un problema. Para Trump no puede formar parte del equipo con ese bigote¡±, sentenci¨® Bannon.
Tampoco mejor¨® su criterio para la selecci¨®n del jefe de gabinete, un puesto de enorme poder y que hace las veces de primer ministro. El primer impulso del presidente fue escoger a su yerno, sin ninguna experiencia pol¨ªtica y cuyo principal valor era ser el marido de su hija Ivanka.
Pero eso no le import¨® a Trump. Exterioriz¨® su deseo y nadie se atrevi¨® a refutarlo. Tuvo que ser alguien venido de fuera quien diera la voz de alerta. La columnista conservadora Ann Coulter se llev¨® un d¨ªa al presidente aparte: ¡°Nadie te lo est¨¢ diciendo, pero no puedes. Simplemente no puedes contratar a tus hijos¡±. El ¨¦xito de Coulter s¨®lo fue parcial.
Ivanka, presidenta
El poder de Ivanka y su esposo, Jared Kushner, es inmenso en la Casa Blanca. En los primeros meses igualaba al del entonces jefe de gabinete, Reince Priebus. Ten¨ªan hilo directo con el presidente y, pese a las advertencias, hab¨ªan logrado ser contratados como asesores. ¡°Ivanka hab¨ªa ayudado a su padre no s¨®lo en asuntos de negocios, sino tambi¨¦n maritales. Era algo transaccional¡±, describe el libro.
Desde esa cercan¨ªa, trataba a su padre con desapego, se re¨ªa de ¨¦l e incluso hac¨ªa burlas sobre su peinado. Mientras el resto del gabinete callaba, ella recordaba que esa composici¨®n capilar era una forma de tapar una superficie central absolutamente lisa mediante el artificio de peinar el cabello de los laterales hacia el centro y despu¨¦s atr¨¢s. Pese a las bromas, a nadie se le escapaba que era la emperatriz y que aspiraba a ser la primera presidenta de EEUU. ¡°[Ivanka y Kushner] hab¨ªan llegado a un acuerdo serio: si en alg¨²n momento en el futuro se presentaba la oportunidad, ella ser¨ªa la candidata a la presidencia. La primera mujer presidenta, se emocionaba Ivanka, no ser¨ªa Hillary Clinton, sino Ivanka Trump¡±.
La incompetencia de Trump
El presidente no destacaba por sus conocimientos ni por su sangre fr¨ªa. La subjefa de gabinete Walsh le describe en el libro como ¡°un ni?o cuyos deseos hab¨ªa que adivinar¡±. Incapaz de disciplinarse, en la Casa Blanca no sab¨ªa poner orden ni prioridades. ¡°Denme tres cosas en las que el presidente quiera centrarse. ?Cu¨¢les son las tres prioridades?¡±, lleg¨® a preguntarle Walsh a Kushner pocos d¨ªas antes de abandonar el cargo en marzo pasado. Su exasperaci¨®n ten¨ªa, seg¨²n Wolff, un motivo. El presidente no avanzaba. El libro explica por qu¨¦: ¡°No procesaba la informaci¨®n en un sentido convencional. No le¨ªa nada. Ni siquiera ojeaba. Para muchos no era m¨¢s que un semianalfabeto. Confiaba en su propia experiencia, aunque fuera irrelevante, m¨¢s que en nadie m¨¢s. A menudo se mostraba confiado, pero igualmente se le ve¨ªa paralizado, presa de sus peligrosas inseguridades. Respond¨ªa instintivamente, arremetiendo y actuando seg¨²n sus tripas¡±.
Amenaza legal a Bannon
Uno de los abogados de Donald Trump envi¨® la noche del mi¨¦rcoles a Steve Bannon una carta en la que se le acusa de "difamaci¨®n y calumnias" y de violar un acuerdo de no divulgaci¨®n al hablar con el autor de un libro en el que critica al c¨ªrculo familiar del presidente. "La acci¨®n legal es inminente", amenazaba la misiva y se instaba al ex estratega jefe de la Casa Blanca a cesar sus reproches.
En su primera valoraci¨®n de la dur¨ªsima reprimenda de Trump, Bannon se mostr¨® conciliador. En un programa radiof¨®nico, dijo el mi¨¦rcoles que "el presidente es un gran hombre" y que ¨¦l lo apoya continuamente. "Nada nunca se entrometer¨¢ entre nosotros, el presidente Trump y su agenda", insisti¨® este jueves. Trump reaccion¨® con iron¨ªa a esas palabras: ¡°Ha cambiado de tono bastante r¨¢pido¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.