El Gobierno de Trump impone sus mayores sanciones a Rusia por la injerencia electoral y ciberataques

En plena tensi¨®n internacional con el Kremlin, Estados Unidos tom¨® la delantera y lanz¨® su golpe m¨¢s directo. El Departamento del Tesoro anunci¨® la imposici¨®n de sanciones a 19 ciudadanos y 5 empresas rusas tanto por su participaci¨®n en la fabricaci¨®n y diseminaci¨®n de fake news (bulos) durante la campa?a electoral de 2016 como por una serie orquestada de ciberataques contra sectores claves de la econom¨ªa. El castigo, el mayor varapalo propinado hasta la fecha por Donald Trump a Mosc¨², ahonda la brecha frente a Vlad¨ªmir Putin a tres d¨ªas de las elecciones presidenciales rusas.

El aviso del contragolpe estadounidense estaba dado. Hace casi un mes, el fiscal especial de la trama rusa, Robert Mueller, destap¨® la f¨¢brica de las fake news y acus¨® a 13 ciudadanos y tres empresas rusas de haber construido un gigantesco operativo, bautizado como Proyecto Latkha, destinado a ayudar a Trump e interferir en los comicios mediante la intoxicaci¨®n en redes sociales y el activismo de base. Era la prueba m¨¢s palpable hasta la fecha de la injerencia y de su capacidad para actuar por encima de las leyes for¨¢neas.

Un caso que ahora se ha repetido en Reino Unido con el envenenamiento mediante gas nervioso del exesp¨ªa ruso Sergu¨¦i Skripal y su hija. Ataque que EE UU, Francia, Reino Unido y Alemania han considerado en un comunicado conjunto ¡°la primera utilizaci¨®n ofensiva de un agente nervioso en Europa desde la Segunda Guerra Mundial¡± y ¡°un asalto a la soberan¨ªa brit¨¢nica¡± que ¡°amenaza la seguridad de todos¡±. Al anunciar las nuevas sanciones, el secretario del Tesoro estadounidense, Steve Mnuchin, describi¨® el envenenamiento como una prueba de la ¡°conducta insensata e irresponsable¡± del Gobierno ruso.

En este horizonte de Guerra Fr¨ªa, Estados Unidos eligi¨® el momento para lanzar un castigo que ven¨ªa prepar¨¢ndose desde hac¨ªa d¨ªas y del que hab¨ªan advertido tanto la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, como la embajadora ante la ONU, Nikki Haley. Fue un disparo m¨¢s pol¨ªtico que efectivo sobre el caso que m¨¢s ha irritado a la opini¨®n p¨²blica estadounidense y que se ha convertido en el antecedente de otras injerencias rusas en Occidente. A¨²n as¨ª, Trump, siguiendo una costumbre que no deja de levantar suspicacias, se guard¨® su proverbial locuacidad y nada dijo sobre Putin ni las sanciones. En su d¨ªa, incluso neg¨® la mayor y redujo todo a ¡°una invenci¨®n de los dem¨®cratas¡±.

Las penalizaciones acarrean el bloqueo de las propiedades de los afectados en EE UU y su prohibici¨®n de operar y hacer negocios en el sistema estadounidense. Algunas de las organizaciones sancionadas, como el espionaje ruso y la inteligencia militar, ya son objeto de las represalias estadounidenses por sus acciones en Ucrania. El Gobierno Trump asegura haber castigado en el ¨²ltimo a?o a m¨¢s de 100 individuos y entidades por operaciones controladas por el Kremlin.

Los 13 acusados por Mueller figuran entre los sancionados, incluido el supuesto cerebro de la injerencia, Yevgueni Prigoyin, un empresario que tiene bajo su control el abastecimiento del Kremlin y que es considerado un aliado de Putin. De este modo, el Tesoro avala las acciones del fiscal de trama rusa, que ha sido constantemente desacreditado por Trump, que ha amenazado con despedirle y ha asegurado sufrir una ¡°caza de brujas¡±. ¡°La Administraci¨®n est¨¢ enfrentando y contrarrestando las ciberactividades malignas de Rusia, incluidos sus intentos de interferir en elecciones en EE UU, hablamos de ciberataques destructivos e intrusiones que apuntan a infraestructuras cr¨ªticas¡±, dijo Mnuchin en un comunicado. El Kremlin niega todas las imputaciones.

Uno de los ciberataques, que Washington y Londres atribuyen al Ej¨¦rcito ruso, es el llamado NotPetya, que se origin¨® en junio de 2017 en Ucrania y que se propag¨® por buena parte del mundo, afectando al comercio mundial y la distribuci¨®n de f¨¢rmacos. Es considerado el ciberataque m¨¢s destructivo y caro de la historia.

En paralelo, el Tesoro revel¨® que desde marzo de 2016 piratas inform¨¢ticos vinculados al Kremlin han tratado de atacar organizaciones gubernamentales estadounidenses y sectores esenciales de la primera potencia mundial, como el energ¨¦tico, nuclear, de agua o aviaci¨®n. Ese aviso, hasta ahora desconocido, sin duda alimentar¨¢ el debate pol¨ªtico en EE UU sobre las maniobras desestabilizadoras de Rusia. En el sector energ¨¦tico, Rusia llev¨® a cabo una intromisi¨®n en ¡°m¨²ltiples escenarios¡± contra peque?os operadores comerciales en los que gan¨® ¡°acceso remoto¡±.

Tras las imputaciones de Mueller y las sanciones del Tesoro, Estados Unidos ha puesto un l¨ªmite claro a la injerencia rusa. Superada la fase de duda que Trump tanto propici¨®, todas las miradas convergen en las elecciones legislativas del pr¨®ximo 6 de noviembre. Los servicios de inteligencia estadounidenses han alertado de que Mosc¨² quiere volver a interferir y han puesto sobre aviso a la ciudadan¨ªa. En caso de repetirse una intoxicaci¨®n informativa como la registrada en las elecciones presidenciales, supondr¨ªa un gesto de hostilidad sin precedentes. El conflicto pasar¨ªa entonces a otra fase. A un escenario mucho m¨¢s vol¨¢til que el actual.