Comer fuera: para muchos significa ir a un puesto de comida callejera
Los latinoamericanos gastan un tercio de sus ingresos en comida de la calle, con controles sanitarios y nutricionales poco rigurosos
Unos taquitos al pastor en M¨¦xico, un chorip¨¢n en Argentina, un chivito en Uruguay, un choclo asado en Colombia. ?Qui¨¦n no ha comido en la calle?
Las familias latinoamericanas dedican hasta el 30% de sus gastos en comida callejera informal, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO). Un porcentaje alto, m¨¢s a¨²n cuando los principales consumidores son de ingresos bajos y medios.
La comida callejera es parte del paisaje urbano de Latinoam¨¦rica y tambi¨¦n una industria en crecimiento, si se tiene en cuenta que 8 de cada 10 latinoamericanos viven en ciudades. El ritmo de vida citadino, la accesibilidad de precios y el apetito por el ¡°sabor local¡± hacen de la comida informal una opci¨®n cada vez m¨¢s popular.
¡°Yo como tres veces por semana en la calle¡±, afirma Francisco Hern¨¢ndez, de Ciudad de M¨¦xico. Dice que lo hace por comodidad y porque le fascina la comida tradicional mexicana.
M¨¢s all¨¢ de lo anecd¨®tico, un estudio del Banco Mundial en Per¨², encontr¨® que la mayor¨ªa de los consumidores (90%, para ser exactos) comen por lo menos una vez a la semana fuera de casa, ya sea en restaurantes o en puestos de comida ambulante.
Y esto no es solo un fen¨®meno local. De cierta manera la comida callejera se ha globalizado con la apertura y el turismo. Datos de una encuesta de Booking, el portal l¨ªder mundial de hospedajes, reflejan que en 2018 la comida callejera ser¨¢ un factor crucial para el turismo: m¨¢s del 50% de los viajeros consultados dijeron que probar la comida callejera es parte esencial de sus planes.
Comida callejera m¨¢s nutritiva
A nivel mundial, se estima que los alimentos que se venden en la v¨ªa p¨²blica representan alrededor del 30% de la ingesta cal¨®rica de sus consumidores.
De ah¨ª la relevancia de pensar no solo en la sanidad, sino tambi¨¦n en el aspecto nutricional. Y no hay que olvidar que un porcentaje importante de la poblaci¨®n de los pa¨ªses en desarrollo a¨²n sufre de desnutrici¨®n cr¨®nica, afectando no solo la salud de quienes la padecen sino tambi¨¦n el desarrollo de las sociedades.
Entre las cifras de desnutrici¨®n y el crecimiento del consumo, los expertos ven la venta de comida callejera como una v¨ªa adicional para promover una alimentaci¨®n m¨¢s nutritiva.
La FAO y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) crearon en la d¨¦cada de los 60 la Comisi¨®n del Codex Alimentarius con miras a orientar y establecer normas universales de nutrici¨®n, sanidad e inocuidad de los alimentos. Esto ha ido evolucionando con los a?os y puede servir como material de consulta a la hora de planificar una alimentaci¨®n balanceada y segura.
Ya hay algunas iniciativas en marcha para hacer m¨¢s segura y sostenible la comida callejera.
Justamente, es el caso de Musana Carts, una organizaci¨®n en Kampala, Uganda, que brinda capacitaci¨®n a los vendedores sobre el procesamiento y conservaci¨®n de alimentos. Tambi¨¦n promueve la modernizaci¨®n de los carritos ambulantes: estos funcionan con energ¨ªa solar y est¨¢n dise?ados con materiales que ayudan a la conservaci¨®n y protecci¨®n de alimentos.
En ?frica, como en Latinoam¨¦rica, la comida callejera tiene un enorme potencial latente, pero a¨²n un largo camino por recorrer.
¡°Es el ¨²nico lugar donde los ricos y los pobres de todos los ¨¢mbitos sociales se encuentran y olvidan sus diferencias durante los pocos segundos que se tardan en saborear un bocadillo¡±, afirma Nataliey Bitature, fundadora de Musana Carts.
Tambi¨¦n es una importante fuente de ingreso, especialmente para las mujeres, quienes representan entre el 70% y 90% de los vendedores en algunas regiones.
Ante este escenario, los expertos destacan la importancia de implementar pol¨ªticas p¨²blicas que promuevan mejores condiciones para que el sector alimentario informal ofrezca servicios m¨¢s eficientes y con menos riesgos para la salud.
Entonces vale preguntarse: ?La comida callejera es un problema, un desaf¨ªo o una oportunidad para el desarrollo? ?Usted qu¨¦ opina?
Jessica Belmont es productora online del Banco Mundial
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