Polic¨ªas al rescate de animales
250 agentes especializados combaten en Holanda el maltrato y abandono de mascotas y otras especies
Erik Smit tiene 57 a?os y lleva casi cuatro d¨¦cadas en la polic¨ªa holandesa. Desde 2011, atiende a tiempo completo llamadas de ciudadanos denunciando el maltrato, abandono, abuso o muerte de perros, gatos, roedores, reptiles, caballos, corderos, cabras y hasta focas. Unos episodios a veces sorprendentes, como el de una se?ora que conviv¨ªa con 60 conejos de indias, ¡°una coleccionista, cuyos vecinos no aguantaron los malos olores¡±. Otros lamentables, como el de un perro encerrado en una casa al que acabaron aplicando la eutanasia porque no pudo recuperarse del trauma. Smit fue testigo de ambos como miembro de la Polic¨ªa de los Animales. Un servicio oficial que abarca todo el pa¨ªs. No lo ofrecen entidades protectoras, ya sean privadas o de voluntarios.
¡°El caso del perro abandonado por su due?a, que era una madre de tres hijos peque?os con problemas econ¨®micos, fue penoso. Se traslad¨®, y en lugar de llamarnos, lo dej¨® atr¨¢s con comida solo para unas semanas. Los vecinos le o¨ªan ladrar, y para cuando entramos, era tarde. Estaba tirado en un sill¨®n, rodeado de moscas. Pudieron estabilizarlo f¨ªsicamente, pero vieron que su recuperaci¨®n ps¨ªquica ser¨ªa imposible¡±, dice Smit, due?o a su vez de un perro. Para ponerse en contacto con estos polic¨ªas solo hay que marcar el n¨²mero 144. La llamada es evaluada y las salidas se reparten entre 250 agentes. Smit se dedica por entero a los animales, y a los due?os. ¡°Detr¨¢s de un animal maltratado suele haber un problema social. Los que golpean a otro ser humano empezaron por sus mascotas. Como echamos un vistazo a su intimidad, contribuimos a resolver otros problemas¡±. En algunos pa¨ªses, los denominados animal cops, retratados en los programas de Animal Planet y National Geographic, van de uniforme, ¡°pero no son polic¨ªas con todas sus funciones, como nosotros¡±, dice Smit.
La idea de la Polic¨ªa de los Animales parti¨® en 2011 del Partido por La Libertad, del l¨ªder populista Geert Wilders. En ese momento, apoyaba desde el Parlamento a la coalici¨®n de centro derecha en el poder. Cuando dej¨® de hacerlo, por oponerse a los ajustes financieros que propon¨ªan, el proyecto casi se vino abajo. De los 800 agentes que deb¨ªan entrenarse en origen, se pas¨® a los 250 actuales. Pero el servicio se mantuvo y contribuyen al cumplimiento de las leyes, que fijan un m¨¢ximo de 3 a?os de c¨¢rcel y multas de hasta 19.500 euros para los peores casos. Uno de esos sigue en la memoria de Erik Smit. Y es que a¨²n no se explica c¨®mo una madre y un hijo, que ten¨ªa un perro desde hac¨ªa nueve a?os, pudieron recurrir a una violencia extrema para quit¨¢rselo de encima. ¡°El hijo se iba a otra casa y no pod¨ªa llevarlo. La madre no lo quer¨ªa y decidieron darle unos somn¨ªferos. Luego pensaban asfixiarlo con una almohada y enterrarlo en el jard¨ªn. ?En lugar de marcar el 144! Al final, como el can no se dorm¨ªa, le golpearon y lo mataron poniendo su cabeza en una bolsa de pl¨¢stico. Los vecinos llamaron al o¨ªr unos ladridos tremendos, pero no pudimos hacer nada. Ahora tendr¨¢n que presentarse ante los tribunales y el juez decidir¨¢¡±.
El episodio es extremo, pero Smit subraya que suele echar mano de sus contactos, ya sean veterinarios, centros de acogida o conocidos, para poner a salvo a los bichos. Las leyes vigentes proh¨ªben los animales de circo en Holanda, y tampoco pueden exhibirse mascotas en los escaparates de las tiendas del ramo. Adem¨¢s, los menores de 16 a?os tienen prohibido comprarlas por su cuenta; el responsable es el adulto. Estos polic¨ªas colaboran tambi¨¦n con la Sociedad Protectora de Animales, la Inspecci¨®n dedicada a la protecci¨®n animal y la Asociaci¨®n Nacional para la Alimentaci¨®n y el Consumo. ¡°Cuando vamos a una granja a revisar la situaci¨®n de los animales, los acompa?amos. Ah¨ª los expertos son ellos, pero vigilamos¡±. Cuando se trata de razas agresivas, como algunos ejemplares de pit bull, el due?o es el primer observado: ¡°Suelen ser tipos que se exhiben con un perro que puede ser peligroso, y a partir de ahora necesitar¨¢n un carn¨¦¡±, subraya Smit, encargado tambi¨¦n de patrullar los ocho kil¨®metros de playa entre Scheveningen (distrito costero de La Haya) y Hoek-van -Holland, al oeste del pa¨ªs. All¨ª descansan a veces las focas antes de volver al agua. Si tienen problemas, Erik y sus colegas las llevan a un refugio hasta que regresen al mar.?
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