El Congreso Nacional Africano pide a Zuma que abandone la presidencia

El presidente sudafricano, Jacob Zuma, de 75 a?os, camina pesado, lento y acorralado hacia el final de un callej¨®n sin salida. Despu¨¦s de llevar las riendas del pa¨ªs en medio de cargos de corrupci¨®n y con intermitentes mociones de censura, es su propio partido, el hist¨®rico Congreso Nacional Africano (CNA) de Nelson Mandela, el que le ha colocado ahora el tic tac de la cuenta atr¨¢s para dejar el poder. El Comit¨¦ Ejecutivo Nacional del partido se reuni¨® este lunes en la capital sudafricana, Pretoria, para debatir el futuro de Zuma y decidir si iban a pedir su dimisi¨®n o simplemente abandonarle a su suerte en el Parlamento. La discusi¨®n se prolong¨® hasta bien entrada la noche y la conclusi¨®n fue ofrecerle un plazo de dos d¨ªas para que renuncie. Un nuevo asalto contra un Zuma que se resiste a dejar el cargo.

En unas declaraciones premonitorias, el nuevo presidente del partido, Cyril Ramaphosa, dijo este domingo ante centenares de seguidores en un acto conmemorativo que buscaba ¡°un nuevo principio¡±, siendo consciente de que el CNA estaba pasando por un ¡°periodo de dificultad, desuni¨®n y desacuerdo¡± y que dentro del partido ¡°se quer¨ªa terminar con este asunto¡±. La llegada de Ramaphosa ¡ªreci¨¦n elegido en diciembre pasado¡ª al frente del CNA era el camino espinoso para Zuma; su exesposa, Nkosazana Dlamini Zuma, la otra candidata, se hab¨ªa mostrado m¨¢s abierta a proteger a Jacob Zuma, al frente del partido desde 2007 y del pa¨ªs, desde 2009.

Encerrados en una reuni¨®n maratoniana, los 112 miembros del Comit¨¦ dise?an el futuro de Jacob Zuma y el del propio pa¨ªs: necesitan barrer al pol¨¦mico e irreductible mandatario para acometer la renovaci¨®n antes de las elecciones del a?o que viene. Aunque el partido considera que Zuma ha malgastado la herencia pol¨ªtica de Mandela, el mandatario ha logrado mantenerse en el sill¨®n presidencial a pesar de numerosos esc¨¢ndalos. El caso Nkandla, por el desv¨ªo de fondos p¨²blicos para renovar su mansi¨®n privada; el llamado ¡°negocio de armas¡± o el de su turbia relaci¨®n con la rica familia Gupta.

La reuni¨®n del sanedr¨ªn del CNA ten¨ªa que celebrarse el mi¨¦rcoles pasado, pero un encuentro de ¨²ltima ahora entre Ramaphosa y Zuma retras¨® la fecha hasta este lunes, lo que apunta a un posible acuerdo de salida. Si el Comit¨¦ del partido decide pedir su dimisi¨®n, Zuma no est¨¢ legalmente obligado a dimitir, pero le dejar¨ªa en una posici¨®n muy vulnerable. Sobre todo, porque hay prevista una moci¨®n de censura en el Parlamento para el 22 de este mes. Sin el apoyo de los suyos, la supervivencia de Zuma languidece.

Algunos pilares de la democracia sudafricana han cuestionado el comportamiento del presidente. El Tribunal Constitucional ¡ªque oblig¨® a devolver una parte de dinero usado en las renovaciones de Nkandla¡ª dijo en un duro comunicado que ¡°el presidente ha fracasado en apoyar, defender y respetar la Constituci¨®n¡±. Y la Defensora del Pueblo titul¨® su informe sobre las corruptelas de Zuma ¡°Estado de captura¡±, refiri¨¦ndose al secuestro al que el presidente ha sometido a Sud¨¢frica.