La Defensora del Pueblo europeo pide otra investigaci¨®n sobre la marcha de Barroso a Goldman Sachs
Una reuni¨®n entre el actual ejecutivo portugu¨¦s y el vicepresidente de la Comisi¨®n desata sospechas
Un encuentro en el hotel?Silken Berlaymont de Bruselas el pasado 25 de octubre entre el expresidente de la Comisi¨®n Europea Jos¨¦ Manuel Durao Barroso y el vicepresidente del Ejecutivo comunitario Jyrki Katainen ha devuelto a escena el debate sobre las fronteras entre el lobby y una simple reuni¨®n de amigos. Barroso, m¨¢ximo responsable de la Comisi¨®n durante una d¨¦cada y desde hace 20 meses, alto ejecutivo de Goldman Sachs, niega que en el encuentro tratara de influir en favor del banco de inversi¨®n. ¡°No he hecho lobby ni lo har¨¦¡±, asegur¨®.
Hace a?o y medio, el comit¨¦ de ¨¦tica de la UE concluy¨® que su ingreso en la entidad financiera no violaba las normas. Pero la Defensora del Pueblo europeo, Emily O'Reilly, cree que las revelaciones sobre sus contactos con altos cargos comunitarios cambian el escenario, y quiere volver a examinar la cuesti¨®n: en un duro informe emitido este jueves, emplaz¨® a la Comisi¨®n Europea a reabrir la investigaci¨®n sobre su fichaje por la multinacional, y le acus¨® de cometer fallos en la gesti¨®n del caso.
O'Reilly cree que hay elementos para dudar de que Barroso quiera evitar el tr¨¢fico de influencias. Indic¨® que ha recibido tres quejas sobre actividades supuestamente incompatibles con sus responsabilidades anteriores. Y descart¨® que el cara a cara entre Barroso y Katainen fuera un simple reencuentro entre amigos como ambos se apresuraron a afirmar: seg¨²n la defensora, el vicepresidente inscribi¨® la cita como ¡°reuni¨®n con Goldman Sachs¡± en el registro p¨²blico de lobbies. Al paso de la pol¨¦mica sali¨® el presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker: "Nunca hemos dicho que Barroso no pudiera reunirse con comisarios", afirm¨®.
La defensora cree que las altas funciones asumidas por Barroso le obligan a extremar el cuidado en su forma de relacionarse con la administraci¨®n. "Tiene derecho a tener un empleo despu¨¦s del cargo, pero como antiguo sirviente p¨²blico debe asegurarse de que sus acciones no da?an la confianza en la UE. El nuevo puesto del se?or Barroso gener¨® un descontento p¨²blico grave y como m¨ªnimo deber¨ªa levantar dudas dentro de la Comisi¨®n sobre si cumple con el deber de discreci¨®n".
Una reuni¨®n pol¨¦mica
La Comisi¨®n Europea confirm¨® este jueves que responder¨¢ a la propuesta de reabrir el caso Barroso en los pr¨®ximos tres meses. Entretanto, Katainen admiti¨® al diario EUobserver que la entrevista fue solicitada por Barroso, y que en ella hablaron sobre todo de cuestiones de comercio y defensa sin tomar notas, pero en ning¨²n caso del banco que paga el salario de Barroso. El portugu¨¦s sali¨® al paso de las sospechas calificando la acci¨®n de la defensora de ¡°ataque pol¨ªtico personal¡±.
Pese a cumplir con el requisito que establece un plazo de 18 meses entre la salida de la Comisi¨®n Europea y un cargo en la empresa privada, la incorporaci¨®n de Barroso a Goldman Sachs, ejemplo de puerta giratoria, caus¨® conmoci¨®n en las canciller¨ªas europeas por su potencial para da?ar la credibilidad de las instituciones comunitarias. El entonces presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, tild¨® de "moralmente inaceptable" su llegada al banco, implicado en la crisis financiera y en el maquillaje de las cuentas de Grecia. ¡°Jos¨¦ Manuel Barroso traer¨¢ an¨¢lisis, una inmensa experiencia a Goldman Sachs y, sobre todo, una profunda comprensi¨®n de Europa. Estamos impacientes por trabajar con ¨¦l¡±, dijo Goldman Sachs al anunciar su fichaje.
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