Siria busca turistas tras la guerra
El pa¨ªs ¨¢rabe regresa a la feria internacional de turismo de Madrid tras seis a?os de ausencia
Un pa¨ªs devastado por la guerra busca turistas. Tras seis a?os de un conflicto que ha dejado m¨¢s de 200.000 muertos, millones de refugiados y desplazados, medio territorio en ruinas y joyas arquitect¨®nicas perdidas para siempre, Siria ha vuelto a promocionarse como el destino de vacaciones que fue. ¡°Estamos de vuelta¡±, reza en ingl¨¦s uno de los folletos de su discreto estand de la Feria Internacional de Turismo, que se celebra hasta el d¨ªa 21 en Madrid. Siria estaba ausente de Fitur desde el inicio de la guerra, en 2011.
Bajo im¨¢genes del rutilante Alepo de antes del conflicto y el ruinoso durante la guerra, dos mujeres venden chales, collares y los famosos jabones de la ciudad milenaria, ocupada por las tropas rebeldes y las fuerzas yihadistas del Estado Isl¨¢mico (ISIS) hasta que el Gobierno de Bachar el Asad recuper¨® su control en diciembre de 2016.
Ahora, un a?o despu¨¦s, Alepo, en plena tarea de reconstrucci¨®n, se promociona como un destino tur¨ªstico posible. Tambi¨¦n Damasco, la capital, con la famosa mezquita de Omeya, o Maaloula, un peque?o pueblo del que destacan que es ¡°el ¨²nico lugar del mundo donde a¨²n se habla el arameo¡±.
Para volver a Palmira, uno de los lugares con mayor riqueza arqueol¨®gica preisl¨¢mica de Oriente Pr¨®ximo, cuyos restos fueron parcialmente destruidos por el ISIS ¡ªque tom¨® la ciudad en mayo de 2015¡ª, a¨²n falta tiempo. En marzo de 2017, el Ej¨¦rcito sirio recuper¨® la ciudad. ¡°Ah¨ª no organizamos excursiones porque todav¨ªa hay minas¡±, dice Wasim Kiwan, gerente de la agencia siria Allied Tours, tratando de no darle importancia. ¡°Dios m¨ªo, lo de Palmira, qu¨¦ tristeza¡±, lamenta cerca una visitante, Berta Pereira, gallega de 68 a?os. Pereira, arque¨®loga, fue varias veces a Siria antes de que empezara la guerra. Quiere regresar pero no sabe si este es el momento. Como otros muchos, pregunta por la seguridad.
En el folleto de la agencia se explica que ¡°la crisis est¨¢ casi terminada¡± y que el pa¨ªs ha regresado a su vida normal y est¨¢ preparado para dar bienvenida a ¡°amigos, turistas y visitantes de todo el mundo¡±. Muestra im¨¢genes de la ciudad Bosra ¡ªpatrimonio de la humanidad¡ª, las norias de Hama o el castillo cruzado del Crac de los Caballeros. Seg¨²n Kiwan, la mayor¨ªa del pa¨ªs es seguro pero a¨²n hay provincias a las que no se puede ir. Por ejemplo Idlib o Deir ez-Zor. ¡°Donde hay petr¨®leo no se puede¡±, explica.
En 2010, diez millones de turistas visitaron el pa¨ªs ¨¢rabe. Con el inicio del conflicto, las llegadas bajaron dr¨¢sticamente hasta los 1,3 millones del a?o pasado ¡ªprincipalmente recibi¨® visitantes de los pa¨ªses del Golfo, L¨ªbano, Irak y Rusia¡ª, seg¨²n datos del Ministerio de Turismo sirio.
Para Bassam Barsik, director de promoci¨®n del ministerio, estas cifras son esperanzadoras. ¡°Hay pa¨ªses que han estado en situaciones como la nuestra y ni siquiera llegaban al mill¨®n de turistas¡±, se?ala. El objetivo del ministerio es cambiar la imagen del pa¨ªs para poder superar pronto los dos millones de visitantes. ¡°Queremos hacer v¨ªdeos promocionales en varios idiomas para contar a la gente nuestra historia porque hay una mala imagen¡±, dice.
Un v¨ªdeo promocional retrata el pa¨ªs. Se ve la costa, las ciudades antes de la guerra, las tradiciones, muchos edificios hist¨®ricos... La voz de una mujer narra que Siria ¡°era la m¨¢s segura del mundo¡±. Pero el v¨ªdeo tambi¨¦n retrata los inicios del conflicto desde la visi¨®n gubernamental. ¡°Destruyeron mis zocos, castillos, ofendieron mi patrimonio y civilizaci¨®n e hicieron lo que hicieron porque mi belleza les ense?¨® su fealdad¡±.
Muy cerca del de Siria, Palestina trata tambi¨¦n de atraer turistas en Fitur. Lo hace, curiosamente, una siria, Leila Shehadeh, de 29 a?os, que lleva en Madrid desde 2012. Le sorprendi¨® mucho ver el estand de su pa¨ªs y no sabe qu¨¦ pensar. Le alegra que se reinicie la actividad tur¨ªstica pero tambi¨¦n recuerda que a¨²n hay ataques y que mucha gente vive con hambre y miedo.
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