La Bergoglio-pol¨ªtica
El Papa deber¨ªa practicar una democracia de la solidaridad
Lo dijo muy bien el periodista Diego Cabot: "?Ven¨ªs al barrio seis veces y nunca me toc¨¢s el timbre?" Es un tuit, pero al leerlo casi se puede escuchar el acento porte?o en el reproche. Tal vez con tonada del propio barrio de Flores, all¨ª de donde Jorge Bergoglio, hoy Francisco, es oriundo.
Es que cada viaje del Papa a Am¨¦rica, y es el sexto justamente, termina en un debate sobre d¨®nde no va, en lugar de d¨®nde s¨ª. Su avi¨®n cruza el espacio a¨¦reo argentino camino a Chile y Per¨², o llega a Brasil, aterriza en La Paz y sigue a Asunci¨®n, pero jam¨¢s desciende en Ezeiza para ir a tocarle el timbre a sus vecinos de Flores. Para muchos es un deliberado desplante al presidente Macri.
Lo cual todav¨ªa hoy desconcierta. Ello debido a que, siendo Cardenal Primado de Argentina y Arzobispo de Buenos Aires, y cuando era sistem¨¢ticamente agredido desde la Casa Rosada, su principal aliado en la zona de la Plaza de Mayo era el entonces Jefe de Gobierno de la ciudad, Mauricio Macri.
El encono kirchnerista era tal que cuando fue elegido Sumo Pont¨ªfice en marzo de 2013, Cristina Kirchner entr¨® en un torbellino de verborragia contra ¨¦l, acus¨¢ndolo hasta de haber sido c¨®mplice del secuestro y cautiverio de dos sacerdotes jesuitas en 1977. El odio se transform¨® en amor dos d¨ªas despu¨¦s, por supuesto, ni bien las encuestas revelaron que los argentinos estaban m¨¢s que felices por tener un Papa compatriota.
De ah¨ª que irrite que Bergoglio haya adoptado la estrategia de la pose fotogr¨¢fica, una actuaci¨®n que adem¨¢s satura: parco cuando Macri lo visit¨® en Roma y alegre, sonriente y c¨¢lido con cuanto miembro de la nomenclatura kirchnerista se encuentre, incluida la propia Cristina Kirchner en cinco oportunidades y varios de los procesados por corrupci¨®n de su gobierno.
El Papa tal vez ya haya administrado el perd¨®n divino a quienes lo maltrataron por a?os, pero en Argentina causa perplejidad. Esa es la Bergoglio-pol¨ªtica, una acr¨ªtica propensi¨®n a lo nacional y popular¡ªal relato insustancial de lo nacional y popular, esto es¡ªy una mirada algo estrecha y basada en mitos antiguos. Como cuando dijo, varias veces, que el problema de Am¨¦rica Latina es "el liberalismo econ¨®mico fuerte" porque "los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias". Los chavistas piensan igual.
He aqu¨ª el instrumental cognitivo que el Sumo Pont¨ªfice lleva a todas partes. Con lo cual la perplejidad de los argentinos se exporta a otras latitudes. Lo mismo ocurri¨® en Chile esta semana; el mismo prejuicio, la misma sobreactuaci¨®n fotogr¨¢fica. All¨ª se ve a un Bergoglio exultante de alegr¨ªa con la presidenta Bachelet, y se ve a un Bergoglio fr¨ªo, con cara de disgusto en la foto con el leg¨ªtimo presidente electo Pi?era, a quien no vio en privado. Tal vez debido a que Pi?era es liberal.
La Bergoglio-pol¨ªtica se acerca a todo aquel que tan solo hable mal del liberalismo, sin importar si se ha enriquecido en el poder, como los Kirchner; si mantiene una dinast¨ªa absolutista en pleno siglo XXI, como los Castro; o si es un d¨¦spota inepto y criminal, como Maduro. Bergoglio les sonr¨ªe a todos ellos, pero no a los Macri y los Pi?era, las Damas de Blanco que rechaz¨® ver, y las esposas de los presos pol¨ªticos venezolanos que se encadenaron en la Plaza de San Pedro sin ser recibidas.
La situaci¨®n de Venezuela merece un p¨¢rrafo aparte. El silencio de Bergoglio ante la perversidad del r¨¦gimen es ya intolerable, es decir, frente a la represi¨®n, los cr¨ªmenes, el hambre, la enfermedad y el destierro que sufren los venezolanos. Mientras se hallaba en Chile ocurrieron las ejecuciones extrajudiciales de ?scar P¨¦rez y su grupo de polic¨ªas rebeldes, sin que se escuchara una sola palabra del Papa.
Pero as¨ª es la Bergoglio-pol¨ªtica, dogm¨¢tica, m¨¢s que tolerante e inclusiva, y al mismo tiempo pragm¨¢tica en lo que no debe: los principios. Las v¨ªctimas de aquellos que declaman contra el capitalismo, pero que se han enriquecido con ¨¦l, parecen tener menos importancia que las v¨ªctimas de la explotaci¨®n del capitalismo.
Ya que hace pol¨ªtica, el Papa deber¨ªa practicar una democracia de la solidaridad, ofreci¨¦ndola a todo aquel que sufre y que ha sido despojado de derechos, en vez de seleccionar ideol¨®gicamente a quien. Ello resta y excluye por definici¨®n, contradice su misi¨®n primordial.
Como lo resumi¨® la Diputada Lilita Carri¨® en una entrevista en marzo de 2016: "Fue elegido Papa y jefe espiritual, no dirigente de una Unidad B¨¢sica. Es un l¨ªder espiritual que le gusta el poder como a nadie. Bueno, que lo ejerza en el Vaticano. Los fieles no queremos que sea peronista, macrista ni nada. Queremos que sea el pastor de todos".
Y "todos", trat¨¢ndose del Papa, tambi¨¦n quiere decir "todos en todo el mundo". Para ser el pastor de todos debe archivar la Bergoglio-pol¨ªtica.
Twitter: @hectorschamis
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