Hallado muerto en Paraguay un menonita mexicano secuestrado por la guerrilla
Abraham Fehr llevaba dos a?os y medio en manos del Ej¨¦rcito del Pueblo Paraguayo (EPP)
Un trabajador de una estancia rural entreg¨® a la polic¨ªa un mapa que encontr¨® en el suelo con s¨ªmbolos de la guerrilla del Ej¨¦rcito Paraguayo del Pueblo (EPP), la palabra Fehr y un lugar marcado. Las autoridades paraguayas acudieron all¨ª este jueves, en la localidad de Tacuaty, a unos 320 kil¨®metros al norte de Asunci¨®n, y encontraron enterrado el cuerpo de Abraham Fehr, secuestrado a sus 36 a?os en una zona cercana mientras araba el campo en agosto de 2015.
El Gobierno atribuye el crimen al EPP, al que responsabiliza de asesinatos, secuestros y ataques a comisar¨ªas, estancias y tendidos el¨¦ctricos ocurridos en la ¨²ltima d¨¦cada en una de las zonas rurales m¨¢s empobrecidas de Paraguay, al noreste del pa¨ªs, en la confluencia de los departamentos de Concepci¨®n, San Pedro y Amambay, fronterizo con Brasil.
Los restos de Fehr llevaban casi dos a?os enterrados, por lo que muri¨® en el inicio de su cautiverio, seg¨²n dijo a la prensa el forense de la fiscal¨ªa, Pablo Lemir. El experto dijo que el cuerpo Fehrno no tiene signos de torturas ni heridas de arma blanca o de fuego.
Fehr ser¨¢ velado el fin de semana en la colonia menonita de Manitoba, bautizada como una de las provincias canadienses de donde proviene su comunidad que, como otras de la misma religi¨®n, despu¨¦s se mud¨® a M¨¦xico y m¨¢s tarde a Paraguay. El cuerpo fue recibido en la localidad con una caravana de autos, vecinos con banderas blancas y el sonido de una sirena.
¡°Ellos ten¨ªan cierta sospecha de que ¨¦l ya estaba muerto", dijo a la prensa sobre Abraham el senador Arnoldo Wiens, del oficialista Partido Colorado, tras visitar a la familia Fehr. Wiens lament¨® que los productores menonitas sean sometidos a constantes amenazas: ¡°Est¨¢n en una encrucijada muy delicada, de seguir con este riesgo o abandonar la zona", dijo el parlamentario, quien ofici¨® de traductor de los colonos con los funcionarios de la Fiscal¨ªa. Wiens califica al EPP de ¡°terroristas que tiene en vilo a esta regi¨®n". "No podemos permitir, como Estado, que haya zonas liberadas", agreg¨®.
Menonitas mexicanos en Paraguay
Los menonitas son religiosos cristianos evang¨¦licos ortodoxos pacifistas. Entre s¨ª hablan un dialecto del alem¨¢n denominado "plautdietsch", cuyo significado es "alem¨¢n bajo", aunque en sus escuelas estudian tambi¨¦n el idioma oficial de Alemania. En las comunidades m¨¢s ortodoxas los ni?os y ni?as estudian hasta los 12 a?os y no aprenden espa?ol. Rechazan cualquier tipo de tecnolog¨ªa moderna en su vida, deben generar la energ¨ªa que usan con m¨¦todos sostenibles y tienen prohibido tener una carretera asfaltada cerca de su hogar.
Estos grupos llegaron a Paraguay durante la d¨¦cada del 60, procedentes de M¨¦xico, adonde arribaron desde Canad¨¢ en 1922 tras un periplo por Rusia, Holanda y Alemania, su pa¨ªs de origen. De su estrictas normas de aislamiento resulta su fisionom¨ªa cauc¨¢sica, de pieles blancas, ojos claros y cabellos rubios. Aunque en Paraguay algunos viven en comunidades ortodoxas, otros optan por seguir su religi¨®n de forma m¨¢s laxa mientras invierten en negocios como la ganader¨ªa y la producci¨®n de soja a gran escala.
As¨ª se han convertido en reiterado objetivo de la guerrilla paraguaya que mantiene a otros dos menonitas en cautiverio: Franz Hiebert, de 32 a?os, tambi¨¦n de nacionalidad mexicana, y Bernard Blatz, de 22. Fueron secuestrados en dos hechos diferentes hace unos cuatro meses, tambi¨¦n en el departamento de San Pedro. Poco antes de Navidad, el EPP exigi¨® a sus familias que repartieran toneladas de v¨ªveres en varias comunidades excluidas a cambio de su liberaci¨®n, pero no cumpli¨® con el trato. En febrero de este a?o, el EPP liber¨® a otro menonita que hab¨ªa raptado. Franz Wiebe, que cumpli¨® 18 a?os durante su secuestro.
La guerrilla a¨²n mantiene secuetrados al suboficial de Polic¨ªa Edelio Mor¨ªnigo y al ganadero F¨¦lix Urbieta, seg¨²n el Gobierno. En 2015 una pareja, de nacionalidad alemana y afincada en Paraguay fue tambi¨¦n asesinada por miembros del EPP.
El presidente Horacio Cartes cre¨® al asumir el cargo en 2013 una fuerza conjunta de polic¨ªas y militares para desarticular al EPP, para ello impuls¨® una enmienda a la ley de Defensa y subi¨® su presupuesto. Pero a pocos meses del fin de su mandato, terminar con este conflicto parece a¨²n una tarea pendiente. Cartes repiti¨® en Twitter su compromiso de "redoblar los esfuerzos en la lucha" contra el EPP y se solidariz¨® con las familias de los secuestrados.
La guerrilla paraguaya no abunda en comunicados y no se pone en contacto con periodistas, suele operar dejando mensajes en panfletos o filtrando v¨ªdeos de sus entrenamientos en ambientes selv¨¢ticos. Su principal reivindicaci¨®n es una reforma agraria. Algo que tambi¨¦n piden desde hace medio siglo las organizaciones campesinas.
En Paraguay el 80% del campesinado, aproximadamente un 35% de la poblaci¨®n de unos siete millones de habitantes, no posee tierras. Un 2,5% de la poblaci¨®n de Paraguay concentra el 85% de sus tierras agr¨ªcolas, lo que lo convierten en uno de los pa¨ªses con m¨¢s latifundios de Am¨¦rica Latina y del mundo, seg¨²n la ONG Oxfam. Entre 2004 y 2014 el precio de una hect¨¢rea de suelo paraguayo de la regi¨®n m¨¢s productiva aument¨® de 200 d¨®lares a 1.200 o m¨¢s. En las zonas m¨¢s f¨¦rtiles y con infraestructuras viales desarrolladas los precios pueden alcanzar los 15.000 d¨®lares por hect¨¢rea. Mientras las vacas ya duplican a la gente, dos de cada 10 paraguayos ingieren menos calor¨ªas de lo necesario para llevar una vida sana, seg¨²n las Naciones Unidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.