Una tarde con Pel¨¦: ¡®El Rey¡¯ solo quiere hablar de padres, hijos y su legado
"?El mejor futbolista? Hoy es Neymar, ayer era Messi, pero como delantero Ronaldo"
Cuando son los dem¨¢s los que hablan de Pel¨¦ se usan hip¨¦rboles. Que se convirti¨® en Brasil, que la suya es la historia del pa¨ªs, un relato de potencial, superaci¨®n y talento. La historia no cobra dimensiones aut¨¦nticamente ¨¦picas hasta que es ¨¦l quien la cuenta: la centra en la relaci¨®n de un hijo con su padre. ¡°Yo solo quer¨ªa ser como mi padre. ?l era jugador de f¨²tbol, as¨ª que desde peque?o yo solo quer¨ªa ser un jugador. Creo que tuve un poco m¨¢s de suerte¡±, bromea, y las poco m¨¢s de 100 personas que tiene delante le r¨ªen la gracia. El jugador (e hijo del futbolista Jo?o Ramos do Nascimento, Dodinho) est¨¢ en una peque?a sala del mismo hotel, el Hyatt de S?o Paulo, donde hace poco se le ha homenajeado en la apertura del Foro Econ¨®mico Mundial como Ciudadano 2018. Su deber ahora es hablar de su vida y desplegar su conocido encanto. Algo f¨¢cil, un bolo m¨¢s de 40 y pico minutos. Pero, por el motivo que sea, hoy el exjugador de 77 a?os, El Rey, el futbolista del siglo seg¨²n cientos de miles de opiniones, el autor de 1.283 goles y ganador de tres mundiales, est¨¢ empe?ado en volver siempre al tema de su padre.
¡°?l nunca fue campe¨®n de un Mundial as¨ª que me propuse hacerlo por ¨¦l¡±, anuncia cuando se le pregunta por sus mayores influencias. Esa decisi¨®n fue la que desencaden¨® una de las mayores historias brasile?as del siglo. En 1958, con 17 a?os, ya estaba en Suecia a punto de ganar su primer Mundial. Acab¨® siendo un hito para ¨¦l y uno m¨¢s grande para la naci¨®n. ¡°Cuando empec¨¦ a despegar como futbolista, no ten¨ªamos noci¨®n de lo que significaba el extranjero. Al llegar a Suecia, pens¨¦ que todo el mundo lo sabr¨ªa todo de Brasil y resulta que no. Eso me dej¨® furioso. Al final, fuimos uno de los principales motivos por los que se conoci¨® Brasil¡±.
La victoria, sin embargo, le supusosu mayor frustraci¨®n: el Mundial de 1966, que no gan¨® como s¨ª hab¨ªa hecho con el 1962. Los defensas de Portugal y de Bulgaria acabaron por lesionarle. ¡°Cuando vas a tu primer Mundial vas sin presi¨®n, pero a los siguientes ya vas con la misi¨®n de ganar. Y en ese caso, tuve aquellas lesiones y jugu¨¦ y perdimos, y de eso me arrepiento. No de mi derrota, sino de las lesiones¡±.
Es una tarde amable para ¨¦l, como le corresponde a alguien que lleva d¨¦cadas retirado. No es momento de hablar de su fr¨¢gil salud, que hace dos meses le oblig¨® a cancelar una cita internacional, ni de c¨®mo hoy, como en las pocas apariciones p¨²blicas que hace desde diciembre, ha venido con silla de ruedas?¡ª¡°Mi coche nuevo¡±, lo llama, como ha hecho en cada aparici¨®n desde entonces¡ª. S¨ª es ocasi¨®n de anunciar de su intenci¨®n de abrir una fundaci¨®n para los m¨¢s j¨®venes, y contar la batallita de d¨®nde le ha venido esa idea.
En 1969, marc¨® su gol n¨²mero mil y, ante la prensa, dijo que se lo dedicaba a los j¨®venes. ¡°Dos semanas antes hab¨ªa salido de entrenar pronto [para el Santos], vi a dos chicos intentando robarle el coche a un jugador. Me acerqu¨¦ a gritarles y ellos me dijeron: ¡®No estamos rob¨¢ndole a nadie del Santos, estamos rob¨¢ndole a uno del S?o Paulo¡±. Las cien personas vuelven a re¨ªr. ¡°Cuando marqu¨¦ el gol se lo dediqu¨¦ a ellos, no fue algo muy pensado¡±. Luego a?ade, con ese tono tan suyo de abuelo que no quiere que nos olvidemos de una gran verdad: ¡°Lo importante son los j¨®venes. Son la base del ma?ana¡±.
Hablando de j¨®venes, le preguntan por los jugadores de ahora. Pero ¨¦l las pol¨¦micas las pasa como si fueran balones enemigos: ¡°Hoy Messi, hasta ayer Neymar, y como delantero, Ronaldo¡±. Si tuviera que elegir entre Pel¨¦ o Maradona: ¡°Mi madre se quedar¨ªa trist¨ªsima si dijese Maradona¡±.
Al final de la intervenci¨®n, casi todo el mundo se agolpa sobre este hombre. Est¨¢ sentado y tira de batallitas pero a¨²n es El Rey. Uno que ya piensa en legados, en ni?os, en padres y en qu¨¦ ser¨¢ del reino. ¡°La alegr¨ªa de un gol es como la alegr¨ªa del parto de un hijo: depende de las circunstancias. No es lo mismo un hijo que nace de la mujer que amas, y no es lo mismo un gol marcado en un 0 a 0 que en un 5- 0 o 4- 0, que no es nada¡±, filosofa poco antes de cerrar la sesi¨®n. ¡°Lo importante de un gol es la necesidad que tengas de ¨¦l¡±.
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