La coalici¨®n de los sensatos

Seg¨²n una reciente encuesta, Ciudadanos ser¨ªa hoy el partido m¨¢s votado de Espa?a. Se sit¨²a a m¨¢s de seis puntos por encima del PP y a m¨¢s de ocho por sobre el PSOE, relegando a Podemos a un lejano cuarto lugar. Las elecciones no son hoy, pero su crecimiento no deja de ser remarcable.

Se explica por su ¨¦xito en Catalu?a; un ¨¦xito basado en la coherencia exhibida frente a la problem¨¢tica independentista y el liderazgo de una candidata en extremo carism¨¢tica, In¨¦s Arrimadas. En Espa?a y m¨¢s all¨¢, la moraleja es que el sentido com¨²n tambi¨¦n es una forma de carisma. Toma forma as¨ª una tendencia general a la cual no se le ha prestado debida atenci¨®n.

Es que los ¡°ismos¡± hacen m¨¢s ruido que la sensatez. Los nacionalismos, proteccionismos, populismos y racismos en boga son casi una coalici¨®n espont¨¢nea, de pocas similitudes entre sus miembros excepto por rechazar lo mismo: el orden liberal internacional. Ello es com¨²n a sus respectivas utop¨ªas. Y tambi¨¦n a sus diversas distop¨ªas: har¨ªan caer las instituciones pol¨ªticas democr¨¢ticas y la arquitectura de la cooperaci¨®n.

En contraste, va surgiendo la coalici¨®n de la responsabilidad. Ciudadanos es un ejemplo. De Espa?a a la Francia de Macron y de all¨ª a la Alemania de Merkel, el ant¨ªdoto contra la demagogia xen¨®foba va tomando cuerpo sobre la base de un objetivo: revalorizar y recrear la Uni¨®n, lo cual requiere preservar la integridad de los Estados que la forman.

Se olvida a veces que aquella fantas¨ªa carbon¨ªfera de Jean Monnet¡ªsurgida de las cenizas de la guerra¡ªtermin¨® siendo la experiencia colectiva de construcci¨®n democr¨¢tica m¨¢s importante de su historia. No se debe jugar con los fantasmas del pasado. De hecho, la historia europea anterior a 1950 era de intolerancia, inestabilidad y violencia, tal como la describe Mark Mazower desde el mismo t¨ªtulo en Dark Continent.

A ambos lados del Atl¨¢ntico, una ola de sensatez llega de la mano de liderazgos femeninos, Arrimadas ilustra cabalmente el punto. En su versi¨®n americana o en la francesa, #MeToo es un meg¨¢fono de derechos. En Am¨¦rica Latina, #NiUnaMenos representa la lucha contra la violencia y el feminicidio. En Estados Unidos se anuncia un aluvi¨®n de candidatas mujeres en las elecciones de noviembre pr¨®ximo, y eso en ambos partidos. En todas partes, la igualdad de g¨¦nero significa mejor democracia.

El sistema interamericano tambi¨¦n ha sido una experiencia colectiva democr¨¢tica, aun anterior a la de Europa. No obstante, las democracias han tenido que convivir con dictaduras, lo cual vuelve a estar en juego hoy con los populismos y estalinismos diversos y sus intentos de perpetuaci¨®n. Frente a ellos est¨¢ el sentido com¨²n de Lenin Moreno y la victoria de la alternancia, de los bolivianos que impiden la eternizaci¨®n de Morales, de un Pi?era en transici¨®n ejemplar, de un Macri que habla de instituciones y llama al gobierno de Maduro por su nombre.

No es solo cuesti¨®n de ¨¦tica, que desde luego importa. Tambi¨¦n existe una cierta est¨¦tica de la sensatez. Es la del l¨ªder que no grita, solo explica. No insulta ni descalifica, argumenta. No impone sino que persuade. No promete, en su lugar proyecta colectivamente.

Es decir, dicho l¨ªder es racional, sabe que en pol¨ªtica y en econom¨ªa toda soluci¨®n es de segundo orden de preferencia. Ergo, no da ¨®rdenes, simplemente negocia. Lo hace con buenas maneras, porque la conversaci¨®n respetuosa es la gram¨¢tica de la ciudadan¨ªa, sin la cual no hay democracia.

Lo cual se traduce en respeto por el ciudadano, a quien ve como un ser pensante, aut¨®nomo y cr¨ªtico, no una pieza de alg¨²n sistema de dominaci¨®n clientelar. All¨ª reside la horizontalidad ¨¦tica y est¨¦tica de la coalici¨®n de los sensatos.

Twitter: @hectorschamis