La UE contraataca con las primeras represalias comerciales anti Trump
Europa impondr¨¢ aranceles a las Harley. los Levi's y el bourbon si Estados Unidos aprueba recargos sobre el acero y el aluminio
Los a?os treinta est¨¢n de moda. Partidos de corte populista asoman la cabeza e incluso van llegando a algunos Gobiernos en todo el Atl¨¢ntico Norte. Los viejos aliados se tiran los trastos a la cabeza por el gasto militar. La socialdemocracia se hunde en varios pa¨ªses. Y el ¨²ltimo signo es la amenaza de una guerra comercial: la d¨¦cada de los treinta fue testigo de un derrumbe masivo de la cooperaci¨®n internacional en el comercio, un todos contra todos que hizo que la Gran Depresi¨®n se agravara. Estados Unidos estuvo entre los peores transgresores e impuso los aranceles m¨¢s altos de su historia por aquel entonces. Donald Trump vuelve por esos fueros: el anuncio de la imposici¨®n de aranceles sobre el acero (25%) y el aluminio (10%) ha provocado hoy la resupuesta de la UE, el primer bloque comercial que contraataca ante la tormenta proteccionista que viene de Washington. Bruselas ha anunciado este mi¨¦rcoles que impondr¨¢ aranceles sobre algunos productos ic¨®nicos de Estados Unidos: los tejanos Levi's, el Bourbon, las motos Harley Davidson, la popular mantequilla de cacahuete o los ar¨¢ndanos.
Bruselas presiona para que Washington d¨¦ marcha atr¨¢s, pero la lista antiTrump podr¨ªa tener un impacto de casi 3.000 millones de euros, seg¨²n las fuentes consultadas, tanto en el acero y en el aluminio como en productos industriales y agr¨ªcolas, adem¨¢s de tabaco y bebidas alcoh¨®licas. Pero elude hablar de "represalias" y se agarra a los eufemisos ("un reequilibrio de las posiciones comerciales") por si hay demandas judiciales de por medio.
"En una guerra comercial nadie sale ganando", ha dicho la comisaria europea Cecilia Malmstr?m, que ha criticado el argumentario estadounidense para justificar los aranceles sobre el acero y el aluminio: "No tiene ninguna base decir que la Uni¨®n Europea, tradicional aliada de Washington, amenaza la seguridad nacional de Estados Unido". Malmstr?m ha explicado que la estrategia de la UE es triple: litigar junto con otros bloques comerciales ante la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC); imponer medidas para proteger la industria europea del aluminio y el acero, y aprobar medidas de salvaguardia "para equilibrar la situaci¨®n", con una lista provisional de productos sobre los que se impondr¨¢n aranceles. Los riesgos de escalada est¨¢n ah¨ª: "Las UE no ha tratado bien a Estados Unidos", ha dicho Trump, que amenaza con imponer aranceles sobre las importaciones de coches europeos para desespero de los productores alemanes y franceses.
La respuesta europea dispara directamente contra s¨ªmbolos comerciales de Estados Unidos, pero tambi¨¦n contra productos producidos en algunos de los feudos del Partido Republicano de Trump, como mecanismo indirecto de presi¨®n. El bourbon se fabrica en Kentucky, cuna del l¨ªder republicano del Senado, Mitch McConnell; las Harley se producen en el Wisconsin del l¨ªder republicano en el Congreso, Paul Ryan, que ya ha declarado su rechazo a la guerra comercial. Gary Cohn, el principal asesor econ¨®mico de Trump, ha anunciado su dimisi¨®n por los primeros latigazos de la guerra comercial. Pero las probabilidades de una escalada no dejan de aumentar: la dimisi¨®n de Cohn es la prueba del nueve de que Trump no va a echarse atr¨¢s, y la respuesta europea con aranceles sobre los vaqueros, el bourbon o las motos hacen m¨¢s probables las medidas contra las importaciones de veh¨ªculos europeos. BMW vende 350.000 coches al a?o en EE UU. Uno de cada seis coches que exporta Europa van a Estados Unidos; pero uno de cada cinco coches que exporta Estados Unidos van hacia Europa, por lo que si la guerra se adentra en ese sector puede hacer mucho da?o.
Los acuerdos comerciales son "muy est¨²pidos", seg¨²n el siempre agudo y profundo Donald Trump. Pero las guerras comerciales son a¨²n m¨¢s est¨²pidas: "El impacto macroecon¨®mico ser¨ªa grave no solo si Estados Unidos toma medidas, sino espec¨ªficamente si otros pa¨ªses toman represalias; los m¨¢s afectados son Canad¨¢ y dentro de Europa Alemania", apunta la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. El Nobel Paul Krugman estima que los efectos de una guerra arancelaria ser¨ªan muy negativos para Estados Unidos, cuyas importaciones suman el 20% del PIB norteamericano: encarecer esos productos reducir¨ªa la demanda dom¨¦stica y un aumento de la inflaci¨®n que pondr¨ªa m¨¢s presi¨®n para subir los tipos de inter¨¦s: claras probabilidades de recesi¨®n a la vista. Los efectos sobre Europa podr¨ªan ser a¨²n mayores: la eurozona registra un super¨¢vit comercial del entorno del 2% del PIB del euro desde hace cinco a?os; si el comercio internacional se reduce, ese super¨¢vit (que roza el 10% del PIB en pa¨ªses como Alemania y Holanda) desaparecer¨¢ de un plumazo.
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