Dora Barrancos: ¡°Debemos hacer la gran revoluci¨®n dom¨¦stica¡±

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D¨ªa Internacional de la Mujer en el mundo

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¡°Nadie nace feminista¡±, dice la soci¨®loga e historiadora argentina Dora Barrancos (Jacinto Ara¨²z, 1940). Desde su oficina del Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas (CONICET), donde es directora por Ciencias Sociales y Humanidades, Barrancos recuerda que se hizo feminista durante su exilio en Brasil, a fines de los 70. El detonante fue el crimen de una mujer que hab¨ªa sido asesinada a tiros en la playa por su marido al descubrir que le era infiel. ¡°En un noticiero le preguntaron al abogado defensor, que era un destacado penalista brasile?o, cu¨¢l iba a ser su estrategia. Y dijo que iba a apelar a la leg¨ªtima defensa del honor. Eso me impact¨® much¨ªsimo, pens¨¦ ¡®me estoy perdiendo algo¡¯ y me di cuenta de que me faltaban much¨ªsimas asignaturas¡±. Desde entonces no ha dejado de estudiar y se?alar las relaciones y desequilibrios entre g¨¦neros a lo largo de la historia.

Pregunta. Numerosos pa¨ªses han convocado el 8 de marzo un paro internacional de 24 horas de mujeres. ?Qu¨¦ espera de esta medida de fuerza?

Respuesta. Espero que el paro sea en todos los lugares de trabajo de las mujeres y que sea tambi¨¦n un paro dom¨¦stico. Que las mujeres paren en sus casas. Que ese d¨ªa dejen de lavar, de cocinar, no hagan las camas, no realicen trabajos de cuidados porque eso s¨ª va a ser remarcable. El 85% de todas las actividades de cuidados y dom¨¦sticas est¨¢n realizadas por mujeres y significan una econom¨ªa extraordinaria, es probable que sean hasta el 25% del PIB de un pa¨ªs.

¡°El paro ser¨¢ remarcable si las mujeres tambi¨¦n paran en sus casas¡±.

P. La exigencia de un reparto equitativo del trabajo no remunerado tiene ya muchos a?os. ?Por qu¨¦ se ha avanzado tan poco?

R. En todas las sociedades latinoamericanas el trabajo no remunerado es generalmente un trabajo de mujeres, tengan una actividad en el mercado laboral o no. La regi¨®n est¨¢ muy por detr¨¢s de los grandes cambios que ha habido en las mujeres en los ¨²ltimos 30 a?os. El mercado laboral tiene mucha m¨¢s presencia femenina que entonces, tareas que antes eran de varones est¨¢n siendo ocupadas por mujeres, de 10 egresados universitarios en Argentina hoy 6 son mujeres, pero lo que no ha cambiado es la posici¨®n secundaria de la mujer y los viejos imaginarios del papel de las mujeres.

P. Y los hombres, ?han cambiado?, ?c¨®mo reaccionan frente a las demandas feministas actuales?

R. Los varones han cambiado mucho menos. Hay modos de trato que cambiaron: en Argentina antes se daban un abrazo, ahora un besito. Y tambi¨¦n a los varones les encanta ir al supermercado. Pero en el fondo muchos no han cambiado sus actitudes y el modo patriarcal de concepci¨®n inmediata sobre la condici¨®n de s¨ª mismos y de las mujeres. Creo que hoy los varones est¨¢n un poco a la retaguardia, con mucha prevenci¨®n. Y yo no dir¨ªa que esas prevenciones est¨¢n en los sectores populares, sino en estatus bastante elevados, la concurrencia de las mujeres asusta a muchos varones.?

P. El feminismo ha recorrido un largo camino. ?Cu¨¢les son los desaf¨ªos m¨¢s urgentes?

¡°Hace diez a?os los grupos antiabortistas nos llamaban asesinas, hoy ya ni la Iglesia¡±.

R. Abrir el camino a las m¨¢s j¨®venes para que se apasionen con estos temas y lograr m¨¢s derechos. Argentina es quiz¨¢s uno de los pa¨ªses con mayores derechos formales, tenemos una buena ley contra la violencia de las mujeres, tenemos ley de paridad legislativa, hay ley de matrimonio igualitario y de identidad de g¨¦nero. Lo que queda es lograr una ley que despenalice el aborto y que las mujeres batallen para extirpar todas las brechas salariales y quebrar el techo de cristal. A¨²n en lugares donde ha crecido el reconocimiento de las mujeres, como el sistema cient¨ªfico, las mujeres son mayor¨ªa pero siguen en las bases de la estructura: abajo tenemos un 54%, pero arriba, en lo m¨¢s alto, hay s¨®lo el 25%.

