Argentina aprueba el matrimonio gay pese a la presi¨®n de la Iglesia
El Senado da el visto bueno a la norma tras una maratoniana sesi¨®n de 15 horas
A las cuatro de la madrugada y bajo cero se celebr¨® en Buenos Aires el re?ido voto del Senado que legaliz¨® el matrimonio entre personas del mismo sexo, por primera vez en un pa¨ªs de Am¨¦rica Latina. Los centenares de hombres y mujeres que esperaron a pie firme en la plaza frente al Parlamento durante las casi 15 horas que dur¨® el debate prorrumpieron en gritos y c¨¢nticos. La votaci¨®n final, 33 a favor, 27 en contra, tres abstenciones y nueve senadores ausentes, no refleja la enorme tensi¨®n y las dudas que rodearon hasta el ¨²ltimo minuto la aprobaci¨®n del proyecto de ley, combatido con todas sus fuerzas por la jerarqu¨ªa de la Iglesia cat¨®lica y por las Iglesias evang¨¦licas, que llegaron a calificarlo de "plan del demonio".
Los parlamentarios recib¨ªan llamadas para influir en su voto hasta el final
La Iglesia quem¨® sus ¨²ltimos cartuchos con una gran manifestaci¨®n frente al Senado pocas horas antes de que se abriera la discusi¨®n sobre el matrimonio gay, ya aprobado por la C¨¢mara de Diputados. La jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica apost¨® fuerte para intentar atraer a una mayor¨ªa de los 72 senadores (tres por provincia) que componen la C¨¢mara alta y varios de ellos, de diferentes grupos pol¨ªticos, estuvieron indecisos hasta el final. Las llamadas de tel¨¦fono, presionando en uno u otro sentido, inundaron durante la propia sesi¨®n parlamentaria los tel¨¦fonos m¨®viles de los senadores indecisos. Especialmente activo estuvo el ex presidente N¨¦stor Kirchner, que es diputado, y no pod¨ªa estar presente en el Senado, pero que puso en juego todos sus recursos para que el proyecto de ley saliera adelante. La presidenta, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, que tambi¨¦n apoy¨® el matrimonio gay, se encontraba de viaje en China, adonde la acompa?aron dos senadoras que inicialmente se hab¨ªan pronunciado contra el matrimonio homosexual, pero que, en el ¨²ltimo minuto, optaron por aceptar la invitaci¨®n y estar ausentes de la C¨¢mara.
Las manifestaciones en contra del matrimonio homosexual, convocadas por la Iglesia cat¨®lica, recorrieron las principales ciudades del pa¨ªs, y la mayor¨ªa de los sacerdotes anim¨® desde los p¨²lpitos a sus fieles para que presionaran a sus respectivos senadores. Algunos parlamentarios que votaron a favor de la ley reconocieron que parte de su electorado no comprender¨ªa su voto. El peronista disidente Luis Juez afirm¨® que votar¨ªa a favor y que "al d¨ªa siguiente seguir¨ªa siendo el mismo tipo cristiano y fan¨¢tico de la Virgen" que ha sido siempre, porque lo que se discut¨ªa era "un tema de igualdad ante la ley, ajeno a otro tipo de consideraciones".
Las mayores dudas partieron de las filas de los radicales, que pidieron rechazar el proyecto de ley y consolidar un nuevo tipo de uni¨®n civil, que no se denominara matrimonio y que no permitiera a las parejas homosexuales la adopci¨®n, tal y como sucede ya en Uruguay. La jerarqu¨ªa de la Iglesia no reaccion¨® inmediatamente a la aprobaci¨®n del matrimonio gay, aunque ya ha adoptado duras sanciones contra algunos sacerdotes que se atrevieron a pronunciarse p¨²blicamente a favor.
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