El vicepresidente multimillonario, nuevo l¨ªder del hist¨®rico ANC sudafricano
Cyril Ramaphosa sucede a Jacob Zuma al frente del partido que ha gobernado el pa¨ªs africano desde el fin del 'apartheid'
El vicepresidente Cyril Ramaphosa fue elegido este lunes nuevo presidente del Congreso Nacional Africano (CNA), el hist¨®rico partido de Nelson Mandela que ha gobernado la Sud¨¢frica posapartheid desde 1994. Ramaphosa sucede a Jacob Zuma, cuya popularidad ha disminuido por los casos de corrupci¨®n que le afectan, y ser¨¢ el candidato para las elecciones de 2019. Ramaphosa se impuso en el Congreso del partido que se celebr¨® este fin de semana.
Este abogado de 65 a?os hereda una organizaci¨®n profundamente dividida y con la credibilidad muy tocada debido a los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que rodean a Jacob Zuma y a sus intentos de injerencia en la justicia. Ramaphosa se impuso en el Congreso por un escaso margen (2.440 votos frente a 2.261) a la exesposa de Zuma, Nkosazana Dlamini-Zuma, que tambi¨¦n aspiraba a liderar el partido.
Cuando Zuma lleg¨® a la presidencia del partido, en 2007, el CNA gozaba de un incontestable 70% de apoyo en las urnas, pero la fatiga popular le ha arrastrado a un declive cada vez m¨¢s acentuado, hasta obtener un 54% de las preferencias en 2016 (en los ¨²ltimos resultados de las elecciones locales del a?o pasado) y perder la capital, Pretoria. A pesar de que sigue a la cabeza del pa¨ªs, su hegemon¨ªa ya no est¨¢ asegurada.
En su ¨²ltimo discurso como l¨ªder del partido, Zuma asumi¨® la mala imagen del CNA, pero ha repartido las culpas eximi¨¦ndose de todo pecado. El presidente sudafricano dedic¨® sus ¨²ltimas palabras a cargar contra los medios de comunicaci¨®n, contra las organizaciones de la sociedad civil, contra los miembros del partido que han acudido a la justicia, contra sus aliados de Gobierno (la Cosatu y el Partido Comunista) y contra el sistema judicial. En su opini¨®n, todos son culpables de que los sudafricanos est¨¦n dejando de confiar en las hist¨®ricas siglas.
La llegada al poder de Ramaphosa podr¨ªa acelerar la salida de Zuma antes del fin de su mandato, que termina en 2019. En sus inicios, Ramaphosa fue un popular l¨ªder sindical convertido con la democracia en poderoso hombre de negocios, aparte de peso pesado del CNA. Es uno de los pol¨ªticos m¨¢s ricos de Sud¨¢frica ¡ªcon una fortuna cultivada paralelamente a su posici¨®n dentro de la c¨²pula del partido¡ª, aunque desde que lleg¨® a la vicepresidencia del pa¨ªs, en 2014, asegur¨® haber aparcado sus intereses empresariales.
S¨ªmbolo capitalista
Por eso, los analistas econ¨®micos lo ven como una garant¨ªa. Pero, por otro lado, le persigue la gran traza de la masacre de Marikana de 2012. Aunque en los a?os 80 organiz¨® la manifestaci¨®n de mineros m¨¢s grande de la historia del pa¨ªs, con la democracia mud¨® a s¨ªmbolo del capitalismo negro. Ramaphosa era director de Lonmin, la compa?¨ªa propietaria de la mina de platino de Marikana, cuando la polic¨ªa dispar¨® a los mineros en huelga, matando a 34 personas. El mismo Ramaphosa hab¨ªa pedido a la polic¨ªa que actuara ante las protestas.
La elecci¨®n de Nkosazana Dlamini-Zuma habr¨ªa supuesto la continuidad y la seguridad de que las supuestas corruptelas de Zuma no fuesen perseguidas por la justicia. Aunque se divorciaron hace casi 20 a?os, pol¨ªticamente est¨¢n actualmente bien alineados. Dlamini-Zuma, figura pol¨ªtica por s¨ª misma, fue la primera ministra de Sanidad del Gobierno de Nelson Mandela, reci¨¦n estrenada la igualdad racial en Sud¨¢frica. Pero tambi¨¦n estuvo en el centro del primer gran esc¨¢ndalo de corrupci¨®n del CNA. Doctora de profesi¨®n, ha ocupado uno de los cargos m¨¢s altos del continente, el de presidenta de la Comisi¨®n de la Uni¨®n Africana.
Un a?o de duras disputas en el seno del partido
En el ¨²ltimo a?o y medio la CNA ha sido escenario de duras disputas en torno al liderazgo de Zuma, especialmente desde la ¨²ltima remodelaci¨®n del Gobierno que realiz¨® el mandatario en marzo, en la que ces¨® al ministro de Finanzas, Pravin Gordhan. El presidente logr¨® superar una moci¨®n de censura en el Parlamento en agosto, por un estrecho margen, despu¨¦s de que algunos de los diputados de su propio partido votaran en su contra. Antes de votar a su sucesor, se especulaba con que en el Congreso se lograr¨ªa una candidatura de unidad entre Ramaphosa y Dlamini-Zuma, pero finalmente el liderazgo fue sometido a votaci¨®n y result¨® vencedor Ramaphosa. El hombre que tiene el futuro de Sud¨¢frica en sus manos ha denunciado la corrupci¨®n de Zuma y ha prometido estimular la econom¨ªa, aunque sus adversarios le acusan de defender solo los intereses de los m¨¢s ricos.
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