M¨¢s poder para Xi Jinping pero sin reformas a la vista
Xi debe hacer frente a una inevitable ralentizaci¨®n econ¨®mica por el r¨¢pido envejecimiento de la poblaci¨®n y el cada vez m¨¢s bajo retorno de la inversi¨®n
La Asamblea Nacional Popular, el legislativo chino, cuya sesi¨®n contin¨²a hasta el d¨ªa 20 de marzo no ha podido ser m¨¢s relevante al haberse producido en su seno enmiendas de gran calado a la Constituci¨®n china. La principal, sin duda, es la eliminaci¨®n de los l¨ªmites a los mandados presidenciales que en su d¨ªa hab¨ªa introducido Deng Xiaoping para institucionalizar el poder y evitar el personalismo de Mao.
En el ¨¢mbito econ¨®mico, la pregunta a plantearnos es si una mayor concentraci¨®n de poder en manos de Xi Jinping ¡ªque ya no deber¨¢ dejar el cargo al finalizar su segunda presidencia en 2023¡ª puede permitirle llevar a cabo las reformas econ¨®micas que China necesita para hacer frente a una inevitable ralentizaci¨®n econ¨®mica por el r¨¢pido envejecimiento de la poblaci¨®n y el cada vez m¨¢s bajo retorno de la inversi¨®n.
Hace solo unos meses, en la reuni¨®n del Foro Economico Mundial en Davos, el nuevo cerebro econ¨®mico de China, Liu He, ofreci¨® una imagen absolutamente optimista del alcance de las reformas econ¨®micas que China va a llevar acabo en 2018. Con esperanzas renovadas, los observadores de China han seguido el desarrollo de la Asamblea del Partido Comunista de la semana pasada con much¨ªsimo inter¨¦s. La realidad es que las enmiendas constitucionales aprobadas en dicho encuentro ni siquiera hacen alusi¨®n a reformas econ¨®micas, pero parece claro, dado su calado, que podr¨ªan tener un impacto indirecto sobre las mismas.
Una revisi¨®n de las cuatro enmiendas principales a la Constituci¨®n china nos lleva a concluir que la consolidaci¨®n del poder es la clave de lectura de las mismas, no solo por la eliminaci¨®n de los l¨ªmites a los mandatos presidenciales sino tambi¨¦n porque elevan al rango constitucional una visi¨®n mucho m¨¢s ambiciosa del papel de China en el mundo as¨ª como un modelo territorial m¨¢s centralizado. Como si esto no fuera poco, tambi¨¦n se eleva la agencia anticorrupci¨®n liderada por el m¨¢s cercano aliado de Xi Jinping, Weng Qi xian, al rango constitucional, coloc¨¢ndola por encima de mucho otros ¨®rganos de control. M¨¢s all¨¢ de la concentraci¨®n de poder, es dif¨ªcil ver una direcci¨®n clara en el uso del mismo para llevar a cabo las reformas que necesita la econom¨ªa china. Quiz¨¢s la alusi¨®n m¨¢s cercana a las mimas, al menos a primera vista, sea la relacionada con el papel que China pretende jugar en el mundo. M¨¢s concretamente, con la enmienda constitucional que se acaba de introducir la direcci¨®n del partido comunista chino deja claro que no le interesa una confrontaci¨®n abierta con otras potencias en el mundo sino la cooperaci¨®n por el beneficio mutuo. Dicho beneficio mutuo se identifica claramente n la enmienda como la mayor presencia de China en el mundo. Para los m¨¢s optimistas, que han intentado ver un atisbo de las reformas anunciadas por Liu He en Davos, cabe recordar que el contexto en el que se hace ilusi¨®n a una mayor apertura de China en la enmienda constitucional es de visi¨®n hacia afuera, es decir de presencia de China en el exterior y no de presencia extranjera en China.
Por lo tanto, y por el momento al menos, el resto del mundo no deber¨ªa de esperar grandes cambios en el modelo econ¨®mico de China sea en lucha ac¨¦rrima ante la competencia extranjera sea respecto al papel que el Estado sigue jugando en la producci¨®n de bienes y servicios. De hecho, dos tercios de los activos de las empresas cotizadas en bolsa siguen estando controladas por el Estado. En resumen, no queda duda que el modelo pol¨ªtico chino se ha centralizado a¨²n m¨¢s tras la ¨²ltima asamblea del partido comunista. Aunque, a priori, dicha concentraci¨®n de poder podr¨ªa facilitar la introducci¨®n de reformas econ¨®micas de calado y amortiguar la inevitable ralentizaci¨®n del crecimiento de China en los pr¨®ximos a?os, por el momento no hay atisbo de que esa sea la direcci¨®n que quiere tomar Xi Jinping al menos si nos basamos en las enmiendas a la Constituci¨®n china que se acaban de acordar. En este contexto, la alusi¨®n a una mayor apertura de china que el primer ministro Li Keqiang ha incluido en su informe econ¨®mico anual al Congreso del Partido Comunista este fin de semana suena vac¨ªa tras el silencio en lo que sin duda es m¨¢s importante para el futuro de China: las enmiendas constitucionales. En resumen, palabras vac¨ªas de Li frente al silencio del omnipotente Xi, cuyo mandato se ha extendido indefinidamente.?
Alicia Garc¨ªa Herrero es economista jefe para Asia con NATIXIS e investigadora en BRUEGEL
Fe de errores: En una versi¨®n anterior de este an¨¢lisis se dec¨ªa que la votaci¨®n hab¨ªa tenido lugar durante la Asamblea del Comit¨¦ Central del Partido Comunista cuando la realidad es que se trata de la Asamblea Nacional Popular.
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