El discurso ¡®antiestablishment¡¯ dispara a Gustavo Petro en las encuestas en Colombia

El exalcalde de Bogot¨¢ Gustavo Petro, pol¨ªtico n¨ªtidamente de izquierdas y exguerrillero del M-19, se ha posicionado en las ¨²ltimas semanas a la cabeza de las encuestas para suceder a Juan Manuel Santos como presidente de Colombia. Debe su proyecci¨®n a un discurso contra el establishment tradicional que, si le ha valido las cr¨ªticas cerradas de sus adversarios, que lo acusan de populista, tambi¨¦n recoge cada vez m¨¢s consensos entre las clases populares y los j¨®venes.

La carrera electoral en el pa¨ªs andino encara en dos semanas su primer examen. Las legislativas del 11 de marzo dibujar¨¢n la parrilla de salida para las presidenciales del 27 de mayo. M¨¢s all¨¢ de la composici¨®n del futuro Congreso, en el que entrar¨¢ el partido de las FARC con al menos 10 esca?os, ese d¨ªa se escoger¨¢ tambi¨¦n el candidato de la coalici¨®n promovida por los expresidentes ?lvaro Uribe y Andr¨¦s Pastrana, en una consulta en la que se miden el senador Iv¨¢n Duque, la exministra conservadora Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez y el exprocudrador Alejandro Ord¨®?ez. En el lado opuesto, los votantes definir¨¢n el principal aspirante de la izquierda. En este sector, Petro, que se confrontar¨¢ con el exregidor de Santa Marta Carlos Caicedo, lidera la mayor¨ªa de los sondeos.

Con un porcentaje de apoyo que en alguna encuesta -por ejemplo, la ¨²ltima del Centro Nacional de Consultor¨ªa- incluso supera el 20%, se sit¨²a por encima del exalcalde de Medell¨ªn Sergio Fajardo, el propio Duque, el antiguo n¨²mero dos de Santos, Germ¨¢n Vargas Lleras, o el negociador jefe con las FARC durante el proceso de paz, Humberto de la Calle. Petro administr¨® la capital entre 2012 y 2015, fue destituido e inhabilitado por la Procuradur¨ªa, entonces dirigida por Ord¨®?ez, por la gesti¨®n de la crisis de la basura, aunque finalmente la justicia revoc¨® esa resoluci¨®n. Su popularidad, que cuando dej¨® la alcald¨ªa estaba en horas bajas, fue remontando durante la largu¨ªsima precampa?a presidencial.

Detr¨¢s de este fen¨®meno est¨¢n el hartazgo de amplios sectores de la sociedad con las clases pol¨ªticas tradicionales, los casos de corrupci¨®n, la desigualdad y las reglas de juego del sistema econ¨®mico. A pesar de la divisi¨®n de la izquierda, el candidato de Colombia Humana, orador muy h¨¢bil, ha sabido canalizar, al menos por el momento, un descontento que va m¨¢s all¨¢ de las discrepancias en torno a los acuerdos con la guerrilla, uno de los factores que ha dominado la pol¨ªtica colombiana en los ¨²ltimos a?os.

Una constituyente

Al igual que hizo Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador en M¨¦xico, Petro manifest¨® su intenci¨®n de impulsar una nueva Constituci¨®n. ¡°Propongo que una constituyente territorializada y pluralista haga las reformas que no hizo la Constituci¨®n del 91: la del territorio, la reforma a la salud, la educaci¨®n, la justicia, la pol¨ªtica y el tr¨¢nsito hacia una econom¨ªa productiva¡±, anunci¨® en Twitter.

Su campa?a, vertebrada tambi¨¦n por un eficaz manejo de las redes sociales, despierta pasiones de amor y odio y se inserta en un contexto de polarizaci¨®n con las candidaturas conservadoras, mientras que Fajardo trata de mantenerse al margen del discurso ideol¨®gico. Sus adversarios le atribuyen forma y fondo populistas y recuerdan el fantasma de Venezuela y su clara deriva antidemocr¨¢tica. Nacido en el Caribe colombiano en 1960, Petro, que en su juventud fue militante de la guerrilla del M-19, desmovilizada en 1990, no ocult¨® sus simpat¨ªas por el fallecido presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez, pero asegura que no emprender¨¢ el camino del actual mandatario de ese pa¨ªs, Nicol¨¢s Maduro. De hecho, recurre a esas acusaciones a diario para devolver los ataques a los dem¨¢s aspirantes.

Estas circunstancias, seg¨²n un an¨¢lisis extendido, podr¨ªan cerrar el paso a su carrera presidencial. Porque si este candidato confirmara las previsiones de las encuestas y pasara a una segunda vuelta, tendr¨ªa, con toda probabilidad, a la mayor¨ªa de los l¨ªderes y votantes de las dem¨¢s coaliciones en contra.