La UE exige a Trump quedar fuera de la guerra comercial
Merkel alerta de que "nadie saldr¨¢ ganando" en el enfrentamiento arancelario
La guerra comercial desatada por Donald Trump se convierte en un cuerpo a cuerpo entre Washington y Bruselas. Despu¨¦s de haber eximido ¡ªal menos temporalmente¡ª a Canad¨¢ y a M¨¦xico del castigo de los aranceles al acero y al aluminio importados desde esos territorios, Europa se convierte en el bloque m¨¢s agraviado. La Comisi¨®n Europea ha exigido este viernes a Estados Unidos que excluya los productos europeos de su afrenta comercial. ¡°Somos un aliado, no una amenaza¡±, ha espetado Jyrki Katainen, vicepresidente del Ejecutivo comunitario encargado de las pol¨ªticas de crecimiento y empleo. Bruselas presionar¨¢ ma?ana para quedar fuera de esa lista negra.
Europa no se cree el argumento principal esgrimido por el l¨ªder estadounidense para cargar contra la industria del acero y del aluminio: los supuestos riesgos para la seguridad del pa¨ªs. El ¨²ltimo reproche lanzado por Trump el pasado jueves ¡ªque la UE no colabora lo suficiente en defensa¡ª irrita en la capital comunitaria. ¡°Hay que tratar cosas reales si queremos hablar de seguridad. El concepto de seguridad econ¨®mica suena muy proteccionista. Es econom¨ªa sin competencia¡±, ha afeado Katainen.
Alemania es el pa¨ªs m¨¢s afectado por cualquier penalizaci¨®n a las exportaciones de acero hacia Estados Unidos. La canciller Angela Merkel dijo estar preocupada por la ofensiva arancelaria estadounidense y llam¨® al di¨¢logo para frenar la guerra comercial en ciernes. ¡°Nadie saldr¨ªa ganando¡±, estim¨® durante una comparecencia el viernes en M¨²nich. La canciller dijo que apoya la estrategia de Bruselas y la b¨²squeda de una soluci¨®n en el marco de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC).
Las principales organizaciones empresariales alemanas mostraron tambi¨¦n su inquietud ante la imposici¨®n estadounidense de tarifas al acero extranjero. ¡°Una respuesta determinada de la Uni¨®n Europea a las tarifas de EE UU es deseable, pero a la vez necesitamos mantener la calma porque una escalada del conflicto no ayudar¨¢ a nadie. No se pueden afrontar los retos del siglo XXI con medidas del siglo XIX¡±, estim¨® en un comunicado Eric Schweiter, de la Asociaci¨®n alemana de c¨¢maras de comercio e Industria (DIHK).
Molesta por la opacidad en los criterios que emplea Trump para perdonar a unos pa¨ªses s¨ª y a otros en esta guerra arancelaria, la comisaria de Comercio, Cecilia Malmstr?m, se reunir¨¢ ma?ana con representantes estadounidenses para exigir explicaciones. Tambi¨¦n acudir¨¢ un responsable de Jap¨®n, otro de los pa¨ªses afectados por los aranceles al acero. La UE intenta coordinar su estrategia con las autoridades niponas para ganar fuerza.
Bruselas recuerda que "todo est¨¢ preparado para denunciar a Estados Unidos ante la OMC¡±, que decidir¨¢, en ese caso, si Washington vulnera las reglas del juego al imponer aranceles. Tambi¨¦n tiene listas sus represalias, que suponen gravar productos importados desde Estados Unidos por valor de 2.800 millones de euros, seg¨²n ha anunciado el Ejecutivo comunitario esta semana. En cualquier caso, fuentes comunitarias dejan entrever que no las aplicar¨¢n autom¨¢ticamente (habr¨ªa un margen m¨ªnimo de 90 d¨ªas desde que las trabas estadounidenses entrasen en vigor).
La ley del m¨¢s fuerte
En juego est¨¢ algo m¨¢s que los intereses comerciales de cada parte. ¡°?Queremos un comercio basado en reglas o en la ley del m¨¢s fuerte, como acabamos de ver?¡±, se ha preguntado ret¨®ricamente el vicepresidente de la Comisi¨®n. Katainen alega que el problema del acero deriva de la sobreproducci¨®n mundial que existe, esencialmente en China, y que la contienda arancelaria no lo aplacar¨¢. El Ejecutivo comunitario rechaza igualmente que aumentar el gasto en defensa sirva como moneda de pago para librarse de la penalizaci¨®n comercial, como sugiere Trump.
Pero Washington acaba de descubrir una rendija en la hasta ahora firme postura europea. Con un discurso de claro corte pos-Brexit, el ministro brit¨¢nico de Comercio, Liam Fox, ha instado por su cuenta a Washington a que excluya a Reino Unido de sus invectivas comerciales. ¡°No queremos ver divisi¨®n entre los Estados miembros¡±, ha pedido Katainen. Mientras Londres pertenezca al club comunitario, toda su pol¨ªtica comercial ¡ªla negociaci¨®n de acuerdos y la resoluci¨®n de conflictos¡ª seguir¨¢ centralizada en Bruselas. Precisamente Reino Unido ha pedido a Bruselas continuar benefici¨¢ndose de los tratados con terceros pa¨ªses durante la fase de transici¨®n entre el Brexit y la entrada en vigor de la relaci¨®n futura. Las palabras de Fox no ayudan a aclarar el complicado divorcio.
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