P. ?La brecha salarial se genera con los hijos?. Hay estudios que muestran que hombres y mujeres est¨¢n casi a la par hasta que deciden ser padres y madres, lo que genera un impacto muy distinto en sus carreras laborales.

R. Es una muy buena conjetura. Porque son las circunstancias propias del g¨¦nero las que se van tornando un obst¨¢culo. El mandato de criar de forma inexorable de manera directa y casi ¨²nica tiene un gran impacto. Cuando no se tienen hijos la producci¨®n marcha en un sentido y cuando se tienen hay una brecha y despu¨¦s es muy dif¨ªcil alcanzar la misma oportunidad que los varones. Ellos tambi¨¦n tienen hijos pero hay una tremenda reserva para que ellos sean los principales cuidadores. Por eso, entre lo que queda por delante, est¨¢ la gran revoluci¨®n dom¨¦stica. Que se termine el concepto de ellos cooperan, ayudan, sino que sean parte, que se hagan cargo del trabajo dom¨¦stico y de cuidado.

¡°Las mujeres deben batallar para extirpar las brechas salariales¡±.

P. Argentina fue no s¨®lo pionera en Am¨¦rica Latina sino uno de los primeros pa¨ªses de todo el mundo de contar con leyes de matrimonio homosexual y de identidad de g¨¦nero, pero ha quedado atr¨¢s en el aborto. ?Por qu¨¦?

R. Argentina pudo adquirir estos derechos que hace poco parec¨ªan impensables. Pensaba que se iban a conseguir antes en Brasil, pero Brasil est¨¢ en una involuci¨®n por una bancada fundamentalista no cat¨®lica, sino neocristiana. Pens¨¦ que la ley de identidad de g¨¦nero era lo m¨¢ximo que los sectores conservadores iban a conceder en Argentina y la oclusi¨®n respecto al aborto ha sido maciza. Pero creo que en este momento hay una oportunidad in¨¦dita por varias razones. Una es el crecimiento de la protesta feminista en la calle con el movimiento Ni Una Menos. Se visibiliz¨® la violencia mortal contra las mujeres y eso fue una ventaja enorme para renovar la subjetividad. Hubo una ruptura en mujeres que no estaban interpeladas por el feminismo.

P. Es la s¨¦ptima vez que se presenta una ley para garantizar el aborto legal, seguro y gratuito. ?Cree que esta vez puede prosperar?

¡°Ya no hay guetos feministas, hoy hay feminismos de todos los colores¡±.

R. Soy optimista. Hay un tema de coyuntura. En un Gobierno que est¨¢ perdiendo popularidad, con fines inconfesables los expertos en comunicaci¨®n dijeron hay que hacer algo impactante. Y lo hicieron. Creo que no pensaron demasiado y se les ha armado un avispero. Pero nos tiraron el guante, lo hemos recogido y vamos a doblar la apuesta. Me parece que hay una mayor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica que ha incorporado el aborto como un derecho, aunque eso no quiere decir que no haya una cantera conservadora notable que se har¨¢ o¨ªr en estos d¨ªas. Pero diez a?os atr¨¢s nos injuriaban con ep¨ªtetos como asesinas, criminales, y hoy veo con benepl¨¢cito que hasta la Iglesia Cat¨®lica se ha expedido de manera muy sensata y regulada.?

P. ?Qu¨¦ cambios destaca en el feminismo a lo largo de las d¨¦cadas?

R. Hubo muchos, pero creo que esos feminismos de los 80 y los 90, tuvieron un quiebre importante a finales del siglo: Se acabaron los guetos feministas. Hasta entonces hab¨ªa una especie de registro de admisi¨®n, un feminist¨®metro. Hoy no. Hay feminismos de todos los colores, hay una recuperaci¨®n del t¨¦rmino feminista y a las chicas j¨®venes les gusta definirse as¨ª. Se quebraron las fronteras del gueto y me parece extraordinario.