El Papa triunfa en su viaje a un Per¨² devastado por ¡°el virus de la corrupci¨®n¡±
¡°?Los peruanos tienen derecho a no dejarse robar la esperanza en este momento de su historia!¡±, clama Francisco

El Papa empez¨® su ¨²ltimo viaje en Santiago de Chile, una de las zonas m¨¢s ricas de Latinoam¨¦rica, pero su visita solo empez¨® a triunfar a medida que fue subiendo por el continente y se fue acercando a las m¨¢s pobres, al coraz¨®n de una de las regiones m¨¢s desiguales y devastadas del planeta. Y fue en Per¨², en Trujillo, al norte, donde Francisco arras¨® con un entusiasmo desbordado entre miles de personas humildes venidos desde muy lejos para buscar un referente en un pa¨ªs devastado por la corrupci¨®n, a la que ¨¦l llam¨® ¡°el virus que lo infecta todo y tanto da?o hace a los pueblos latinoamericanos¡±.
Francisco clam¨® contra la inseguridad, el ¡°sicariato¡± que arrasa con la juventud ¡ªTrujillo es una zona importante para el narcotr¨¢fico¡ª y la inseguridad que devasta un continente cada vez m¨¢s violento. El Porvenir, en la provincia de Trujillo, fue en 2016 el distrito de todo Per¨² con m¨¢s muertos por homicidio, 19,5 por cada 100.000 habitantes. La procuradora nacional antidrogas, Sonia Medina, lleg¨® a decir que Trujillo era la ¡°capital del narcotr¨¢fico¡±, con estrechos v¨ªnculos con los c¨¢rteles mexicanos.
Casi toda Latinoam¨¦rica vive una profunda crisis de liderazgo. Los presidentes, con contadas excepciones, est¨¢n hundidos en sus valoraciones. Per¨² es uno de los casos m¨¢s extremos, con todos sus expresidentes investigados o en la c¨¢rcel y el presidente, Pedro Pablo Kuczynski, y la l¨ªder de la oposici¨®n, Keiko Fujimori, investigados por el esc¨¢ndalo Odebrecht. Los peruanos est¨¢n desolados y eso se percib¨ªa en la playa de Huanchaco, en Trujillo, donde miles de personas buscaban en el Papa a un referente, alguien en quien creer.
¡°Hay mucha corrupci¨®n, estamos muy mal, la juventud est¨¢ descarriada, por eso venimos aqu¨ª, a pedirle al Papa que nos d¨¦ esperanza, la necesitamos¡±, comentaba Luc¨ªa, una se?ora de Santa Rosa, Piura, al norte del pa¨ªs, una de las zonas m¨¢s afectadas por las inundaciones del a?o pasado. ¡°Estamos viviendo muy mal, deseamos que los pol¨ªticos tengan conciencia. Solo el Papa nos da alegr¨ªa y esperanza, por eso venimos desde lejos, llegamos ayer a las dos de la tarde¡±, sentenciaba Heber, un joven venido de Tumbes, en la frontera con Ecuador. ¡°Queremos que Francisco venga a bendecir a nuestro pueblo que tanto lo necesita, estamos viviendo un momento muy malo¡±, clamaba Rosa, una mujer de M¨¢ncora. ¡°Hay mucha delincuencia, no podemos m¨¢s, necesitamos a alguien como ¨¦l que nos d¨¦ un poco de alegr¨ªa¡±, remataba a su lado Mercedes. ¡°?Los peruanos tienen derecho a no dejarse robar la esperanza en este momento de su historia!¡±, clam¨® Francisco como respuesta a este ambiente.
El Papa tuvo que viajar a Per¨² para notar el fervor y el delirio que hab¨ªa desatado en otros viajes latinoamericanos. Chile, una sociedad m¨¢s rica, m¨¢s moderna, ¡°secularizada siguiendo modelos europeos¡±, seg¨²n admit¨ªa en conversaci¨®n con EL PA?S el obispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati, acogi¨® al Papa con mucha m¨¢s frialdad de la esperada. Los actos no se llenaron, y la visita estuvo llena de problemas por los esc¨¢ndalos de abusos sexuales. En Per¨², donde tambi¨¦n hay esc¨¢ndalos similares pero nadie parece recordarlo durante el viaje papal, todo ha sido distinto desde que aterriz¨®. Miles de fieles se lanzan sobre el Papam¨®vil, esperan horas solo para verlo salir al balc¨®n de la nunciatura. En la amazon¨ªa, su primer viaje dentro del pa¨ªs, el Papa triunf¨® con un discurso ecologista a favor de los pueblos originarios. Y en Trujillo, una zona pobre del norte del pa¨ªs, ya cerca de Ecuador, Francisco vivi¨® en una playa un ba?o de masas puramente latinoamericano, con c¨¢nticos, colores, entusiasmo desbordado y todo tipo de toques kitsch, incluidos decenas de ni?os vestidos de angelitos con alas y una aureola de pl¨¢stico.
Los feligreses eran mayoritariamente humildes, muy preocupados con la situaci¨®n del pa¨ªs y el narcotr¨¢fico que devora a la juventud, y el Papa se dirigi¨® a ellos despu¨¦s de hablar de las inundaciones que arrasaron esta zona hace un a?o: ¡°Otras tormentas que est¨¢n azotando estas costas y tienen efectos devastadores en la vida de nuestros hijos. Tormentas que nos cuestionan como comunidad. Se llaman violencia organizada como el sicariato y la inseguridad que esto genera, la falta de oportunidades educativas y laborales, las falta de techo de tantas familias forzadas a vivir en zonas de alta inestabilidad¡±, clam¨®.
Es esa inseguridad que lleva a los vecinos en Lima a cerrar sus calles con vallas que cortan el tr¨¢fico para impedir robos la que estuvo a punto de llevar a Keiko Fujimori al poder hace menos dos a?os, ya que ese fue su principal mensaje de campa?a, la mano dura. Perdi¨® por 40.000 votos y en estas zonas empobrecidas del norte gan¨® de forma abrumadora. Por las carreteras se ven carteles de ¡°Fujimori libertad, gracias PPK¡±, agradeciendo el indulto al expresidente que Kuczynski le concedi¨® en Navidad a cambio de evitar su destituci¨®n. En medio de esa devastaci¨®n pol¨ªtica, la figura de Francisco brill¨® en el coraz¨®n de Latinoam¨¦rica despu¨¦s de un arranque chileno muy complicado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
