Guajardo responde a Trump: ¡°M¨¦xico no debe ser incluido en los aranceles sobre el acero y el aluminio¡±

Contra el chantaje, una respuesta tard¨ªa pero contundente. El secretario (ministro) mexicano de Econom¨ªa, Ildefonso Guajardo, remarc¨® este lunes v¨ªa Twitter -la forma de comunicaci¨®n preferida por Donald Trump- que su pa¨ªs "no debe ser incluido en los aranceles" sobre el acero y el aluminio anunciados la semana pasada por el presidente estadounidense. "Es la manera equivocada de incentivar la creaci¨®n de un TLC [Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte] moderno", agreg¨® Guajardo en un escueto mensaje publicado en ingl¨¦s y en espa?ol poco despu¨¦s de que Trump dejase caer que las nuevas tarifas arancelarias "solo se quitar¨¢n si se firma un nuevo y justo TLC". El secretario de Econom¨ªa mexicano comparecer¨¢ a primera hora de la tarde de este lunes en la capital mexicana junto a sus hom¨®logos estadounidense y canadiense para dar cuenta del estado de la renegociaci¨®n del acuerdo comercial que une a los tres pa¨ªses desde 1994.

El habitual juego de amenazas y promesas de concesiones de Trump entra ahora en el terreno comercial. El presidente estadounidense vincul¨® este lunes la imposici¨®n de aranceles al acero y aluminio con el proceso de negociaci¨®n del TLC. ¡°Tenemos grandes d¨¦ficits comerciales con M¨¦xico y Canad¨¢. El TLC, que est¨¢ ahora mismo bajo renegociaci¨®n, ha sido un mal acuerdo para EE UU. Una recolocaci¨®n masiva de compa?¨ªas y empleos. Los aranceles al acero y al aluminio solo se quitar¨¢n si se firma un acuerdo del TLC nuevo y justo¡±, escribi¨® Trump en Twitter.

Y luego continu¨® con un mensaje de exigencias a sus dos vecinos: ¡°Canad¨¢ debe tratar mucho mejor a nuestros granjeros. Es altamente restrictivo. M¨¦xico debe hacer mucho m¨¢s en frenar la entrada masiva de drogas a EE UU. No han hecho lo que debe hacerse. Millones de personas adictas y muriendo¡±.

El canciller mexicano, Luis Videgaray, fue el encargado de responder a la segunda parte del tuit de Trump: "El tr¨¢fico ilegal de drogas es una responsabilidad compartida entre Mexico y EE UU y nuestra cooperaci¨®n se gu¨ªa por este principio. Solo trabajando juntos sobre la oferta y la demanda podemos terminar con el flujo ilegal de drogas, dinero y armas entre nuestros pa¨ªses", tuite¨® el hombre fuerte del Ejecutivo de Enrique Pe?a Nieto (PRI) en pol¨ªtica exterior.

El cruce de declaraciones entre EE UU y M¨¦xico es un paso m¨¢s en la escalada verbal desde que el presidente republicano anunciase la semana pasada la creaci¨®n de un arancel espec¨ªfico para frenar la entrada de acero (del 25%) y aluminio (del 10%) extranjero en su pa¨ªs. La Casa Blanca justifica el giro proteccionista en la defensa de la seguridad nacional y comercial de la primera potencia mundial.

Trump calific¨® la semana pasada las guerras comerciales de "buenas y f¨¢ciles de ganar". Este lunes dijo que se mantiene "100%" firme en la imposici¨®n de aranceles pero minimiz¨® sus posibles consecuencias. "No creo que tengamos una guerra comercial", dijo a la prensa durante su reuni¨®n en la Casa Blanca con el primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu. En sus declaraciones, se reafirm¨® en sus mensajes en Twitter y asegur¨® que los tributos al acero y al aluminio "podr¨ªan formar parte" del proceso de renegociaci¨®n del acuerdo con Canad¨¢ y M¨¦xico.

Los detalles de los impuestos se conocer¨¢n esta semana y el secretario de Comercio, Wilbur Ross, sugiri¨® el domingo que no iban a incluir excepciones a determinados pa¨ªses. Con esta medida, Washington pretende incentivar la producci¨®n nacional y trata de ayudar a la reducci¨®n de su d¨¦ficit comercial con pa¨ªses como China, Canad¨¢, M¨¦xico, Corea del Sur o Alemania, entre otros.

La amenaza arancelaria de EE UU le enfrenta a algunos de sus mayores socios comerciales. La Uni¨®n Europea ha amenazado con adoptar represalias contra los aranceles estadounidenses, a lo que Trump replic¨® alardeando de posibles castigos a los fabricantes automovil¨ªsticos europeos.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, respondi¨® taxativamente desde un primer momento -al calificar los nuevos aranceles de "absolutamente inaceptables" y asegurar que causar¨¢n da?os significativos a ambos lados de la frontera-, en parte por la importancia de los intereses en juego: Canad¨¢ es el primer exportador de acero a EE UU.

M¨¦xico, en cambio, opt¨® inicialmente por el perfil bajo. La irritaci¨®n que admit¨ªan en privado los funcionarios mexicanos contrastaba con la ausencia de una respuesta p¨²blica s¨®lida en un intento de no echar m¨¢s le?a a un fuego que, con Trump de por medio, arde solo. Hasta hoy, en pleno cierre de la s¨¦ptima ronda de conversaciones para actualizar el TLC.

Los aranceles sobre el acero y el aluminio, como cualquier otra barrera comercial, har¨ªan da?o al comercio entre el pa¨ªs latinoamericano y EE UU, especialmente a la industria automotriz -la m¨¢s importante en los intercambios bilaterales-. Pero no es eso lo que m¨¢s preocupa en la Ciudad de M¨¦xico: lo que m¨¢s alarma es que Trump haya dado por inaugurada una nueva fase de su estrategia proteccionista y que est¨¦ dispuesto a llevar sus amenazas al terreno de los hechos en forma de guerra comercial. Una confrontaci¨®n directa entre dos pa¨ªses que comparten importantes v¨ªnculos. Casi un cuarto de siglo despu¨¦s de la firma del TLC, las cadenas de valor no entienden de fronteras. Pero Trump se mantiene en sus trece de regresar a una ¨¦poca que ya no existe.